Ángel Martín: “En Castilla y León hemos negado la realidad demográfica durante décadas”
Quizá la sociología sea una de las ciencias que más calado tienen pero que suelen pasar más desapercibidas para los ciudadanos. Será por su transversalidad de temas y su impronta en cuestiones del día a día, pero lo cierto es que es la materia que analiza nuestras pautas y comportamientos como sociedad. La que nos hace una radiografía completa. Ángel Martín es el presidente de la Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León (Socyl), nacida en 2015, y repasa para Noticiascyl el papel que juega y también cuestiones de actualidad.
Pregunta: En primer lugar, ¿cómo definiría la sociología y cuál sería su función?
Respuesta: En realidad somos una disciplina crítica e incómoda, y debemos serlo. Debemos analizar de manera crítica qué es lo que acontece en nuestra estructura social a varios niveles. A todo eso se dedica la sociología y para eso tenemos unas técnicas de investigación propias. Por un lado las cuantitativas, que son las encuestas que todo el mundo conoce. También las cualitativas de investigación social, donde destacan las entrevistas o los grupos de discusión, como ejemplos paradigmáticos.
P: ¿Con qué objetivo nace Socyl?
R: Es la asociación profesional de sociología en Castilla y León y tiene dos objetivos claros. El primero es poner en valor los estudios, trabajos o investigaciones que los sociólogos de la Comunidad estamos realizando. Por otra parte, nos dedicamos a visibilizar nuestro trabajo. Porque la gente suele preguntar a qué nos dedicamos, y no hay mejor manera de explicar eso que dando a conocer nuestro trabajo.
P: ¿Cuál es su sistema de participación en Socyl?
R: Socyl es una asociación muy cooperativa. Está formada por gente que viene de las distintas universidades de Castilla y León, principalmente la de Salamanca y Valladolid. También está formado por profesionales, por empresas que realizan investigación social y, a su vez, por otros socios que tienen un interés por las ciencias sociales, más allá de que ellos sean sociólogos.
P: ¿Está, paradójicamente, la sociología cada vez más desligada de la calle y uno de los objetivos de Socyl es que la gente entienda más el papel de la sociología?
R: En ocasiones, los sociólogos somos un tanto opacos explicando lo que realizamos. Eso hace que la gente no te entienda y que se distancie de tu disciplina. Lo que intentamos desde Socyl es acercar con un lenguaje sencillo cuáles son las aportaciones que se pueden hacer desde las ciencias sociales.
P: ¿Cómo intentáis acercar la sociología a Castilla y León?
R: Tenemos tres herramientas principales. En primer lugar, las actividades de divulgación, después de formación y, por último, de investigación. En cuanto a las de divulgación, las llevamos organizando desde mayo de 2015 en Salamanca bajo el paraguas de lo que denominamos ‘Jueves sociológico’. Un jueves al mes traemos a investigadores o estudiosos relevantes de las ciencias sociales para que presenten sus trabajos. Actividades en las ha participado gente como Luis Enrique Alonso, uno de los sociólogos principales en España, César Rendueles o, próximamente, a Jorge Riechmann.
P: Creo que son gente de diferentes ámbitos. ¿Si algo tiene la sociología es que es muy amplia y puede dar cabida a gente de muchas ramas?
R: Y más cómo la entendemos nosotros. No como algo cerrado sino como una ciencia social más que puede participar de la mano con la economía, la antropología u otras disciplinas.
P: Cuando te corté nos quedamos en las actividades de formación…
R: Sí, las actividades de formación las realizamos para los asociados o para profesionales de sociología sobre técnicas de investigación, herramientas metodológicas o programas informáticos que nos ayuden en el día a día. Y, por último, las actividades de investigación donde la más destacada es el barómetro Socyl. Es un barómetro sociopolítico de Castilla y León, entendido como una encuesta estable que tiene una oleada de primavera y otra en otoño. Comenzamos en 2016 por lo que solo llevamos dos, y estamos preparando la tercera.
P: Me imagino que también es vital conseguir que los jóvenes se impliquen en la sociología. ¿Cómo hacéis para intentar captarles y que se involucren?
R: A ese respecto, lo que hemos hecho es poner en marcha una investigación con estudiantes del grado de sociología de la USAL. Se llama ‘Navegando sin brújula’ y la presentamos en el último Congreso Nacional de Sociología de Gijón. En ella intentamos recoger cuáles son sus inquietudes, sus miedos e incertidumbres para enfrentarse al mercado de trabajo. No hay mejor manera que preguntarles y luego llevar eso a la práctica.
La otra forma es con las actividades de divulgación en las que ellos ven de manera cercana cómo las principales figuras se acercan a sus ciudades y pueden conversar con ellos..
P: Ahora mismo, para estos jóvenes, ¿cómo se encuentra la sociología en el mercado de trabajo?
R: Como la mayoría, por desgracia, se ha visto especialmente perjudicada por la crisis económica y eso lo padecen los recién egresados. Las últimas promociones han tenido más dificultades para encontrar trabajo. Lo que intentamos es extender la mano y ofrecer a los socios dos tipos de servicios que son de gran ayuda en el caso de los recién titulados. Se trata de asesoría profesional y asesoría jurídico-laboral.
La primera, intenta solventar las dudas que surgen a la hora de planificar un proyecto de investigación, relacionadas con cómo diseñar el trabajo de campo, presupuestar el servicio ofertado o adecuar el trabajo a las necesidades del cliente. Asimismo, ayudamos a mejorar la redacción del currículo y facilitamos orientación profesional para la búsqueda de empleo. Y mediante la asesoría jurídica y laboral orientamos sobre cómo facturar un trabajo profesional o redactar un contrato de servicio.
P: Al hilo de la juventud, ¿cómo ve la sociología el papel que juega la tecnología?
R: Debemos ser críticos, y lo somos, con el uso de las nuevas tecnologías. ¿Hasta qué punto debemos permitir que marquen todos los comportamientos de nuestra vida? Creo que cometeríamos un pequeño error si pensáramos que desde la tecnología se pueden solucionar todos y cada uno de los problemas. Lo que no quiere decir que la tecnología no esté bien. Lo que debemos saber es si deben pautar todos y cada uno de nuestros comportamientos, porque si fuera así creo que cometeríamos un error.
P: ¿Nos convierte en seres menos sociales y más individuales?
R: Creo que olvidamos que al final somos humanos y que gran parte de lo que somos es por las relaciones personales, y no virtuales. Y debemos abogar por compatibilizar las redes sociales con mantener nuestras costumbres antropológicas. Eso es algo de lo que a veces nos olvidamos.
P: Es como si estuviéramos desvirtuando el concepto de ‘social’.
R: Se está transformando. Pasa de unas relaciones personales a unas virtuales, pero creer que el mundo se dirime en las redes, únicamente, eso es lo que es un error.
"Creer que el mundo solo se dirime en las redes es un error"
P: Bueno, Socyl se ha estrenado en Valladolid el pasado sábado con Jorge Moruno, ¿qué papel queréis jugar en esta provincia?
R: Exactamente el mismo que en el resto. Las dificultades de una comunidad con nueve provincias son evidentes porque es complicado llegar a todas. Nuestra pretensión es mantener una actividad al mes.
P: ¿La ciudadanía de cada provincia demanda actividades diferentes? Quizá en Soria interese más la despoblación o en Zamora el envejecimiento.
R: Está claro que hay una serie de temáticas transversales que son igual de interesantes para cualquiera, pero es cierto que hay algunas específicas. Por ejemplo, en Soria, presentamos el libro de Sergio del Molino ‘La España vacía’. Esas temáticas transversales podrían realizarse en todas las provincias. Pero también realizamos actividades en función de las peticiones de nuestros socios. Las formulan e intentamos buscar actividades que se ajusten a sus necesidades.
P: ¿Qué requisitos son necesarios para ser socio de Socyl?
R: Simplemente hay que tener interés real por las ciencias sociales. No somos una asociación corporativa en ningún sentido. Queremos que se nos vea como cooperantes. Dentro de la asociación hay asociados que vienen de la economía o de bellas artes, y queremos seguir profundizando en ser una asociación para gente que le interesen los temas vinculados a ciencias sociales.
P: Cambiando de tercio hacia cuestiones más de actualidad social. En una época como la crisis de la que antes hablábamos ¿cobran más importancia los estudios sociológicos?
R: No, pero lo que pasa es que con la aparición de la crisis la sociología se ha centrado en temas relacionados. Por eso, realizamos más estudios relacionados con desigualdad o con exclusión social, por poner dos ejemplos evidentes de cómo la crisis nos afecta.
P: En el último barómetro de Socyl se refleja que el 93% de ciudadanos considera que no hemos salido de la crisis, lo que contrasta con las palabras de los políticos. ¿Vivimos un proceso de desafección o separación de la ciudadanía con las clases políticas?
R: No creo que tanto como desafección, pero sí que entiendo que desde cierta parte de la política se intenta transmitir un discurso que quieren hacer hegemónico y hacernos ver que esa crisis se ha superado. Pero nosotros, desde la sociología, vemos que eso no es así.
P: ¿Les falta, a los políticos, mejor lectura de la sociedad? ¿Tienen que bajar más a la calle para pulsar ese sentir de la ciudadanía?
R: Yo no creo que ellos estén alejados de la calle, en general. Lo que tratan es de establecer un relato y quieren que nosotros demos ese relato por bueno. Con la crisis nos hemos dado cuenta de que ese relato no es lo que nos pasa día a día. Y ahí se produce una quiebra. Pero no creo que ellos no sepan leer la realidad.
P: ¿Tienen que ser los políticos los mejores lectores de la sociedad para conseguir esos votos?
R: Para nada, lo que deben tener son grandes equipos que les ayuden a entender y a comprender.
P: Ese entender es algo a lo que ayudáis desde Socyl con vuestros barómetros, pero en Castilla y León, tan grande y dispersa, ¿se hace más difícil esa pulsión social?
R: A nivel demoscópico, no. Lo que nos complica un poco más el trabajo de campo cuantitativo es la división entre del medio rural y el medio urbano. Eso sí porque quieres que la muestra sea lo más representativa posible. No podemos comparar la situación de Valladolid capital con la de Zamora provincia, por ejemplo.
Sí es cierto que, a veces, leyendo las entrevistas a los políticos, parece que hay cierta distorsión. Dan por bueno que la realidad de Burgos o Valladolid es la misma que la del conjunto de la Comunidad. Eso es un error bastante grave, porque las realidades son diferentes en función del territorio tan heterogéneo que tenemos, incluso dentro de las mismas provincias.
P: Esto nos lleva a la despoblación ¿es un camino sin retorno? Y, ¿crees que las políticas demográficas han sido acertadas?
R: Evidentemente no, y perdona que sea tan rotundo. El problema de la despoblación no es nuevo, viene de décadas atrás. Se hizo realmente evidente y ya en los años 90 la Junta de Castilla y León recibió informes o estudios donde se alertaba de esto. Las medidas que se pusieron en marcha entonces se han demostrado ineficaces. Treinta años después, el problema no es que se haya disminuido o frenado, sino que se ha incrementado de manera grave. Parece que ahora se quiere tratar este tema de la despoblación desde un ámbito más común. Pero hasta ahora debo ser crítico con toda las medidas, porque dudo, y espero estar equivocado, que esto solucione el problema de la despoblación.
La demografía es muy tozuda. Una vez se inician los cambios es muy difícil revertirlos.
P: Ahora parece que se busca una postura común con otras regiones de España y Europa.
R: Si, ahora el relato es que esto pasa en toda Europa. Pero jugamos de nuevo con las medias verdades, no es exactamente así. Además, en ciertas zonas de Castilla y León, el envejecimiento es muchísimo más grave que el de otras zonas tanto de Unión Europea como de España. Lo primero que se debería haber hecho, y creo que ahora se hace pero treinta años después, es reconocer el problema.
Ahora nos queda dar el segundo paso, que es poner en marcha medias eficaces sabiendo que hay una serie de municipios los cuales es poco probable que sobrevivan a esta crisis demográfica. Por eso el paso será ver donde ponemos esos contenedores. En esas cabeceras comarcales, muchas ya realmente dañadas, donde haya que poner la primera venda para que esa sangría pare por lo menos ahí. De alguna manera esto lo asemejamos con lo que está pasando con el cambio climático. En Castilla y León hemos negado la realidad a la situación demográfica durante décadas y debemos ser conscientes de que la demografía es muy tozuda. Una vez se inician esos cambios demográficos es muy difícil revertirlos.
P: ¿Qué hace falta para atajar el problema en Castilla y León?
R: Algo tan complicado como, por una parte, trabajo. Es decir, posibilidades de emplearse de manera real en el medio rural. Por otra parte, mejorar los servicios educativos y sociosanitarios de las zonas rurales. Es cierto que la crisis lo que ha hecho ha sido perjudicar.
P: No tenemos un contexto propicio.
R: No, pero realmente lo que tenemos que cambiar es el modelo económico productivo que tenemos en la Comunidad. Tenemos que pensar que, quizá, debamos dedicar buena parte de nuestros recursos para energías renovables. Es decir, una apuesta real por energías renovables. También tenemos que apostar por políticas de reforestación, o por el I+D en zonas rurales. Por ejemplo, lo que se hace en Finlandia o Escocia. En sus zonas rurales apuestan por ese I+D o por las universidades rurales. Una apuesta real por mejorar la calidad de vida y, a su vez, ofrecer servicios y nuevas oportunidades de negocio a los que viven en el medio rural.
P: ¿Se trata de cambiar el paradigma de cómo conocemos nuestra vida?
R: Tenemos que plantearnos si el estado del bienestar, tal y como lo conocemos, es la herramienta adecuada en el 2017 o debemos ser capaces de explorar nuevas iniciativas o vías. Una de esas podría ser la renta básica. Creo que es el momento de ponerlo sobre la mesa y analizar la viabilidad que puede tener y cómo puede ayudar, no solo al conjunto de la ciudadana, sino como puede ayudar a llevar o traer nuevos pobladores a las zonas rurales.