Arancha Corcero Girón salía habitualmente a pasear por el campo de su pueblo, Roales del Pan. Era una chica "muy deportista", explica entre lágrimas el alcalde del municipio, David García. La joven de 27 años y enfermera de profesión era "muy querida" en su pueblo, donde residía en la vivienda familiar, junto a sus padres.
El alcalde roaleño se deshace en halagos a su vecina. "Era muy estudiosa, inteligente, callada, reservada, risueña, muy guapa y muy amable con todo el mundo, participaba en las cosas del pueblo", explica. Pero, como lamenta David García, "ya no volveremos a ver a esa niña en el pueblo. Esta pobre chica que tenía un futuro, estamos destrozados".
Y es que este lunes 23 de octubre, sobre las 18 horas, la vida de esta enfermera del Sacyl se truncaría par siempre. La joven paseaba sola por un camino de concentración entre las localidades de Roales del Pan y La Hiniesta cuando cinco perros de pastoreo (mastines y carea leonés) se abalanzaron sobre ella sin previo aviso cuando pasaba a su lado.
Quiso el cruel destino que Arancha se encontrara en ese momento hablando por teléfono con su madre, a la que pidió auxilio desesperada. "Mamá, que vienen los perros, que vienen los perros. Mamá auxilio, y ya se cayó el teléfono", explica el alcalde. Esas fueron las últimas palabras de la joven, antes de que esta jauría de perros "la destrozara".
Su madre acudió a toda prisa a la zona donde hacen límite Roales del Pan, La Hiniesta y Cubillos, pero nada pudo hacer por ella. Rápido avisó a su padre, quien llamó al Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León y a la Guardia Civil. Pero lamentablemente nada se pudo hacer por la vida de Arancha. Muy apenado, el alcalde de Roales explica que "no tuvo oportunidad, era una chica delgada, y ¿qué iba a hacer ella contra cinco mastines?".
En otras ocasiones, Arancha paseaba con el perro de la familia, un husky siberiano. Pero en esta ocasión no fue así, y el alcalde del municipio se lamenta de que, igual en ese caso, "podía haberla defendido o darle oportunidad a huir". Pero ante todo quiere focalizar la responsabilidad al pastor que acompañaba al ganado y a los cinco perros. No quiere hablar demasiado sobre la identidad de este, pero sí apunta que es vecino de La Hiniesta, y que "es particular". Ahora solo quiere confiar en las investigaciones de la Guardia Civil y que todo el peso de la ley caiga contra el responsable.
Según fuentes vecinales, estos animales ya habían protagonizado algún momento de tensión con otros vecinos de la zona, si bien, el alcalde de Roales aseguraba que no existen denuncias oficiales al respecto. Eso sí, recuerda que las razas de estos ejemplares "están preparadas para defenderse de los lobos", que también tienen presencia en el pueblo.
Un pueblo de luto
Como es lógico, el pueblo entero está destrozado por el suceso. La familia de Arancha es muy conocida y querida en el pueblo. "Llevan toda la vida aquí", apunta David García, quien añade que son "personas muy trabajadoras, humildes y buena gente". Ahora están recibiendo asistencia psicológica ofrecida por la Junta de Castilla y León.
El Ayuntamiento de Roales del Pan ha declarado tres días de luto oficial, para que los vecinos puedan llorar a su joven vecina porque "nadie está preparado para algo así. Es una desgracia muy gorda", señala su alcalde.
Además, David García va a impulsar mañana mismo algún tipo de regulación municipal que obligue a los pastores a tener a sus perros controlados "en todo momento". Algo que, en principio, ya contempla la normativa estatal, que permite que los animales que cuidan del ganado no estén atados, aunque sí vigilados siempre por sus dueños.
También intentará impulsar un decreto que prohíba la entrada del pastor en cuestión al municipio "de algún modo". El alcalde quiere evitar por todos los medios "que algo así vuelva a ocurrir en mi término".