El obispo de Zamora, Fernando Valera, llevará a cabo la ordenación del diácono permanente José Manuel Chillón, padre de familia, profesor titular de Filosofía en la Universidad de Valladolid y gerente-ecónomo de la diócesis de Zamora. Será el segundo diácono permanente de la diócesis zamorana, tras el nombramiento de Antonio Vela el pasado mes de febrero.
José Manuel, consciente de la trascendencia de su próxima ordenación, admite sentir nerviosismo, pero también una profunda sensación "de paz interior". Desde la diócesis apunta que Eestá plenamente preparado para asumir el ministerio diaconal, el cual se destina específicamente al servicio, la administración y la caridad.
Aunque su vida cotidiana no sufrirá cambios significativos, ya que continuará desempeñando sus tareas profesionales y dedicando tiempo preferente a su familia, la diaconía le brindará un valor adicional. En este momento, de hecho, José Manuel ya se ha implicado activamente en el servicio de administración de los bienes diocesanos, una responsabilidad que se le ha encomendado.
En la actualidad, el diaconado permanente ha adquirido una gran relevancia en la Iglesia, ya que permite que numerosas personas se sumen al servicio en diferentes ámbitos, según sus dones y las necesidades concretas que requieran atención. Chillón recuerda que el objetivo del diaconado no es clericalizar a los laicos, sino diversificar los ministerios dentro de la comunidad eclesiástica.
El ministerio eclesiástico, dedicado al servicio de Dios, se compone de tres grados sacramentales diferentes dentro del orden sacerdotal: obispos, sacerdotes y diáconos. Dos de estos grados participan de manera ministerial en el sacerdocio de Cristo: el orden episcopal, correspondiente a los obispos, y el orden presbiteral, correspondiente a los sacerdotes.
El orden diaconal, según lo establece el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 1554, tiene la finalidad de ayudar y servir a los obispos y sacerdotes. La palabra griega 'diakonía' significa servicio y es de suma importancia para la Iglesia, tanto que se confiere a través de un acto sacramental conocido como "ordenación", es decir, mediante el sacramento del orden.
La ordenación del diácono permanente José Manuel Chillón es un hito relevante para la diócesis de Zamora y para la comunidad cristiana en general. Este evento subraya la apertura de la Iglesia a la participación activa de los laicos y refuerza la diversidad de ministerios dentro de la comunidad eclesiástica.