La demolición de los cuatro edificios situados entre los números 43 y 49 de la avenida de la Feria se ha convertido en realidad durante la mañana de este martes, como parte del proceso de liberación de la muralla en ese tramo de la ciudad. Durante las últimas semanas, se habían realizado trabajos previos en el interior de los inmuebles, y ahora el derribo ya se hace patente en la vía pública.

Esta intervención, que cubre una superficie total de 1.227 metros cuadrados, incluye 723 metros cuadrados destinados a viviendas y 1.133 metros cuadrados de locales comerciales.

Las propiedades fueron expropiadas por el Ayuntamiento de Zamora por 770.564,86 euros, tras alcanzar acuerdos con los 14 propietarios de los edificios, facilitando así la adquisición de estos inmuebles. Los terrenos se incorporarán al Sistema General de Espacios Libres de Uso Público como parte del plan para liberar y poner en valor la muralla de la ciudad.

Derribo de viviendas en la avenida de la Feria para liberar la muralla de Zamora

El proceso de demolición ha estado paralizado durante dos años debido a una reclamación judicial presentada por una de las empresas que no resultó adjudicataria del contrato de derribo. El Tribunal Superior de Justicia había ordenado la suspensión cautelar del derribo, manteniéndose durante casi dos años de litigios. Finalmente, el TSJ levantó la medida cautelar en 2023, permitiendo que el Ayuntamiento avanzara con la demolición de los edificios, cuyas propiedades fueron adquiridas a finales de 2021.

Una vez completada la demolición de estos inmuebles, el Ayuntamiento de Zamora tiene previsto ajardinar el entorno, con una inversión estimada de 800.000 euros. Este proyecto de ajardinamiento será financiado con fondos de la Unión Europea, en el marco del proyecto Renaturaliza, y contribuirá a la recuperación y revitalización de esta histórica área de la ciudad.

Derribo de viviendas en la avenida de la Feria para liberar la muralla de Zamora

Con el derribo de estos edificios, solo quedan pendientes de intervención los inmuebles adyacentes a la rotonda, donde aún funcionan algunos negocios, como un bar y una tienda de semillas.