La Procesión General convierte Valladolid en un museo al aire libre
Viernes Santo de ensueño en Valladolid con una climatología perfecta, como a lo largo de todos estos días, que ha facilitado que la capital del Pisuerga se haya convertido durante algo más de cuatro horas en la capital de la oración, del recogimiento, del sentimiento y, sobre todo, de la pasión.
Todo ello gracias a su procesión grande, la General, la de ‘La Sagrada Pasión del Redentor’, que ha hecho las delicias de turistas y vallisoletanos que han contemplado ojipláticos el paso de las tallas, de una belleza y un valor incalculable, que han convertido a Valladolid en un auténtico museo al aire libre.
'La Sagrada Pasión del Redentor' es el culmen de siete días emotivos y emocionantes y representa la Pasión y Muerte de Cristo desde la Sagrada Cena hasta el Entierro en el Santo Sepulcro, con 33 pasos, 20 cofradías y miles de cofrades como principales protagonistas de un recorrido cargado de color, con olor a incienso y con ese resonar tan característico de los tambores.
A las 19:30 horas y desde la Iglesia de las Angustias ha partido una procesión que ha caminado por la Bajada de la Libertad y ha llegado hasta la Plaza de Fuente Dorada donde se apilaban cientos de fieles que se emocionaban al paso de las tallas conocedores del trágico final que iba a sufrir su Dios. Tras pasar por la calle Ferrari, ha llegado hasta la Plaza Mayor.
Ha sido precisamente en el centro neurálgico de la capital del Pisuerga, llena hasta la bandera, con las gradas repletas de amantes de la Semana Santa donde se han vivido los momentos más emotivos gracias a las tallas de Gregorio Fernández, Juan de Juni y otros escultores de la escuela castellana.
El “Jesús de la Esperanza”, “La Sagrada Cena”, “La Oración del Huerto”, “El Prendimiento”, “Las lágrimas de San Pedro”, “La Flagelación”, “El azotamiento”, “El señor atado a la columna” y así hasta un total de treinta y tres pasos han desfilado por la Plaza bajo la mirada curiosa, también de los más pequeños, que comienzan a beber de estos siete días únicos que se viven en la capital castellano y leonesa.
Las imágenes han avanzado por la calle Santiago hasta llegar a la Plaza Zorrilla antes de encaminarse por la calle Miguel Íscar, Duque de la Victoria, Regalado y Cánovas del Castillo, donde se comenzaba a notar el cansancio de unos cofrades que cargaban con el peso de las obras, que llevan un esfuerzo acumulado a destacar pero que trabajan porque todo salga a las mil maravillas.
La procesión ha finalizado con otro de los momentos más emotivos de la Semana Santa vallisoletana como es el canto de la Salve Popular ante la imagen de la Virgen de las Angustias, al lado de su templo titular. El canto popular con la bendición del Arzobispo ha cerrado tres horas únicas de devoción.
Ahora, la Virgen permanecerá en silencio hasta la alegría de la Pascua, mientras que los amantes de la Semana Santa esperan ya al domingo, para que se produzca la resurrección de Jesús en un epílogo único y emocionante que pone el colofón a siete días especiales y únicos en la capital del Pisuerga.