"Arancha no va a volver". Así se lamentaba David García, alcalde de Roales del Pan, de la mortal agresión que ha sufrido su vecina, una enfermera de 27 años, quien fue atacada brutalmente por cinco perros (tres mastines y dos carea leonés) cuando paseaba por un camino de concentración parcelaria entre los municipios de Roales, La Hiniesta y Cubillos.
Con lágrimas en los ojos y teniendo que parar en ocasiones, David García ha sacado fuerzas de flaqueza primero para pedir respeto por la familia de Arancha Corcero Girón, muy conocida en el pueblo, y que han perdido a su única hija. Con la presencia de varias televisiones nacionales, el alcalde ha explicado cómo se produjo el fatal suceso, en el entorno de las 18 horas, cuando la joven fue sorprendida por el ataque de estos cinco animales de pastoreo, sin previo aviso y cuando hablaba por teléfono con su madre.
David García ha explicado que la mortal agresión se encuentra bajo investigación, y que espera que esto aclare por qué estos cinco perros atacaron tan agresivamente a esta joven y, sobre todo, dónde se encontraba el pastor responsable de estos animales. "No es normal que los perros estuvieran solos. La normativa es clara al respecto", detallaba.
El alcalde confía en que las investigaciones de la Guardia Civil lleguen a buen puerto y ha pedido respeto para las mismas. David García se ha referido a los comentarios recogidos de varios vecinos que aseguraban que no era la primera vez que estos animales se comportaban de forma agresiva. El alcalde ha asegurado que el Ayuntamiento de Roales del Pan "no tenía constancia oficial" de ningún otro suceso y reitera "lo extraño" de que cinco animales ataquen de ese modo.
Un temor que comparten los vecinos del municipio. "Están todos muy asustados, hay mucho miedo y les hemos tenido que decir a nuestros hijos que no salgan solos lejos", explicaba. Pero insistía en enviar un mensaje de "tranquilidad" a sus vecinos, explicando que los cinco animales estaban bajo custodia de la Junta de Castilla y León "con los protocolos más estrictos".
"Los perros no son asesinos"
El alcalde ha explicado también que la presencia de lobos es habitual en este municipio y los aledaños. Algo que podría haber afectado en el carácter de estos animales, "que están acostumbrados a tener que defender al ganado de ellos". Recordaba que recientemente una explotación ganadera cercana había sufrido un ataque lobuno con 80 ovejas muertas.
"Los perros no son personas, tienen sus instintos y más estos, cuyo trabajo es defenderse del lobo, lo que les vuelve más agresivos", señala. Aún así reitera que "los perros no son asesinos" y siente mucha "impotencia" sobre cómo ha podido ocurrir un suceso tan terrible con su joven vecina.
Por ello, David García se dirigirá al Consejo de Alcaldes de la provincia de Zamora para que se endurezcan los controles y normativa con respecto a los animales de pastoreo su vigilancia. "No quiero más Aranchas aquí", aseguraba entre lágrimas, mientras que indicaba que su deber como alcalde era "proteger al resto de vecinos", dentro de lo que la normativa municipal le permita.
Un pueblo roto
La familia de Arancha es muy extensa, aunque ella era hija única. La niña de la casa Solo ha que pasearse unos minutos por el pueblo, hoy más vacío y triste, para encontrarse con algún vecino que guarde parentesco con ellos. Una familia trabajadora. De las que viven en Roales desde hace décadas. Y Arancha, una joven con su cuadrilla, que se enteró repentinamente del suceso a través de los medios de comunicación.
"Tengo una nieta en Madrid que me llamó de noche para preguntarme qué había pasado con Arancha", explica una vecina, que a su vez es prima de la madre de Arancha, quien escuchó desde el otro lado del teléfono el grito de socorro de la joven.
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El dolor del pueblo es más que evidente. Roales amanecía de luto y en el único bar, el de la piscina municipal, que encontramos abierto no hay otro tema de conversación. Muchos no quieren hablar. El respeto a la querida familia es máximo. Pero hasta los trabajadores de la instalación de placas solares que están a las afueras del municipio y que acuden a almorzar a este bar han conocido la historia.
"Pobre chica. Es que no me lo explico. ¿Por qué atacan cinco perros así". Así se expresan dos trabajadores, uno de Cádiz y otro de Murcia, que no dan crédito del suceso. No sabían que había lobos en la zona, pero ahora no lo olvidarán.
De momento, el alcalde de Roales no ha querido desvelar cuándo será el funeral de Arancha, ni tampoco si se celebrará un minuto de silencio en su recuerdo. "Solo queremos despedirla y apoyar a la familia, no podemos pensar en más", sentencia.