Miguel Rosino, de la autoescuela Viriato, narra su dura historia para concienciar sobre la seguridad vial

El responsable de la autoescuela Viriato de Zamora, Miguel Rosino es el más duro ejemplo de los devastadores efectos de los accidentes de tráfico. Este zamorano vivió en sus carnes el fallecimiento de dos familiares al volante y, esas vivencias le llevaron a ser formador de autoescuela y dedicar su vida a la concienciación de los conductores.

Una historia que ha compartido en el programa Seguridad vital de La 1. Un espacio de divulgación, que se emite los domingos por la mañana, y que dirige Carlos García-Hirschfeld. A través de distintos espacios como entrevistas, reportajes, laboratorios o testimonios, Seguridad Vital difunde en un tono riguroso y entretenido, los principales valores de la seguridad vial y la movilidad sostenible.

En este programa de TVE, Miguel Rosino ha relatado que su padre fallecía en un paso de peatones de la ciudad. El zamorano cuenta que, además, era un lugar "donde siempre ponía mucha atención". Pero un vehículo pasó a gran velocidad y "se lo llevó por delante". El conductor estaba bajo la influencia del alcohol. Una experiencia muy dura y que ya devasta a una familia y a una persona, pero que Miguel Rosino ha tenido que sufrir una segunda vez. Sobre el año 1998, su hermano, residente en Venezuela, fallecía en un accidente. Según su relato, "se despistó, se salió a la derecha y, aunque iba muy despacio no llevaba cinturón, porque el vehículo no tenía y se golpeó contra el volante". Y es que la década de los 90, todavía existían coches sin cinturón de seguridad en Venezuela.