Libertad para el acusado de atracar una sucursal en Arroyo en 2015
El Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid ha acordado la puesta en libertad del varón de 61 años, M.A.V.A, que fue acusado de un atraco cometido el 30 de junio de 2015 en una sucursal bancaria de Arroyo de la Encomienda y a quien la Guardia Civil imputaba la comisión del mismo tras hallar su perfil de ADN en una prenda hallada en el lugar de los hechos, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El autor de aquel atraco, armado con un revólver, entró en la entidad y amenazó al único empleado. Acto seguido, huyó a pie por diversas calles de la localidad de Arroyo de la Encomienda y al verse acorralado por el dispositivo policial montado en el instante del atraco, logró entrar a un garaje comunitario donde se despojó de parte de la ropa y del arma utilizada.
Estos efectos fueron encontrados debajo de un vehículo del citado garaje y fueron enviados para su análisis al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil.
Desde ese instante se inició la denominada 'Operación Atlander' y centró los esfuerzos en localizar posibles sospechosos en función de las imágenes de la sucursal y de las manifestaciones tanto de los trabajadores de la propia entidad como de vecinos de la localidad.
Finalmente, la Guardia Civil creyó esclarecido el atraco y detuvo hace unos días a un varón de 61 años, M.A.V.A, vecino de Arroyo, tras hallar coincidencias de su ADN con el perfil extraído de las referidas prendas recogidas en el lugar de los hechos.
Sin embargo, es ahora el Juzgado de Instrucción 5 el que ha puesto en libertad al sexagenario tras decretar el sobreseimiento provisional de las actuaciones abiertas por el atraco "al no existir motivos suficientes para atribuir su perpetración a persona alguna determinada".
ROPA DONADA Y VENDIDA ANTES DE UN EMBARGO
El auto judicial estima así las alegaciones planteadas por el defensor del detenido, el letrado Alberto Gómez Durántez, del despacho AGG Abogados, quien ha podio probar que su cliente tuvo que vender y donar multitud de ropa, junto con otros enseres y muebles que formaban parte del ajuar doméstico de su vivienda, la cual iba a ser embargada en próximas fechas.
Para ello, puso a disposición judicial las conversaciones de dichas ventas y donaciones. Ha resultado también de gran importancia la cantidad de ropa que donó a la organizadora de un mercadillo solidario, entre las que estaban las prendas que llevó el verdadero autor de los hechos.
Por otra parte, las cámaras de la sucursal, así como las testificales de los empleados del banco, refieren claramente que el autor fue una persona joven, en torno a los 30 años, morena y con barba, de complexión delgada y atlética, de 1,80 metros de estatura, mientras que el detenido por la Guardia Civil tiene 61 años, poco pelo y canoso, sin barba y pesa más de unos 100 kilos.
A ello se suma el hecho de que en aquellas fechas el detenido se encontraba hospitalizado tras haber sido sometido a una operación de vesícula.