Todos los partidos políticos de Zamora se han unido en un minuto de silencio en recuerdo de Miguel Ángel González y David Pérez, los dos agentes de la Guardia Civil asesinados por una narcolancha el pasado viernes 9 de febrero en Barbate (Cádiz).

El Ayuntamiento de Zamora y la Diputación Provincial se han sumado a la convocatoria de la Federación de Municipios y Provincias para mostrar su dolor por la muerte de estos dos guardias civiles, cuya zódiac fue embestida y arrollada por los narcos que operan en las costas gaditanas.

Los fallecidos son David Pérez Carracedo, de 43 años, natural de Barcelona, pero con raíces en la localidad leonesa de Nogarejas, del municipio de Castrocontrigo, donde ha sido enterrado. El agente deja dos hijas, de 10 y 8 años, y estaba destinado en el Grupo de Acción Rápida (GAR), cuya base se encuentra en la Comandancia de la Guardia Civil de Navarra.

[David, uno de los guardias civiles fallecidos en Barbate, tenía raíces leonesas: “Era un padrazo”]

Por su parte, Miguel Ángel González Gómez tenía 39 años, era natural de San Fernando (Cádiz) y que estaba destinado en los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de Algeciras.

Tras el minuto de silencio, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha querido mandar su solidaridad en nombre de la ciudad a las familias de ambos agentes, que están viviendo un "momento muy duro", y más "cuando han tenido quever repetidamente tanto el audio como el vídeo" en los que se jalea a los narcotraficantes durante el ataque. Pero también ha dejado un mensaje a "todas las administraciones competentes" para que "se pongan los medios necesarios" para el control y erradicación del narcotráfico en la zona de Cádiz y el estrecho de Gibraltar.

Guarido recordaba estas durísimas grabaciones del momento de la muerte de estos dos agentes, donde también se puede escuchar decir "Mi madre. ¿Esta es la Guardia Civil, con esa lancha de mierda? Con esa mierda, con lo que tienen. Lo que tienen aquí. No tienen otra cosa".

Y es que David y Miguel Ángel viajaban en una zódiac en el momento del ataque porque las tres patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que tienen su base en Cádiz, están averiadas desde hace varias semanas. "Es necesario que estos hechos no vuelvan a ocurrir", recalcaba Guarido, quien solicitaba más protección para los agentes del Instituto Armado.

Por su parte, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora, Héctor Pulido, agradecía el apoyo y solidaridad de la Federación de Municipios y Provincias "en este día y todo el año". Pulido manifestaba su sentimiento pena y tristeza por lo ocurrido, pero también de orgullo de los dos compañeros que han muerto en "acto de servicio y que para nosotros son un ejemplo".