Vertidos fecales en las aguas del Duero provocan la prohibición del baño en la playa de Los Pelambres

El Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León ha declarado las aguas de la playa de Los Pelambres, en el río Duero, como zona no apta para el baño. Todo tras detectar enterobacterias, es decir, contaminación por aguas fecales, en sus aguas durante el último control periódico que hace habitualmente la Junta en cada zona de baño de la Comunidad.

La delegada territorial de la Junta, Leticia García, ha indicado que esta contaminación por aguas fecales no ha sido exclusiva de Zamora, sino que también ha ocurrido en otras playas de la provincia como pueden ser Milles de la Polvorosa, Santa Cristina de la Polvorosa o Burganes de Valverde. En concreto, estas cuatro han dado positivo en enterobacterias y así se le ha comunicado a los respectivos ayuntamientos, "que tienen la obligación de colocar un cartel diciendo que el agua no es apta para el baño por la existencia de esas bacterias".

Eso sí, la delegada territorial de la Junta ha querido dejar claro que "nada que ver" con la aparición de "posibles" peces muertos en la zona de la playa de Los Pelambres, como se ha denunciado en los últimos días. De hecho, Leticia García ha desvelado que los peces muertos aparecidos semanas atrás en el entorno del Duero en la zona de Villaralbo, no murieron a causa de ninguna enfermedad ni contaminación.

Los análisis del laboratorio de referencia de Algete (Madrid) arrojan un resultado negativo en cinco enfermedades para las cuales se analizaron mediante PCR a los peces muertos. Por lo tanto, ya con las conclusiones de todos los informes de todos los organismos, la delegada territorial ha explicado que "no hay una causa clara con un vertido y una relación de causalidad con un posible vertido".

Por ello, concluyen que, como indicaron los análisis de la Confederación Hidrográfica del Duro, la mortandad de los peces puede ser debido a múltiples factores como el nivel de pH, cuyos parámetros "eran incompatibles con la salud de los peces más débiles"; y por un caudal bajo debido a la escasez de precipitaciones en el verano y que ha podido suponer la pérdida de vidas de estos peces durante ese periodo.