¿Cuál es el protocolo de actuación si volviera a romperse una de las presas de Sanabria?
El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha asistido esta mañana a los ejercicios anuales de entrenamiento de la implantación del plan de emergencia de las presas de la sierra de Moncabril, en la comarca de Sanabria, para probar, entre otras cosas, que las sirenas que alertan sobre anomalías en estas presas funcionan de cara a prevenir a la población de alguna posible amenaza que pusiera en riesgo su seguridad.
Unos minutos antes de las 11:00h han sonado las sirenas de las presas de Puente Porto, Playa, Garandones, Cárdena y Vega de Conde que se han dejado oír en la sierra de Moncabril y en distintos lugares del término municipal de Galende, sobre todo en Ribadelago Viejo y Ribadelago Nuevo, que se encuentran en el área inundable en la primera media hora en una hipotética rotura de alguna de las presas.
Al amparo de los planes de emergencia hay instaladas ocho sirenas de alta potencia en diversos lugares que han funcionado perfectamente cuando han sido activadas dentro de este ejercicio realizado por el Gobierno de España, a través de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias y de la Confederación Hidrográfica del Duero; la Junta de Castilla y León, y la empresa Endesa con el fin de acrecentar todavía más las garantías y la seguridad de estas infraestructuras.
Se ha comprobado en la prueba de sonido que el nivel de decibelios es el adecuado. El mástil sobre el que se ubican las distintas sirenas tiene once metros. Cuentan con una potencia variable entre 137 y 147 decibelios. Según ha explicado el director del Plan de Emergencias, Rafael Armas, de la empresa Endesa, el objetivo es que supere los 70 decibelios en toda la zona de afección. Además de los dispositivos en las presas, el sistema de alerta consta de una sirena en el Pico del Fraile, otra en la central de Moncabril y una más, la octava, en Ribadelago Nuevo.
Este tipo de pruebas suelen hacerse en el mes de junio porque es ya una época estival pero no hay todavía demasiados turistas. Además, la ausencia de lluvias no mueve a generar una alarma excesiva en las personas que no se han enterado de que se trata de un simulacro. Se realizan, además, en horas prudenciales para no molestar demasiado a los ciudadanos.
Estos planes de emergencia afectan a numerosos aspectos y establecen diversos procedimientos para el supuesto de que se produzcan incidencias en el normal funcionamiento de las presas.
Esta mañana se ha comprobado también que funcionan los sistemas de comunicación en los diversos centros de control de las presas. Además del subdelegado del Gobierno también han estado presentes el comandante y jefe accidental de la Comandancia de la Guardia Civil en Zamora; el comisario jefe de la Comisaría Provincial de Zamora; el jefe de la Unidad de Protección Civil de la Subdelegación del Gobierno en Zamora; el jefe de Protección Civil de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León; el miembro del comité de implantación de la Confederación Hidrográfica del Duero; el alcalde del Ayuntamiento de Galende, y responsables de la zona noroeste de la compañía Endesa.
La comarca sanabresa es especialmente sensible porque se recuerda la catástrofe de Ribadelago, una tragedia acaecida en la madrugada del 9 de enero de 1959 en la que fallecieron 144 de los 532 habitantes de esta localidad al ser arrasado e inundado su casco urbano por la riada que se originó tras la rotura de la presa de Vega de Tera.