Visparros y Viellas llegan a Triufé por el solsticio de invierno
Visparros y Viellas toman Triufé (Zamora) en su tradicional ritual por el solsticio de invierno
- La mascarada, recuperada en 2015 tras casi 80 años desaparecida, ha celebrado su recorrido por las calles del pueblo para el deleite de los más pequeños.
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Triufé (Zamora) ha vuelto a ser tomada este sábado por los Visparros y Viellas con motivo del solsticio de invierno, momento en el que llegan a la localidad sanabresa para realizar sus tradicionales ritos invernales por las calles del municipio.
La mascarada recuperada por Criosanabria y varios vecinos del pueblo y municipios vecinos en 2015 se había perdido durante la década de los 30 del siglo XX. Desde la organización han recordado que poco antes de recuperar esta tradición "pocas personas se acordaban de su existencia ya que habían pasado más de 80 años".
"Por tanto casi no había personas vivas que lo recordaran o no lo contaban por darle escasa importancia al considerarlo cosas antiguas sin valor", han recalcado desde Criosanabria.
Aunque ha habido hasta dos generaciones que no han vivido la tradición, la asociación considera que las tradiciones "afianzan la pertenencia y el arraigo a los pueblos de Sanabria". Por eso, desde hace una década optaron por revivir los Visparros y Viellas y que ya hay menores que dentro de unos años "lo considerarán algo suyo y propio".
Algo que también ocurre con los ramos de Navidad, el tuero o el entruixo, así como otras tantas tradiciones que desaparecieron hace casi un siglo. "Que no las conozcamos no quiere decir que no existieran y nuestros antepasados las respetaran y realizaran continuamente", han recalcado.
Los Visparros y Viellas son una mascarada ancestral donde los visparros (demonios y personales malhechores) y viellas (sabiduría, naturaleza y personaje antropomofo y benefactor) representan un ritual pagano que su origen se remonta a la cultura castreña o incluso anterior, ya que existen pinturas rupestres en varias cuevas.
Un ritual que fue adaptado por los romanos en sus fiestas lupercales y que desde la Edad Media y hasta la actualidad la Iglesia Católica lo ha aceptado y rechazado alternativamente dependiendo de la época, añadiéndose personajes nuevos como la filandorra o el galán.
El objetivo del ritual es que los visparros sean vencidos por las viellas y al tener lugar entre el 27 de diciembre y el 1 de enero, en el solsticio de invierno, simbolizan el bien y la luz, que se imponen al mal y la oscuridad.
Actualmente el ritual tiene un tono festivo y la mascarada recorre las calles de Triufé siguiendo a las personas que se encuentran a su paso, especialmente niños y niñas, parando en algunas casas para que les den el aguinaldo con comida y bebidas, así como productos de la matanza o huevos.
Al mismo tiempo se realizan pequeños rituales como tirar ceniza que simboliza la fertilidad, se hace un fuego es una llamada al sol para volver a crecer o el sonido de los chocallos que rompe con las bajas vibraciones de los sonidos invernales.
