La Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias celebraba este domingo su última asamblea general, donde quedaba aprobada el acta y las cuentas de los años 2020 y 2021 por unanimidad. La Junta Directiva daba cuenta de las gestiones que había realizado a lo largo de estos dos años, y entre los que se incluye la finalización de la restauración de la mesa sobre la que descansa el Cristo de las Injurias. Esta mesa está siendo restaurada en Sevilla, donde se le ha dado un baño de oro y próximamente volverá a Zamora. Rufo Martínez confiesa que "tenemos ganas de ver el resultado en directo". Y no es para menos, ya que la restauración ha tenido un coste de 7.000 euros, que provienen de la aportación que los hermanos hacen anualmente a la Real Hermandad. 

Precisamente sobre esa aportación también ha tratado la asamblea general, donde la aportación de esos pagos que se dedica a obras sociales se ha duplicado en 2020 y triplicado en 2021. Se trata de donaciones a entidades caritativas de Zamora, como Cáritas, la Cocina Solidaria o los Menesianos.

En esta misma asamblea el capellán de la Real Hermandad, Francisco Díez desvelaba la existencia de una cripta bajo la alfombra donde se encuentra en Cristo de las Injurias en la Catedral de Zamora, "que, al parecer, está en perfecto estado". El presidente de la Cofradía del Silencio explica que Francisco Díez, "en calidad de fabriquero de la Catedral", ha abierto la posibilidad a los hermanos de la Real Hermandad a que puedan visitar dicha cripta. 

Una asamblea general que tuvo como gran novedad también la inclusión por primera vez en su historia de mujeres en su procesión del Silencio la tarde del Miércoles Santo. Hasta 90 hermanas tendrán la oportunidad de vestir el capirote de terciopelo rojo y acompañar al Cristo de las Injurias en su procesión y la ofrenda del silencio.

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