La Guardia Civil está comprometida con la disminución de la siniestralidad en las carreteras en España. Por ello realiza las funciones que la legislación le encomienda de vigilancia y control del tráfico y del transporte en las vías públicas interurbanas.

La pasada noche del 12 de septiembre, varios Agentes del Destacamento de Tráfico de Zamora, estaban realizando un servicio preventivo de vigilancia en la carretera autonómica ZA-305, a la altura del kilómetro 4,700 y cerca de la localidad de Entrala (Zamora).

Allí vieron como un turismo realizó una maniobra evasiva, iniciando el seguimiento de dicho vehículo con el objetivo de poder identificar a su conductor.

Durante el seguimiento el conductor colisionó intencionadamente contra el vehículo de los agentes continuando con su huida, finalmente, fue interceptado. En ese momento el conductor inició un forcejeó con los Agentes procediendo a su detención.

El detenido carecía del permiso de conducción por la pérdida de puntos y fue sometido a la prueba de detección de drogas en el organismo, dando resultado positivo en THC y anfetaminas, y aún están pendiente de los resultados de los análisis.

Se instruyeron diligencias como supuesto autor de un delito de resistencia y desobediencia, ilícito de agresión contra la Autoridad, delito por conducción bajo los efectos de las drogas, así como infracción por carecer de permiso de conducción por la pérdida total de puntos.

Por ello, tanto las diligencias confeccionadas como el detenido, fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Zamora.

Por la comisión de estos delitos penales se enfrenta a numerosas condenas de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses por el supuesto de desobediencia y resistencia a la Autoridad, prisión de uno a cuatro años y multa de tres a seis meses por atentado.

También podrá ser condenado a prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en interés de la comunidad de treinta y uno a noventa días y privación del derecho a conducir vehículos a motor, por un periodo superior a uno y hasta cuatro años por conducción bajo los efectos de drogas.

Finalmente, se enfrentará a una pena de prisión de tres a seis meses o multa de doce a veinticuatro meses, o trabajos en favor de la comunidad de treinta y uno a noventa días por conducir vehículo a motor careciendo de permiso de conducción.

Desde la Dirección General de la Guardia Civil recuerdan que la ingesta de drogas o sustancias tóxicas influyen en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, alterando la percepción de la realidad. 

Esto establece una conducción inapropiada y creando un peligro para la vida propia y para el resto de usuarios de la vía, incrementando la posibilidad de sufrir un siniestro vial.