Javier Faúndez, presidente de la Diputación de Zamora: "A la financiación de las diputaciones hay que darle una vuelta"
"Las diputaciones tienen que tener un presupuesto en función de la población que atienden, no de la población que tienen" | "Tenemos que ayudar a que vengan empresas de fuera, pero también a los que están para que puedan seguir creciendo" | "Hay un compromiso con el Consejo de Alcaldes de presentarle los presupuestos de la Diputación antes de llevarlos al debate"
2 septiembre, 2023 07:00Noticias relacionadas
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Javier Faúndez es desde hace dos meses el nuevo presidente de la Diputación de Zamora. El 27 de junio tomó el bastón de mando engalanado con su amada capa alistana -la misma que hoy luce con orgullo en su despacho- recuperando para el Partido Popular la presidencia de la institución provincial, tras un paréntesis de cuatro años de pacto con Ciudadanos.
Diplomado en Magisterio, 58 años, nació en Bonn, Alemania, donde emigraron sus padres, como tantas otras familias españolas que buscaron en Europa un futuro mejor. Su trayectoria política es larga, de la mano del Partido Popular, que le debe buena parte del éxito electoral de las municipales del 28-M como presidente del comité electoral.
Ha sido senador, diputado provincial durante varias legislaturas, en la última, vicepresidente tercero y delegado del área de Medio Ambiente y Obras Municipales. Presidente de la Mancomunidad Tierras de Aliste desde 2011 y del Consejo de Alcaldes de la provincia de Zamora desde septiembre de 2015. Incluso el presidente es también bombero voluntario. Pero sobre todo, y ante todo, alcalde de Trabazos desde hace 20 años.
-Supongo que esta escuela que da la alcaldía de un pequeño pueblo de Aliste es la mejor credencial para asumir con garantías la presidencia de la Diputación de Zamora.
-Sí, son 20 años ya de alcalde y en ese resumen en el que faltan cosas, pues en todos estos años te va dando experiencia, te va dando recorrido y sobre todo una labor muy importante que es un conocimiento bastante profundo de la provincia. En una cosa que no estoy de acuerdo, he sido presidente del Comité Electoral, coordiné la elaboración de candidaturas, pero sí quisiera mencionar, porque no mucha gente lo hace, toda labor que han hecho los diputados y todos los candidatos a la hora de confeccionar esas mejores listas, que nos han dado unos magníficos resultados en la provincia de Zamora. Sí hice esa labor de coordinación, pero sin el trabajo de esos equipos de trabajo en las comarcas... lógicamente, milagros en Fátima, no hubiese sido posible. Les agradezco a ellos ese reconocimiento que muy pocas veces no se les da.
-Usted presume de que no va a necesitar el GPS para visitar cualquiera de los 500 núcleos de población de la provincia de Zamora. Desde ese conocimiento cercano del territorio, ¿cuál es el mayor problema al que se enfrenta la provincia de Zamora?
-El principal problema que tiene la provincia de Zamora es la despoblación, pero es un problema de la provincia de Zamora y es un problema de buena parte de Castilla y León, de todo el interior de España y de buena parte de Europa. Independientemente de que también nos enfrentamos a los problemas que nos plantean los alcaldes, a los que ahora estamos en fase de recibir en esta casa, y vamos estudiando soluciones. Algunos atendiéndolos personalmente como presidente, otros derivándose luego a los diputados, otros incluso compartiéndolos con la Junta de Castilla y León, que es una institución con la que estamos trabajando de una forma muy coordinada, porque en definitiva, cada vez que resolvemos un problema en un pueblo estamos luchando contra la despoblación y estamos trabajando para mejorar la calidad de vida de las personas que están allí, en ese municipio.
-El ámbito de actuación de una diputación es amplísimo, prácticamente toda la provincia. ¿Cuál es el concepto que a usted le guía respecto a lo que debe ser una diputación que sea eficaz?
-La Diputación de Zamora atiende en la provincia a casi todos los 248 municipios. A todos menos a uno, que es Zamora, porque el ámbito de actuación de las diputaciones son los municipios de menos de 20.000 habitantes. ¿Cuál es nuestra línea de trabajo? Lo que tenemos que hacer es ver qué presupuesto tenemos. Nos gustaría contar con un presupuesto mayor. Siempre he dicho, y no ahora, ya lo dije cuando estaba en el Senado, que a la financiación de las diputaciones hay que darle una vuelta. Las diputaciones tienen que tener un presupuesto en función de la población que atiendes, no de la población que tienes. Y lo que vamos a hacer en este mandato es con ese presupuesto, intentar estirarlo para hacer esas políticas que contribuyan para mejorar la calidad de vida, fundamentalmente de los habitantes de la provincia. Eso no quiere decir que no podamos hacer algún tipo de actuación en la ciudad de Zamora. Pero que sean actuaciones que tengan esa repercusión en el medio rural o en el tejido productivo de la provincia de Zamora.
-¿Es una crítica al equipo anterior, que sí desarrolló gran parte de su acción, por lo menos la más vistosa, en la capital?
-Nosotros no vamos a perder el tiempo en criticar lo que se hizo o lo que se dejó de hacer. Cada uno tiene un tiempo para marcar líneas de trabajo y nosotros vamos a utilizar todo nuestro tiempo y nuestros esfuerzos en mejorar la provincia y en atender aquellos proyectos que veamos que son coherentes. Sí, he dicho en algunas ocasiones que en nuestro ámbito, porque la ley nos lo marca, nuestro ámbito de actuación preferente es la provincia, las localidades de menos de 20.000 habitantes, que es el territorio rural o buena parte o prácticamente toda la provincia de Zamora.
- Desde que tomó posesión hace poco más de dos meses, se ha dedicado de forma frenética a sacar del cajón algunos problemas dolorosos que estaban enquistados y a tratar de ponerles una solución. En parte lo ha conseguido. Por ejemplo, en el conflicto que existía con el Consorcio de Bomberos, o con las limpiadoras de la Diputación -que era un conflicto laboral con la empresa- y ahora con las humedades del Teatro Ramos Carrión. Da la sensación de que pesan como una losa estos problemas del pasado y que usted quiera resolverlos cuanto antes para mirar al futuro, ¿es así?
-Miramos al futuro. Se mira resolviendo los problemas del pasado y los problemas del presente. Esos problemas que aparecen ahí encima de la mesa los hemos detectado en los primeros días de gobierno. Algunos ya los conocíamos y de otros teníamos conocimiento parcial de la Diputación. Están en el actual equipo de gobierno diputados que han estado en el anterior mandato y eso te permite con más facilidad abordar este tipo de problemas. El tema de los bomberos era un problema que teníamos que abordar de primera mano. Para mí hubiese sido mucho más cómodo haber delegado el Consorcio de Bomberos en otro compañero. Lo he asumido personalmente para escuchar, ver la problemática y marcarnos una hoja de ruta. Y esa hoja de ruta ha comenzado con la constitución del Consorcio el día 24 y, a partir de ahí, tendremos un calendario que iremos coordinando para resolver ese problema. El tema de las trabajadoras de la limpieza es de sensibilidad social. La Diputación estaba pagando religiosamente a la empresa concesionaria y esta, al entrar en la administración concursal, no le estaba pagando con diligencia a las trabajadoras. Los hemos escuchado y hemos tomado las medidas que teníamos que tomar dentro de las posibilidades que teníamos. Y con el Ramos Carrión Pues, la misma historia. Si tenemos un problema no podemos mirar para otro lado. Hemos encargado un proyecto para solucionar el problema de forma definitiva. Después también surgen esos problemas que no son menores. Cuando te llega un ayuntamiento que quiere hacer una mejora en una instalación de agua o una mejora de una carretera, y es la labor que tenemos que hacer nosotros, coordinados todos los diputados y también coordinados con otras instituciones que también nos puedan ayudar en ese trabajo. En estos meses hemos trabajado con la Junta de Castilla y León, por ejemplo, para enfocar parte del desarrollo del trabajo de la Diputación y lo estamos haciendo con coherencia y con solvencia.
-Entiendo que solucionar problemas del pasado no se puede interpretar como una ruptura con la anterior corporación, de la que además usted formaba parte. ¿Se hicieron cosas bien en la anterior legislatura?
-Evidentemente, se hicieron cosas.
-¿Alguna que pueda destacar?
-Se ha hecho una buena programación en la renovación de las carreteras de la provincia. Está mal que lo diga yo, pero se ha hecho un magnífico trabajo en materia de medioambiente, con unas inversiones millonarias en estos años. Y en materia de ferias, en promoción de cultura, condicionadas también a un escenario económico. En lo que funciona se seguirá trabajando, y lo que no, tendremos que mejorarlo. Es el reto que adquiere cualquier persona que entra en una administración, pero que no vamos a perder mucho tiempo en criticar. Vamos a gastar todo nuestro esfuerzo en construir.
-Destacamos de su discurso de investidura el llamamiento final: "Basta de lamentos, dediquémonos a trabajar". ¿En qué centrará sus esfuerzos durante esta legislatura? ¿Qué proyectos prioritarios quiere llevar a cabo?
-Nosotros tenemos un lema: un problema, una solución. Es algo que es evidente. Si tenemos un problema y nos estamos lamentando todos los días sin buscar una solución, pues al final seguiremos lamentándonos amargamente y el problema seguirá encima de la mesa. Entonces tenemos que dedicar todo nuestro tiempo a resolver cualquier tipo de problema que nos plantea un ayuntamiento y que entre en las posibilidades de nuestro encaje. Somos una institución compuesta por muchas áreas, con muchos trabajadores, que actuamos en muchos escenarios y tendremos que crear esa dinámica para que la institución funcione en un contexto económico que según nos están advirtiendo no va a ser todo lo boyante que ha sido hasta ahora. Nos están amenazando o poniendo encima de la mesa el tema de reglas fiscales. Y no es lo mismo jugar un partido con unos jugadores que con otros. Evidentemente, tendremos que adaptarnos.
-En la anterior legislatura surgió con mucha fuerza el clamor por una fiscalidad diferenciada para Zamora. ¿Habrá continuidad de esta reivindicación, sea cual sea el futuro gobierno de España?
Sí. Lo he manifestado en el discurso de investidura y de hecho, este mismo viernes llevamos al Pleno una moción del Grupo Mixto, el Partido Socialista y el Partido Popular para reclamar al Gobierno de España e instar también a otras instituciones, como puede ser la Junta de Castilla y León, a que sigan trabajando en ese modelo diferenciador en aquellas provincias que estamos teniendo una pérdida de población, con una densidad de población pequeña para ayudar a que sigan funcionando y creando riqueza. Y también fomentar esos mecanismos favorecedores para que se puedan instalar empresas dentro del medio rural de la provincia de Zamora. Pero yo siempre he dicho también en este contexto de instalación de empresas, que muchas veces no sé si nos obsesionamos en querer traer empresas de fuera, cuando también tenemos que hacer una labor prioritaria que es cuidar y ayudar a crecer a los que están en la provincia de Zamora, que es otro de los puntos de trabajo donde estamos trabajando, también en colaboración con la Junta de Castilla y León.
-¿Dónde está el futuro económico de la provincia? ¿Está en el campo, en la industria agroalimentaria, en las energías renovables, en el turismo, un poco en todo...?
-La provincia es muy singular. Hay mucha gente que hace aseveraciones de la provincia porque realmente no la conoce. Parece que en la provincia de Zamora no hay nada. Hace poquito hemos estado en el Día de la Comarca en Sayago y el presidente de la Asociación de Empresarios, en una intervención muy meritoria, decía que Sayago era en este caso la gran Desconocida o Aliste o La Carballeda, pero hay empresas muy importantes que tienen presencia en el territorio nacional, que generan empleo, que además están algunas en fase de trabajar en el exterior y que lo que hacen es favorecer el desarrollo de la provincia. Tenemos que analizar qué potencialidades tiene, que están muchas de ellas detectadas, lo que es el sector agroalimentario, la agricultura, la ganadería, el turismo y después todo lo que conlleva de forma paralela. Hay otros sectores donde se está trabajando. Estamos viendo que últimamente en algunos ayuntamientos donde hay sinergias favorables, es decir, suelo industrial de una manera más fácil, más ayudas públicas. Es el caso por ejemplo de Villabrázaro, donde llegan empresas importantes que se instalan, que generan riqueza y empleo y, en definitiva, futuro para la provincia. Tenemos que ayudar a que esas empresas vengan, pero también tenemos que ayudar para que los que están puedan seguir creciendo. Nosotros hemos estado reunidos con empresas que nos están pidiendo generar infraestructuras para seguir creando líneas de trabajo, empleo y riqueza. Son las dos grandes vertientes en las que tenemos que trabajar.
-¿Tiene la provincia suficiente suelo industrial? ¿Qué va a ocurrir con Sodeza, la Sociedad para el Desarrollo Social y Económico de la Provincia de Zamora?
-Sodeza es uno de los deberes que nos hemos marcado. En el pasado mandato se abordó su proceso de liquidación. Sodeza tiene suelo industrial, pero ese suelo industrial ahora mismo está inutilizado, no está operativo. Ayer mismo he tenido una reunión con el nuevo abogado contratado por la institución para abordar este procedimiento. Y si los cálculos no me engañan, en un mes o mes y medio podemos tener prácticamente liquidado el procedimiento. Lo que no se puede hacer es iniciar algo y abandonarlo. Nos hemos puesto con ello y hasta que no liquidemos Sodeza no vamos a parar.
-¿De qué forma gestionará entonces la Diputación el suelo industrial disponible?
-Una vez que ese suelo industrial sea patrimonio de la Diputación, hablaremos con los ayuntamientos para fijar las mejores condiciones para que se puedan instalar empresas. Primero, tener el suelo operativo y después poder ofrecerlo en unas condiciones favorables. De hecho, hace no mucho tiempo la Junta de Castilla y León nos había planteado la posibilidad de ocupar varias parcelas en Bermillo de Sayago, para hacer una serie de acciones para medioambiente, para un parque de bomberos comarcal de la Junta, y no hemos podido satisfacer esa petición por el bloqueo de ese suelo. Eso es inconcebible. Y en eso estamos trabajando, pero a velocidad de crucero para, si no se tuerce nada, en tres meses tenerlo resuelto.
-Hablemos de otro proyecto que surgió en plena campaña electoral: un polígono industrial en Monfarracinos. ¿En qué punto está el proyecto, qué plazos de manejan?
-Esa pregunta se la tiene que hacer a la Junta de Castilla y León. Por respeto institucional no se la voy a contestar. Sé que hay contactos, porque además Manolo, alcalde de Monfarracinos, es diputado aquí en esta casa, diputado de Obras. Sí ha habido contactos, pero están trabajando con la Junta de Castilla y León de forma decidida y de forma seria. Nosotros apoyamos cualquier iniciativa que sea buena para la provincia. Cuando se planteó esta iniciativa en la campaña electoral de las elecciones municipales de Zamora, a nosotros como Partido Popular nos ha parecido bien y yo como miembro del Partido Popular y presidente de la Diputación en todo lo que podamos ayudar, apoyar, impulsar y sugerir, lo vamos a hacer, pero sé que está trabajando la Junta de Castilla y León y, evidentemente, quien hipoteca su palabra tiene que cumplirla. Pero sé que los dirigentes actuales trabajan para cumplir esa palabra.
-Debido al envejecimiento de la población, en la provincia de Zamora hay otro nicho de empleo, la Silver Economy o economía plateada, de los cuidados. Se trataba del proyecto estrella del anterior presidente,, Francisco Requejo, pero el nuevo equipo de gobierno está dando pasos trabajando para que sea la Junta de Castilla y León quien asuma este proyecto. ¿Se debe a usted no cree suficientemente en la Silver Economy, o porque cree que la Diputación de Zamora no tiene la suficiente capacidad como para hacerse cargo de un proyecto tan ambicioso?
-Este equipo de gobierno tiene una filosofía, la colaboración institucional. Siempre he dicho que juntos somos más fuertes. La Diputación Provincial no renuncia en ningún momento al proyecto Silver, como hemos manifestado en una entrevista con nuestra consejera, con la zamorana Isabel Blanco. Pero sí estamos en la filosofía de trabajar con aquellas instituciones que también trabajan en lo mismo, para no duplicar esfuerzos y para ir de la mano en proyectos tan importantes. Como Diputación queremos que la Silver sea nuestro proyecto, un referente no solo en Zamora, sino en Castilla y León o incluso a nivel nacional. Sí, pero de la mano de aquellas instituciones que también tienen recursos, recursos importantes y que se dedican a lo mismo. Miren, por experiencia, cuando cada uno intenta hacer la guerra por su cuenta, al final quien se resiente es el ciudadano y la provincia. Y a ese juego nosotros no vamos a jugar.
-Como alcalde sabe que son precisamente los alcaldes los que pisan el barro y conocen de cerca los problemas de los pueblos, lo que necesita el territorio. Prometió en su discurso de investidura potenciar el papel del Consejo de Alcaldes, cuya relevancia en los últimos años ha sido testimonial. Afirma usted que le gusta reunirse con los alcaldes aquí, en esta mesa, a poca distancia, para un trabajo mano a mano. ¿Qué está haciendo para dar ese mayor protagonismo a los alcaldes en las decisiones de la Diputación?
-En primer lugar, el día del Consejo de Alcaldes fue una buena noticia volver a reunir y ver la sala llena. Y fue una anécdota muy curiosa, porque al final se abrió un turno libre y sin limitaciones de preguntas, donde los alcaldes me bombardearon a preguntas. Intenté contestarlas prácticamente todas. De hecho, algunas de las sugerencias que se pusieron encima del Consejo de Alcaldes se han recogido en el borrador del documento incluir en el Plan Municipal de Obras, por ejemplo, como obra prioritaria la eficiencia energética o el autoconsumo energético o instalaciones para la ganadería que no estaban contempladas en anteriores planes. Ha sido fruto de escuchar en el Consejo de Alcaldes y de alcaldes que vienen aquí a reunirse. Plantean asuntos que a lo mejor nosotros como grupo de gobierno no se nos había ocurrido. Y son sugerencias importantes. ¿El Consejo de Alcaldes va a seguir teniendo protagonismo? Sí, evidentemente, aunque lógicamente atiendes mucho mejor y de forma más cercana a un alcalde que a 247. Y sí, de hecho, hay un compromiso con el Consejo de Alcaldes, que es presentarle los presupuestos de la Diputación antes de llevarlos al debate, al pleno de la institución. Reuniremos al Consejo de Alcaldes cuantas veces sean necesarias y a los alcaldes cuantas veces sean necesarias. Si mañana surge algún proyecto comunitario importante, como ha surgido, y tenemos que explicárselo, lo haremos con diligencia y no ceñirnos a una reunión al año, que a lo mejor cuando lo hagamos no tiene sentido.
-¿Con el Gobierno de España tienen también las mismas esperanzas de colaboración institucional que con la Junta de Castilla y León?
-Cada institución tiene que tener su recorrido. La colaboración institucional es necesaria e imprescindible. No te puedes ceñir a tu ámbito de actuación y al resto mirarlos por debajo o por arriba, porque es perjudicial para la provincia. Aparte de esa colaboración institucional con la Junta de Castilla y León, nos hemos reunido con el Ayuntamiento de Zamora, con las OPAs agrarias y con multitud de colectivos. Con el Gobierno de España ahora mismo estamos en una situación de interinidad por el escenario que se ha planteado, pero lógicamente con quien resulte ungido y gobierne en los próximos años en España, nos pondremos en contacto con ellos para poner encima de la mesa muchos planteamientos, como el de la fiscalidad diferenciada, las comunicaciones, el planteamiento de la Nacional 122, el problema de los regadíos, Monte la Reina y otros múltiples problemas que afectan a cada una de las instituciones, igual que a nosotros nos piden y nos plantean problemas para resolverlos.
-Esta semana el presidente de la Junta de Castilla y León anunciaba un paquete de medidas para luchar contra la despoblación y dotar de más vida al mundo rural de Castilla y León. Una de estas medidas prevé entregar entre 1.000 y 2.000 € a las familias de otras CCAA que se quieran asentar en nuestros pueblos. ¿Cree que esta medida puede ser una medida suficiente?
-Es una buena iniciativa, todo lo que redunde en el asentamiento de población y en el crecimiento de la provincia, bienvenido sea. Los pueblos, al final si hay trabajo, si hay vivienda, si hay buenas infraestructuras, si hay buenos servicios, si hay buenas telecomunicaciones, pueden ser atractivos. Si no tienen esos servicios, no van a ser atractivos.
-Usted defiende que sea cual sea la población que tenga un municipio, todos tienen que estar atendidos de igual forma y sus habitantes disfrutar de los mismos servicios básicos y prestaciones que las personas que viven en grandes núcleos. Pero ¿no cree que actualmente eso sea una quimera? De hecho, ni siquiera la propia Junta de Castilla y León puede mantener abiertos todos los consultorios médicos. ¿Qué se puede hacer contra eso?
-Yo les hablo de los servicios que presta la Diputación Provincial. Les pongo un ejemplo. El Ayuntamiento de Figueruela tenía un problema de abastecimiento, un problema de saneamiento importante en la zona urbana y lo hemos atendido; el año pasado en Villanueva de los Corchos, una localidad con muy poquita población, José María Barrios y yo pasamos por allí. Vimos que la carretera estaba en muy mal estado y hemos hecho una carretera independientemente. Aunque vivan 13, 14, 15 ó 20 personas. Es nuestra obligación, cada uno dentro de su ámbito competencial.
-La Diputación ha tenido un papel fundamental este verano con el problema sobrevenido de la contaminación del agua de los pueblos de la comarca de Sayago. ¿De qué forma se puede evitar que vuelva a ocurrir lo mismo el próximo verano?
-Este escenario nunca se había planteado de Sayagua. Hace seis o siete años sí tuvimos un problema con el metano en la captación de agua que se hace en la zona de la ermita de Gracia, en el embalse. En ese momento la Junta, la Diputación y la Mancomunidad pusieron los mecanismos para solucionar este problema. Este escenario que hemos vivido este año por contaminación por pesticidas, concretamente, no lo habíamos vivido. Hemos dado esas soluciones inmediatas y después vendrán las soluciones ya definitivas en las que, lógicamente, estamos trabajando y estudiando. De hecho, en materia de medioambiente hemos invertido cantidades muy importantes en proyectos que parecían de fantasía hace unos años, como el proyecto del Alfoz Norte, del Alfoz Sur, trabajar en proyectos como el de Benavente, de los Valles, depuradoras... también en el saneamiento hemos hecho un trabajo como las hormigas, de poquito a poco, pero con resultados. De hecho, hemos tenido un verano relativamente tranquilo en materia de abastecimiento, con cosas muy puntuales, pero no el problema que teníamos hace cuatro años, donde estábamos desbordados en muchos puntos de la provincia. Cuando se hacen actuaciones se hacen para un horizonte de 25, 30 ó 40 años.
-Hemos tenido un verano tranquilo también, afortunadamente, en lo que se refiere a los incendios, después de la devastación del pasado año en el que se registraron los peores incendios de la historia de España en la Sierra de la Culebra. Presenciamos escenas como, por ejemplo, vecinos de la Sierra de la Culebra recibiendo a patadas el coche oficial del propio presidente de la Junta. ¿Cree que este año la Junta ha tomado nota y ha destinado recursos suficientes para prevenir que se produzcan otra vez catástrofes medioambientales como la vivida?
-Mire, yo le voy a hacer una valoración que no sé si le gustará a todo el mundo. Yo he estado en esos incendios subido en un camión de bomberos, colaborando con Tierras de Aliste. He estado en múltiples incendios. Cuando tienes un incendio en unas circunstancias de un nivel de temperaturas extremo, un nivel de humedad extremo, unos vientos extremos. Y encima en un escenario de grandes masas de pinares. La verdad es que se puede abrir el debate, que yo lo comparto, de si con más medios se podría haber hecho más, pero la situación que tienes en muchas ocasiones es de impotencia. ¿Limpiar los montes es importante? Sí, fundamental. Se genera empleo, se conserva el medioambiente. Pero yo he visto pinares en la zona de Boya, completamente limpios, pinares casi de última clara, que se han quemado, y estaban completamente limpios. Porque cuando un incendio de esas dimensiones en la zona de pinares coge llama en copa poco podemos hacer. Tenemos que hacer esa reflexión aquí en Zamora, pero también en Tenerife, en Cataluña y en Valencia. Estamos teniendo cada vez incendios que llaman de última generación que es muy difícil abordarlos cuando tienes las condiciones muy adversas. Este verano hemos tenido un incendio en Portugal donde las condiciones climatológicas nos han sido adversas. Los medios han estado ahí, un importante volumen de medios y un incendio muy difícil. Se ha intentado controlar, pero cuando el escenario en el que te presentas es completamente adverso, es muy difícil hasta que la climatología te da un poquito de respiro.
-Tendremos entonces que prepararnos para lo peor, por la subida de las temperaturas, el calentamiento global y la sequía...
-Son otros escenarios en los que debemos de trabajar. También los ayuntamientos tienen que trabajar la limpieza de los perímetros de las viviendas y, sobre todo, la limpieza de las fincas urbanas. A veces hay situaciones de dejadez. Nosotros ahora mismo tenemos 11 ó 13 cuadrillas trabajando en esa labor, algunas de forma expresa para la retirada de vegetación quemada en la zona del entorno de la Sierra de la Culebra. Pero pienso que todos, también los alcaldes, tenemos que poner nuestro granito de arena para contribuir en proteger esas poblaciones. Es muy penoso cuando se quema una gran masa arbolada que produce riqueza, medioambiental y económica, pero cuando las circunstancias son completamente adversas, a veces, tengas lo que tengas, no te llega.
-¿Qué planes tiene para Ifeza? ¿Qué cuentas se han encontrado, es una institución rentable?
-Las instituciones no tienen que tener un criterio de rentabilidad económica, pero tienen que tener un control económico y una rentabilidad social. Es un instituto ferial que tiene como su primer objetivo mantener un espacio ejemplar, que vamos a mejorar, pero sobre todo contribuir a la realización de ferias, ferias importantes para sectores de la provincia donde pueda promocionar sus productos y poner en valor aquellos recursos de la provincia de Zamora y que además genere una cierta inercia con beneficios para diversos sectores. Pero no se va a convertir en fiestas. Ferias empieza por F, Fiestas, empieza por F. Ferias son el objetivo de Ifeza, pero no las fiestas, y menos pagadas con dinero público.
-Se produjo un extraño robo de ordenadores del recinto ferial. ¿Se ha esclarecido?
-Yo siempre he dicho que hay situaciones que nos parecen paradójicas. Cuando nosotros llegamos aquí ya nos había llegado esa información de que habían desaparecido unos ordenadores en el Instituto Ferial, que además cuenta con vigilancia y habían desaparecido unos ordenadores sin forzar ninguna cerradura. Son ordenadores que contenían información diversa e información de Fromago. Desaparecieron tres ordenadores. Bueno, pues mala suerte, nos han robado. La vida sigue y tenemos que funcionar y mirar hacia adelante. Esa denuncia finalmente se presentó por la insistencia de este grupo de gobierno, porque los ordenadores, si no me equivoco, desaparecieron en torno al día 11 y la denuncia se puso el día 28 en esas fechas.
-Tras el éxito de la primera edición, ¿habrá Fromago el próximo año?
-Sí, lo hemos dicho desde el primer minuto. Lo que tenemos que hacer es hacer una feria profesionalizada. Hemos mantenido varias reuniones con la Fundación de Industrias Lácteas. Han decidido asumir el reto de organizar la feria Fromago. La Diputación va a poner encima de la mesa el mismo dinero que puso el año pasado en presupuestos, que son 550.000 € para la realización de la feria. Siempre hemos dicho, y no es una palabra mía, sino de Narciso Prieto, de Caja Rural, que a escote todo es barato. Lo único que hemos pedido es la misma implicación por parte del resto de instituciones. El Ayuntamiento de Zamora, que tendrá que manifestarse. Yo entiendo que tiene que volcarse más en una feria. Volcarse no solo es en darte palmaditas, sino volcarse en lo económico, porque esa feria, aparte de tener una repercusión importante para dos sectores estratégicos de la provincia como es el sector del queso, más los derivados, la leche, la agricultura, la ganadería tiene una repercusión económica muy importante en la propia ciudad, y también la Junta de Castilla y León se tiene que implicar en el mismo grado. Pero también se tienen que implicar, que también se está trabajando a través de la Fundación, con la esponsorización de empresas de calado nacional y empresas nacionales y también del propio sector. Yo pienso que si entre todos nos mentalizamos de que la feria es de todos, la podemos asentar este año y tener recorrido en un futuro. Pero la feria no puede ser un descontrol económico.
-En estos dos meses ha tenido una agenda muy apretada pero ha reservado espacio para reunirse con nuestros vecinos portugueses. ¿Qué papel tiene la cooperación transfronteriza en asuntos de interés común como las infraestructuras y el medioambiente?
-La colaboración transfronteriza a mí no me coge de nuevo porque mi ayuntamiento es transfronterizo. He tenido a lo largo de estos años muy buenas relaciones con la Cámara Municipal de Braganza, con la de Vimioso y con la de Miranda do Douro. Y en estas tomas de contacto hay proyectos importantes que se pueden desarrollar de forma conjunta a través de fondos europeos. Claro que los hay. Y en ese escenario nos vamos a mover. Pero en estos días se abrió el debate en Portugal con su plan de infraestructuras ferroviarias, en donde parte de estas cámaras o todas estas cámaras, más el norte de Portugal, planteaban la necesidad de que el gobierno portugués en un futuro, que será un futuro lejano, pero las decisiones las tienen que tomar ahora, sería importante comunicar esta zona transfronteriza con dificultades con una línea de alta velocidad de conexión de Oporto con Madrid. Esa oportunidad se le abre a ellos pero también a la provincia de Zamora. Para Zamora sería importante que el Gobierno de Portugal tomara esa decisión y ya entonces nos tocaría a nosotros trabajar con el Gobierno de España para unir Portugal con Zamora y Madrid con una línea de alta velocidad. Nos hemos puesto a disposición de ellos. Hemos mantenido reuniones aquí en este mismo despacho con todos ellos y hemos logrado algo que ha sido relativamente fácil: el apoyo institucional de todos los grupos políticos que forman parte de la Diputación para aprobar una declaración institucional y decirle a las cámaras municipales y al Gobierno de Portugal que Zamora está con ellos y que Zamora necesita también ese proyecto, al igual que también lo necesitan ellos.
-Antes de despedir esta entrevista, ¿hay algún asunto que le gustaría destacar o anunciar?
-Los anuncios se van haciendo puntualmente. Lo único que le digo que estamos instaurados este grupo de gobierno es una línea de trabajo intensa, por falta de horas no va a ser, por falta de escuchar no va a ser. Y que sí, todo el presupuesto que tenga la Diputación lo vamos a invertir con toda la coherencia del mundo, sin renunciar a que las diputaciones que prestamos este tipo de servicios a casi todo el territorio tengan un modelo de financiación diferente al actual, que no nos parece el correcto.