Pajares y Arquillinos acusan al párroco de "poner trabas" para que no celebrar el hermanamiento entre pueblos

Los alcaldes de Pajares de la Lampreana y Arquillinos, María Ángeles Camarón y Cándido Salvador, han informado de la imposibilidad de celebrar el tradicional encuentro anual entre los vecinos de ambos pueblos, el tercer sábado de mayo, por la supuesta la negativa de uno de los sacerdotes que atiende, entre otras, las parroquias de Pajares y Arquillinos a oficiar la tradicional misa conmemorativa en la ermita de la Virgen del Templo de Pajares.

El encuentro llevaba dos años sin celebrarse como consecuencia de la pandemia del Covid-19 razón por la cual las expectativas vecinales para este año 2022 eran máximas. Siguiendo la tradición los vecinos de Arquillinos se trasladan a Pajares de la Lampreana en cuya plaza se hermanan con los de Pajares de la Lampreana para proceder al intercambio de bastones entre los alcaldes y el posterior baile y, también, intercambio de pendones.

Posteriormente se celebra una misa en la Ermita de la Virgen del Templo de Pajares de la Lampreana para continuar con una jornada de convivencia entre los vecinos de ambos pueblos.

Los regidores de ambos municipios explican que el alcalde de Arquillinos se dirigió al párroco de la localidad para pedirle retrasar la fecha prevista inicialmente del 21 de mayo, ante los múltiples casos de Covid-19 que en los días previos afectaban a muchos vecinos de ambas localidades, incluso a los concejales y al propio alcalde de Arquillinos.

El párroco de Arquillinos, que reside en Morales del Vino, se negó a tal posibilidad y en los oficios religiosos del domingo 22 de mayo anunció a los vecinos que podría celebrarse el domingo 30 de mayo sin haber consultado previamente.

Como relatan los acaldes de Pajares de la Lampreana y Arquillinos "ante el empecinamiento del párroco en su negativa, decidieron buscar otro sacerdote siendo imposible y teniendo que suspenderse, por tanto, el tradicional hermanamiento entre Arquillinos y Pajares de la Lampreana”.

Estos alcaldes lamentan la actuación del párroco que "lejos de venir a ayudar los pueblos y a sus vecinos, solo se dedica a poner trabas y dificultades y a impedir que se celebren todos aquellos acontecimientos que a él no le satisfacen o simplemente no controla directamente, como ha sido este caso”.

Concluyen Maria Ángeles Camarón y Cándido Salvador señalando que "la consecuencia del empecinamiento del párroco ha sido privar a los vecinos de las comarcas de Tierra del Pan y Lampreana de una jornada festiva y de hermanamiento, algo debe ser observado y reflexionado por los máximos responsables de la Iglesia y del Obispado de Zamora".

Por ello, los regidores de ambos municipios piden al Obispado de Zamora que "tome nota y vigile la actuación de sus representantes en los pequeños pueblos de la provincia para que hechos como el ocurrido el pasado fin de semana en Pajares y Arquillinos no se vuelvan a producir en estos pueblos ni en ningún otro de la provincia".