Este 2021 se cumplen seis años de legislatura de Izquierda Unida en Zamora. La única capital de provincia de España gobernada por la formación, en solitario, y desde 2019 con mayoría absoluta con 14 concejales en el equipo de gobierno. Francisco Guarido es el alcalde y cabeza visible de este proyecto y, como indicaba el año pasado a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León asegura que no volverá a repetir como primero de las listas en las elecciones municipales de 2023. Por ahora, su cabeza está centrada en dejar encarrilados todos los proyectos y obras que tanta falta hacen en una ciudad que se desangra demográficamente a diario y cuyos negocios van echando la persiana.
El Banco de España, el Centro Cívico, el Museo Pedagógico o un macro proyecto para construir un parque técnológico en los terrenos de Renfe, es lo que ronda en la cabeza del alcalde zamorano. Guarido gobierna "con cabeza" y deja la ilusión a otros. Un trabajo de despacho, del día a día, y aupado por una mayoría absoluta que los zamoranos le otorgaron en todas las mesas electorales de la capital en 2019.
Pregunta.- Ha pasado otro año más de legislatura con una vuelta a, más o menos, una vida normal. ¿Qué valoración hace de este 2021?
Respuesta.- Este año ha resultado, dentro de las circunsancias de la pandemia, positivo para el Ayuntamiento y para los ciudadanos en la relación con el Consistorio. Me gustaría destacar los Relan-Za tanto en 2020 como en 2021. Se han otorgado unas 289 ayudas de 1.500 euros a los hosteleros y en torno a 500 para el comercio minorista. Creo que lo hemos hecho bien en este sentido. Y en cuanto a los servicios sociales, creo que también se ha hecho una buena gestión. De hecho, la Plataforma de Contratación del estado ya tiene publicado el contrato de ayuda en domicilio, y es el mayor de todo el Ayuntamiento. Hemos multiplicado por tres su presupuesto desde que estamos en el gobierno. Entramos en 2015 con poco más de 300 usuarios y ya estamos en 740. Hemos destinado, así, mucho más dinero a la atención de las personas. Y en cuestión de obras, creo que el resultado es muy bueno. Aunque en 2020 se cerró la Plataforma de Contratación, ahora en 2021 estamos sacando todas esas obras que dice la oposición. Están todas en licitación por lo que creo que el balance es muy positivo dentro de las circunstancias.
P.- El pasado año, en una charla con EL ESPAÑOL, Noticias de Castilla y León, afirmaba que quería dejar encaminados los ‘grandes proyectos’ con los que coronar este segundo mandato. Hablamos del Parque de Bomberos, el Museo Pedagógico, nuevo Museo de Baltasar Lobo, la rehabilitación completa de la Muralla, la remodelación del Mercado de Abastos y, como no, el Banco de España. Pero ninguno ha comenzado sus obras.
R.- Algunas se acabarán y otras no. Yo garanticé que se empezarían todas, incluída la del Banco de España. Hay que fijarse en una media ponderada, porque siempre hay cosas que pueden salir mal. Pero sí van a empezar todas, incluída también el Centro Cívico, y eso lo garantizo, porque tendremos noticias muy pronto.
Creo que vamos a dejar un Ayuntamiento mejor que el que nos encontramos. Esto ya lo dije en 2019 y ahora en el ecuador del mandato lo sigo creyendo. Es mejor en servicios sociales y obras, y es un consistorio más limpio y transparente. Siempre se puede pedir más, pero creo que hemos cumplido. Todo el mundo sabe por qué hemos ido retrasados en las contrataciones y es por los puntos negros que existían en el funcionariado. Ahora está todo en tramitación y adjudicado. Recuerdo también la limpieza de los colegios, el suministro de calefacción, el agua y los abastecimientos, que salen fijo en 2022. Con este recorrido dejamos los servicios resuetos para los próximos seis u ocho años.
P.- Pero son proyectos que llevamos escuchando desde su entrada a la Alcaldía, ¿entiende las críticas de la oposición y parte de la ciudadanía a que el equipo de gobierno vive en una especie de ‘Día de la marmota’?
P.- Sí, lo admito. Pero es que los ciclos en la política son de ocho años. Cuando entramos en 2015 no había nada de nada. No se podía decir que hubiera ni un solo proyecto definido que sacar adelante. Cuando nos vayamos en 2023 habrá todo lo que llevamos trabajando desde 2016 y algunas cosas concluidas. Son proyectos grandes y se van a quedar por muchísimos años.
P.- ¿Ha perdido Izquierda Unida la ilusión por gobernar Zamora? ¿Qué proyectos o iniciativas se plantean de cara a los años que quedan?
R.- No. Es que no se gobierna a partir de un concepto tan vago y tontorrón como es la ilusión. Se gobierna con la cabeza, con los números y con planteamientos concretos en la ciudad. Yo jamás he dicho que gobernara con ilusión porque me parece un concepto infantil. Yo trabajo con conceptos que están más con los pies en el suelo.
El objetivo que tenemos es acabar con todo esto que estamos tramitando, con los pies en el suelo y con estructura. Y, tras esto, tenemos dos proyectos fundamentales: el parque técnológico en los terrenos de Renfe, para lo que incluimos una partida para comprarlos en los Presupuestos 2022 y la otra, el nuevo edificio municipal que irá ubicado en el actual Parque de Bomberos. Estos son los proyectos a futuro fundamentales. Luego tenemos en mente varios proyectos europeos que verán sus resultados incluso en 2026. Se trata de temas de eficiencia energética, de turismo... Las subvenciones que se piden son de bastantes millpnes, por lo que los plazos tienen que irse cumpliendo desde ya pero se ejecutarán hasta el 2026. Y esa es toda la herencia que vamos a dejar. Ahora que vivimos épocas de campañas publicitarias y darse importancia cuando se hace algo, nosotros lo que estamos haciendo es una petición de subvenciones muy estructuradas que se verán en unos meses y servirán de base para otros años.
P.- Parece que una vez pasada la pandemia, las críticas desde la oposición y algunas asociaciones han ido en aumento. El mensaje general es que IU abusa del 'rodillo' de la mayoría absoluta y se ha olvidado del diálogo.
P.- Nosotros tenemos diálogo con la oposición. El justo y necesario. Las comisiones informativas se convocan siempre. En mandatos anteriores casi no se convocaban y ahora sí. Allí se dialoga y se traspasa información. Pero es que hay grupos de oposición que tienen dos concejales y tienen que acomodarse a estar en la oposición. El sistema político es así. En un sistema de mayorías es bueno dialogar con las minorías pero no podemos olvidar que tenemos 14 concejales.
Por otro lado, los ciudadanos reclaman sobre todo mejoras y arreglos para la ciudad. Y ahí Línea Zamora es una gran herramienta de diálogo. Se están tramitando cientos y cientos de peticiones, que envían los propios ciudadanos y que se solventan con efectividad. Y también tienen los presupuestos participativos, a los que se destinan 400.000 euros. Lo que se dice sobre el 'rodillo' no es más que una frase que utilizan otros para jusficar su ineficacia e ineficiencia, y algunas asociaciones para pincharnos un poco.
P.- Un caso concreto es la reordenación de plazas de la O.R.A. Pasado los meses, ¿no cree que se podría haber gestionado de otra manera? ¿Haber repartido las plazas de otro modo? ¿Haber intentado dialogar con los vecinos de las zonas afectadas?
R.- No. Las plazas de la ORA son siempre un conflicto. Hay temas sobre los que tienes que tomar decisiones difíciles aunque luego sufras castigos electorales. Siempre va a ser un problema. Nosotros decidimos llevarlas a donde todo el mundo sabe y cuando pedimos alternativas nadie quería mojarse. Sí hemos aceptado alguna de las alegaciones que se han presentado al plan y su resolución irá al pleno de enero de 2022. Lo que no podemos aceptar es que se planteara la retirada de la Zona10 al completo. Son alegaciones burdas y sin alternativas.
Todo el mundo quiere que se hagan las obras en las aceras del centro, que se revitalice la zona centro y dotarla de una plataforma única como se ha hecho en otras capitales de provincia. Eso nadie lo cuestiona, pero hay que plantearse donde llevarse esas plazas de la ORA porque tenemos un contrato con la empresa. No se puede hacer oposición sin dar alternativa, yo hacía la oposición de forma distinta.
P.- Pero sí han recibido propuestas del PSOE, Ciudadanos o Partido Popular, como el plan contra las pintadas en el casco antiguo o las ayudas a la digitalización de las empresas y aseguran que ninguna se ha incluido en los presupuestos.
R.- Lo que dice Ciudadanos no es cierto. En el Plan de Desarrollo Local, que va con dinero dotado por el Ayuntamiento y con ayuda de CEOE y la Cámara de Comercio, se incluye esas ayudas a la digitalización de empresas. Y sobre la propuesta de quitar pintadas, es como decir que quieren que se arreglen todas las calles de Zamora. Pues claro que todos queremos eso, son propuestas de cajón. Es una revindicación de todo el mundo y nosotros también queremos quitarlas. Por eso creemos que de esto tiene que hacerse cargo la empresa de limpieza, que hasta ahora tenía muchas deficiencias y así era muy difícil hacerse cargo de las pintadas. Por eso vamos intentar acortar lo máximo posible la entrada de la nueva empresa y que se vaya normalizando el servicio. Esto provocará un cambio sustancial en la limpieza de pintadas y en la recogida de basuras. Y sobre la posibilidad de que sea el servicio del Ayuntamiento quien borre las pintadas de edificios privados y luego llegue a un acuerdo con el propietario, todo es posible con la nueva empresa.
P.- De hecho, los presupuestos se han aprobado con un informe desfavorable de la interventora y sin ningún apoyo de la oposición.
R.- Se ha aprobado con el informe a favor del Sevicio de Hacienda, que es quien hace el presupuestos y eso nos vale. El informe de la viceinterventora son recomendaciones y no es suspensivo. Lo que hubiera sido delicado o imposible es aprobarlos con el Servicio de Hacienda en contra, que es quien hace el presupuesto. Pero, intentaremos seguir las recomendaciones.
Así es la democracia. En un sistema de mayorías, el gobierno gobierna y la oposición vigila, sobre lo que puede y sabe. Tenemos 14 concejales y tenemos que gobernar.
P.- Hablemos del Caso Raga. ¿Cómo fue esa decisión de acudir a los tribunales? ¿Hacer del proceso un caso mediático? ¿Fue voluntad suya o vino sobrevenida por la denuncia de la viceinterventora, que igualmente iba a acabar en los Juzgados?
R.- Hemos hecho un caso de información pública, pero el primer caso fue abrir un expediente reservado de manera privada. Cuando comprobamos las irregularidades manifiestas en los jardines y una situación económica que no se podía explicar, como el consumo de gasolina, la Intervención lo lleva al Juzgado y nosotros lo apoyamos ratificamos. Pero no se puede decir que hiciéramos un caso mediático sino de información.
Hemos contado aquello que era de interés público, como en el asunto de Zamora Limpia, donde va a ir a pleno la petición del millón de euros que la empresa supuestamente ha cobrado de más estos años al Ayuntamiento. ¿Cómo no voy a contar eso? ¿O que el jefe de parques y jardines no podía justificar miles de euros en una tarjeta de combustible del Ayuntamiento?
Pero en todo momento fuimos en paralelo con la viceinterventora. El expediente fue obra nuestra y fue la base para todo. Antes de que ningún funcionario fuera al Juzgado, nosotros ya indicábamos en el expediente a Alberto Vega que podía existir un supuesto fraude y malversación de capitales.
P.- Siempre ha defendido que, desde que ejercían la oposición, tenían sospechas de estas actividades ilícitas por parte de Raga y Alberto Vega. ¿Por qué no se actuó antes?
R.- Desde la oposición hicimos todo lo que pudimos. Llevé el tema a la inspección de trabajo, porque vi que se estaban utilizando trabajadores del Ayuntamiento para otros trabjos de Raga y lo registré en el Consistorio, incluso con fotografías, que ahora la Policía utiliza dentro del caso. Y desde el día que entramos al Ayuntamiento lo hemos estado investigando. Pero, a veces, las cosas son muy difíciles de demostrar. A los Juzgados hay que llevar los temas muy machacados, con pruebas muy concretas y que hemos tenido que ir recopilando paso a paso.
P.- También supuso un riesgo para el equipo de gobierno a nivel mediático, porque a la gente le suele costar distinguir entre funcionarios y corporación municipal y se podía entender que algo tenía que ver IU en el caso.
R.- Yo creo que no es así. Saben que Izquierda Unida es un partido limpio y que está trabajando en las instituciones como nunca se había hecho en la ciudad, de manera altruista y honrada. Creo que la gente sabe distinguir entre el equipo de gobierno y los trabajadores y funcionarios del Ayuntamiento.
P.- Hace unos días fue de las pocas ocasiones que le oímos opinar de la Junta de Castilla y León. Consideró inadecuado el momento para convocar elecciones y cree que los ciudadanos lo van a castigar en las urnas. ¿De verdad lo cree así?
R.- Yo, por lo menos, lo deseo. Este adelanto electoral se veía venir por la actividad fotográfica de la últimas semanas. Creo que en estos momentos tan delicados, tanto en sanidad como económicamente, convocar estas elecciones merece un castigo a Mañueco. Hay que tener en cuenta que el pacto PP-Cs fue un pacto global en Castilla y León, en el que entraban varias alcaldías y diputaciones, por lo que afecta a mucho conjunto de la sociedad.
P.- ¿Y qué espera de su formación (Izquierda Unida) en estas autonómicas? ¿Augura mejor resultado en conjunto si se presenta con Podemos que por separado?
R.- No sé como se van a presentar. No estoy en la dirección regional. A mi me gustaría que Izquierda Unida se presentara sola. No necesitamos ir con nadie y si nos presentamos con Podemos, no nos va a ser favorable. La gente no lo quiere en la calle. Otra cosa es que la militancia, que cada vez es menos, haya elegido la propuesta de Juan Gascón y de Alberto Garzón. Amito la democracia, pero una cosa es lo que deciden unos pocos y otra lo que quieren nuestros votantes ahí fuera y esto no encaja bien. Los votantes de Zamora lo tienen claro. No queremos alianza con Podemos. Ellos van por un lado y nosotros por otro.
P.- Dijo que intentarían harían todo lo posible porque Mañueco no ganara las elecciones. ¿Estarán las filas zamoranas apoyando la candidatura conjunta con Podemos si es necesario? ¿O solo si de va por separado?
R.- Yo lo dije porque milito en un partido político desde 1986 y trabajo para que mis adversarios políticos no ganen. Como militante y como cargo político de IU y con todos mis respetos a todas las instituciones. Pero de ahí a que apoye una alianza con Podemos, no. Yo voy a hacer todo lo posible porque el Partido Popular no gane, pero no sé ni como nos vamos a presentar.
P.- Volviendo a la capital, tras seis años de gobierno, ¿la Zamora de hoy se aproxima un poco la ciudad que tenía Francisco Guarido en la cabeza? ¿Cómo sería la Zamora soñada?
R.- Dentro de las circunstancias, sí. Un Ayuntamiento no transforma él solo la ciudad al 100%. Eso es imposible. Un Consistorio tiene unas competencias muy limitadas, y con una caja de dinero muy limitado. Lo que se puede hacer es limitado. Me hubiera gustado hacer más cosas, pero hemos llegado hasta donde hemos llegado. Hasta ahora no tenemos un plan específico para el casco antiguo, lo admito y me hago la crítica yo mismo. Pero estamos intentando modificar el plan de reordenación urbana. Las cosas siempre se pueden hacer mejor y más amplías, pero uno da de sí lo que da de sí y los pasos que se dan son uno cada día.
P.- En septiembre de este mismo año afirmó para EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que no sería el candidato a las elecciones municipales de 2023, pero sí estaría apoyando a la formación. ¿Sigue siendo su opinión?
R.- Totalmente.
P.- Hay mucha juventud y muy variada en la formación. ¿Tiene Izquierda Unida candidato para sustituir a Francisco Guarido? ¿Tiene alguno en mente que no puede decir en voz alta?
R.- No, eso tiene que ser un trabajo colectivo dentro de la organización. Yo colaboraré en todo lo que pueda. No tengo candidato en mente porque es un trabajo colectivo conjunto y de ahí tiene que salir. Tengo el deseo de que alguie pueda usplirme y yo colaborar siempre con quien resulte candidato. Quiero creer que alguien va a recoger el testigo. Somos 14 concejales y espero que la mayoría vaya a seguir. Yo estaré para ayudar, pero no para liderar.
P.- Y para acabar, ¿qué espera Francisco Guarido del 2022?
R.- Primero que la pandemia sea parte del pasado. Que a partir de 2022, podamos caminar hacia la normalidad antes de 2020, y que la economía, ya precaria de esta ciudad, se revitalice y estamos para ayudar con esto. Me gustaría que en 2022 cuajen todas estas cuestiones de los fondos europeos y que podamos abrir un escenario de obras y servicios que se vayan desarrollando en los próximos cuatro años.