Jorge 1-0 Síndrome de Asperger
“Definiría el Síndrome de Asperger como un trastorno neurológico que te afecta a la hora de entender a las personas. También, y mirando el lado positivo, el Síndrome permite que te centres mucho en un tipo determinado de cosas”, asegura Jorge Amianzas Castillo, un joven vallisoletano que convive cada día con el Síndrome de Asperger.
Desde la Confederación Autismo España lo definen como un “trastorno severo del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el proceso de la información”, en una definición a la que María Concepción Galván, presidenta de Autismo Valladolid, añade que suele “afectar a la comunicación e interacción social provocando inflexibilidad en pensamiento y conducta”.
Definiciones a las que, aprovechando un día tan futbolero como este, con el partido de ida del Real Valladolid ante el Numancia y el comienzo del Mundial de Rusia a menos de 24 horas de dar el pistoletazo de salida, Jorge ha conseguido sortear clavando un gol por la escuadra, a base de optimismo, a una condición con la que se nace y que perdura para siempre, como nos cuenta Lorena Centenero Rodríguez, técnico de intervención y orientadora del Programa Asperger.
Jorge nos confiesa que antes de descubrir Autismo Valladolid “veía el futuro negro” pero ahora no se cierra, pese a que como él mismo asegura “nunca será totalmente autosuficiente”, a formar una familia en un futuro no muy lejano.
Una ayuda necesaria
En la actualidad, en Europa, una de cada cien personas padece Síndrome de Asperger. Como nos cuenta la presidenta de Autismo Valladolid, en Castilla y León, dentro de las Federaciones de Autismo, se está “atendiendo a 800 personas, 200 de ellas en Valladolid, aunque el número sigue aumentando”.
“Las personas con Asperger son muy literales a la hora de comprender el significado de frases hechas, y de las formas de hablar coloquiales. Se pierden en los contextos. Además en su etapa escolar sufren casos de acoso convirtiéndose en personas más vulnerables”, apunta Lorena Centenero,técnico de intervención y orientadora del Programa Asperger.
Un programa que ofrece intervención a personas que tienen diagnosticado TEA (Trastorno del Espectro Autista) pero que no poseen una discapacidad intelectual asociada, que se ofrece desde los seis años, con sesiones de una hora a la semana para trabajar habilidades sociales, gestión emocional, autonomía, etc. Los programas cuentan objetivos individuales en los que se trabaja en pequeños grupos y en el que son atendidas 90 personas en la actualidad.
“El objetivo pasa por ir dando respuesta a las necesidades que vamos encontrándonos día a día. Pasa por el reciclaje de los profesionales para mejorar el servicio de atención ya que si hacemos esto les vendrá bien a las personas que están en el programa”, asegura Lorena.
María Concepción Galván, presidenta de Autismo Valladolid, no duda en asegurar que desde la Asociación “apuestan por un diagnóstico precoz y por una atención temprana que resulta vital para que estas personas sean más autónomas el día de mañana”.
Alivio ante la incomprensión
“Lo primero que pensé es que por fin alguien me decía lo que me ocurría realmente y que este problema que yo tenía no era por mi culpa. Estaba cansado de que nadie acertara y de tener que oír cosas como “eres un vago””, añade Jorge que asevera además que “siempre encontró el apoyo de su familia”.
Este vallisoletano nos añade también que en su etapa escolar tuvo “problemas de adaptación a las normas del colegio” y que “sufrió bullying” siendo “el típico chico al que le escondían la mochila, con el que se metían y del que la gente se aprovechaba”, aunque añade que guarda buenos recuerdos de otros “profesores y alumnos que le apoyaron”, en una etapa tan importante de la vida.
Pensamiento positivo pese a las adversidades
En el año 2011, Jorge logra sacar una oposición por discapacidad de personal de servicios y tras esto se incorporó a su primer trabajo del que pronto le despedirían, en un hecho denunciado por nuestro protagonista que vio como un juez “declaraba el despido nulo”, como ocurriría en una segunda ocasión tras volver a ser despedido por esta misma empresa.
Tras esto, el pucelano decidió “coger la indemnización y marcharse” para comenzar una nueva vida en una empresa de catering en la que trabaja cuatro horas semanales. Aunque él quiere trabajar durante un periodo de tiempo superior, se trabaja desde la Asociación para realizar una reincorporación al trabajo de forma progresiva con el objetivo de conseguir la mejora de empleo con nuestro protagonista.
“Para mí, el Asperger es un trastorno neurológico que te afecta a la hora de entender a las personas. Tengo problemas a la hora de captar ironías o de entender a la gente o determinadas instrucciones, por ejemplo en el trabajo”, nos confiesa.
“Antes veía mi futuro negro. Ahora, aunque nunca voy a ser del todo independiente, me imagino con un trabajo y formando una familia gracias a la Asociación. Me gustaría salir de casa para cumplir con estos sueños fuera de ella”, añade.
Jorge es un ejemplo de optimismo y superación. Un hombre que se ha convertido en referencia a la hora de afrontar duros golpes y que ha conseguido meter un gol por toda la escuadra al Síndrome de Asperger para lograr que este no se haga dueño de su vida.