La pastelería más antigua de Zamora: descendiente del imperio nacional de las galletas
- Esta familia de pasteleros levantó la penúltima gran factoría de la ciudad.
- Más información: La fábrica de Reglero, cuando Zamora fue el imperio nacional de las galletas
La provincia de Zamora destaca por su amplia variedad de pastelerías, algunas de ellas, cuentan con varios años de experiencia en el sector.
Una, que aunque no es la más antigua, desciende de la famosa fábrica de Reglero, que entre los años 60 y 90 hizo que la capital zamorana fuera sede de uno de los imperios galleteros más importantes del país.
Esta familia de pasteleros estableció durante tres décadas la penúltima gran factoría de la ciudad, concretamente en la avenida Portugal, cerca del parque de La Marina, de la que queda la Confitería El Esquiador, y mantiene vivo, en la actualidad, el recuerdo de una de las factorías más potentes que tuvo Zamora.
Este local fue abierto en 2013 por José Reglero hijo, quien retoma la tradición familiar en la ciudad con este negocio. El nombre rinde homenaje a la primera imagen de marca que su padre usó en el escaparate y en todos los envoltorios de sus míticos dulces.
Además, uno de los productos que volvieron a tener vida en la ciudad con esta apertura, fueron los famosos Caprichos de Reina. Uno de los dulces más conocidos de esta familia y que, con la inauguración de la tienda, recuperó las pesetas en la promoción inicial, ofreciendo una caja de estos bombones por cinco pesetas.
Se trata de unos bombones artesanales elaborados con frutos secos (almendras y piñones), huevos camperos, tocino de cielo y una cobertura de chocolate de primera calidad.
Unos dulces elaborados de forma completamente artesanal, que durante años pervivieron en el corazón de los zamoranos y que forman, de alguna forma, parte de la historia de esta ciudad, así como las largas colas que se formaban a las puertas de la tienda para comprarlos.
Unas colas que, cuando abrió esta confitería, volvieron a verse como años atrás, en la avenida Portugal, cuando José Reglero hijo, volvió a elaborar uno estos dulces que tan conocido hizo el nombre de su familia.
Tal y como se hacía originalmente, estos famosos Caprichos cuentan con distintas variedades como la de café, almendra, piñones, licor de cereza, flan y turrón. Productos que se elaboran respetando la misma receta creada por José Reglero padre, de forma artesanal y con materias primas naturales de gran calidad.
Este establecimiento se encuentra en la que fuera la calle más dulce de la capital zamorana, recuperando uno de sus productos estrella, los Caprichos de Reina. Capitaneado por José Reglero hijo, quien, con esta confitería, recupera una tradición que comenzó su abuelo hace más de 100 años.