El alcalde de Zamora, Francisco Guarido

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido

Zamora

Guarido culpa al Gobierno de España de la falta de comunicación sobre las obras en Cardenal Cisneros y Requejo

El alcalde considera que desde la Subdelegación del Gobierno "no se está informando suficientemente" a la población y ha recordado que "son sus obras"

12 junio, 2024 14:58

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha trasladado la responsabilidad a la Subdelegación del Gobierno por la falta de información sobre las obras que se están llevando a cabo en las principales travesías de la ciudad. Estas obras, que están generando importantes retenciones y congestión del tráfico al reducir de cuatro a dos los carriles disponibles para la circulación de vehículos en la avenida Cardenal Cisneros y en la avenida de Requejo, ha generado toda una polémica entre los ciudadanos de la capital. 

Guarido considera que desde la Subdelegación del Gobierno "no se está informando suficientemente" a la población y ha recordado que "son sus obras", ya que es el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana el responsable de estos proyectos de humanización de las travesías de carreteras estatales que cruzan el casco urbano de Zamora.

En su opinión, es responsabilidad de la Unidad de Carreteras del Ministerio proporcionar detalles sobre los planes de obras e informar previamente de cómo afectarán al tráfico. "Me incomoda tener que ser yo, como alcalde, quien informe sobre estas cuestiones", ha declarado Guarido.

El alcalde también ha vuelto a aclarar que, una vez concluyan los trabajos en la avenida de Requejo, se restablecerán los dos carriles de circulación en cada sentido, con un ciclocarril compartido con ciclistas. Por otro lado, ha repetido que en Cardenal Cisneros se habilitarán dos carriles para la circulación de vehículos en cada dirección y se añadirá un carril bici por medio de ambas vías. 

Aún con todo, Guarido ha pedido calma a la población y ha recordado que las obras "siempre generan molestias, pero son un bien para el futuro". Y, a pesar de no haber trasladado su malestar directamente al subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, Guarido cree que "tiene oídos y vista y tiene que saber lo que pasa".