ENTREVISTA | Carlos Cazurro: “El problema está en que la cultura se ve como un “gasto” y debería ser una inversión”

Carlos Cazurro Burgos es un vallisoletano de 44 años, licenciado en periodismo y también en Fotografía y Comunicación Audiovisual, que continúa consechando éxitos con su cortometraje documental ‘El cielo es nuestro techo’, una historia que versa sobre las  mujeres mariscadoras de Cedeira.

Amante de la lectura, la escritura, el cine, las series y la fotografía, charlamos con el pucelano sobre dicha obra y también sobre el panorama cultural que había antes de la crisis del coronavirus y el que puede quedar después del mismo.

Pregunta. ‘El Cielo es nuestro techo’. ¿Se esperaba tanto éxito con este cortometraje documental?

Respuesta. Ni siquiera tenía claro si conseguiríamos terminarlo. Javier y yo nos encontramos con una historia que se nos antojaba muy interesante pero nos dedicábamos sólo a la fotografía y era nuestra primera incursión con el tema del vídeo, así que teníamos muchas carencias (de conocimientos y de presupuesto) y de algunas de ellas nos íbamos dando cuenta sobre la marcha. Podíamos apañar soluciones pero de la mayoría nos dimos cuenta a posteriori, ya en pleno montaje, y eso hizo que los tiempos se alargaran mucho más de lo previsto (grabamos el 80% de los contenidos en 2013 pero no lo dimos por terminado hasta finales de 2017).

Así que no nos paramos a pensar en este proyecto en términos de “éxito” o “fracaso” sino en conseguir contar esa historia que tanto nos había fascinado de las mariscadoras de la ría de Cedeira de una manera que le hiciera justicia dentro de nuestras limitaciones y, a partir de ahí, buscar la manera de que lo viera un público lo más amplio posible.

P. Mejor Reportaje Documental Amateur en el XXVI Trofeu Torretes de Curtmetratges de Calella y además se estrenará en Berlín al haber sido seleccionado en la Sección Oficial del IV Courage Film Festival. Casi nada…

R. ¡Y nos acaban de decir que también lo han seleccionado en el Festival 'Construir Cine' de Argentina!

Estamos muy contentos porque 'El cielo es nuestro techo' ha tenido muy buen recorrido desde que se estrenó en la Sección Oficial del Festival de Málaga de 2018. Hasta el momento lleva cuatro premios a Mejor Cortometraje Documental en sus ya catorce selecciones en festivales de España, Reino Unido, Marruecos, Italia, Alemania y Argentina y para nosotros es un orgullo haber dado voz a este grupo de mujeres que, como muchas otras, tanto lucharon por tener, mantener y defender un trabajo y unos derechos como trabajadoras que se les negaron durante muchos años por el mero hecho de ser mujeres.

P. La historia versa sobre las mujeres mariscadoras de Cedeira. ¿Cómo surge la idea?

R. En realidad la idea nos encuentra a nosotros. Estábamos preparando un taller de fotografía documental y, buscando la localización para hacerlo, nos hablaron del tema del marisqueo y que podría ser interesante, así que nos acercamos para hacer una primera prospección (un viaje a Galicia nunca se rechaza). Una vez allí, lo primero que hicimos fue pasar un par de de días con las mariscadoras para ver cómo trabajaban y hablar con ellas antes de fotografiarlas y ahí fue cuando nos encontramos con un montón de historias personales de cada una de ellas y todas con un denominador común de fondo: su lucha por estar donde estaban ahora haciendo lo que estaban haciendo en ese momento: mariscar.

No sé si fue aquella primera noche que pasamos allí o la segunda pero sí que recuerdo estar tomándonos una cerveza en una taberna de Cedeira y, diciéndonos que eso no podía quedarse sólo en un taller de fotografía, que se merecía algo más... Y nos lanzamos literalmente a ciegas a grabar entrevistas sin saber muy bien qué íbamos a hacer luego con ellas.

P. ¿Cómo recuerda el rodaje?

R. Torpe y frustrante en muchas ocasiones pero muy divertido y entrañable. Como ya te he comentado al principio, no sabíamos muy bien lo que estábamos haciendo y, a pesar de que tuvimos la ayuda económica de un grupo de micromecenas, no teníamos presupuesto para dedicarle todo el tiempo que nos hubiera gustado para preparar un montón de cosas que, gracias al cielo, no teníamos ni idea que teníamos que preparar y nos saltamos porque, si no, seguramente no hubiéramos hecho nada.

A veces la ignorancia es un trampolín... Pero todo lo que sube luego baja y después hubo que echarle muchas dosis de cabezonería para sacar algo de un bruto tan lleno de carencias. A la falta de tiempo se sumó que mucha gente hablaba fuera de cámara y nos contaba cosas interesantísimas pero luego no querían que les grabáramos porque era un tema relativamente fresco aún en el pueblo y tenían miedo de reabrir esas heridas si les veían hablando de ello “en la tele”.

Divertido y entrañable porque, a pesar de que aquella historia aún era tema tabú en el pueblo para algunas de ellas, al final creamos un bonito vínculo muy bonito con muchas de las mariscadoras. Incluso llegaron a invitarnos a comer a su casa y a darnos tuppers para que nos lleváramos para cenar porque nos veían “muy delgados”.

P. ¿Está trabajando en algo nuevo después de ‘El cielo es nuestro techo’?

R. Sí. Empecé a grabar en septiembre la segunda parte de una trilogía de historias que empecé con 'Isósceles, el último escalerero' (2018), que también ha tenido su cuota de presencia en festivales, pero nos hemos quedado en dique seco con el confinamiento. Y es una pena, porque marzo y abril eran dos meses que teníamos con muchas jornadas de grabación preparadas y nos va a tocar repensar muchas de ellas según sea el momento en que tengamos la posibilidad de retomarlo. Veremos. Lo importante ahora es que todo se arregle.

P.Supongo que para usted también están siendo momentos difíciles con el coronavirus. ¿Cómo lo está afrontando?

R. Con paciencia y con algo de frustración por lo que te decía antes. Intento avanzar lo que puedo con lo que llevamos grabado hasta el momento y tenía otros proyectos en barbecho por falta de tiempo, así que los estoy retomando y preparando para cuando pueda volver a poner en marcha la maquinaria. Y luego lo que todos: leer, películas, series, mirar a las musarañas...

P. ¿Será un palo para el sector cultural esta crisis?

R. ¿Y para qué sector no lo va a ser? La cultura no deja de ser parte de un todo y si ese todo se para pues la cultura lo nota igual que lo están notando muchos otros sectores. El problema está en que la cultura se ve como un “gasto” y debería ser una inversión. Depende muy mucho de que la gente tenga dinero para acceder a ella. Si la gente ve sus ingresos caer lo primero que hace es recortar en lo que no percibe como imprescindible y la cultura suele ser de las primeras en caer de la lista porque siempre está ahí la opción de recurrir a canales en los que la puedes conseguir “de gratis”.

P. ¿Qué puede hacerse para que el golpe por la crisis sea lo menos duro para el sector cultural?

R. No lo sé. La verdad es que no lo sé. Quiero creer que la gente valorará más la música, los libros, las películas, las series, los documentales, los videojuegos, los cómics... Y a la gente que está detrás de todo ello después de lo que les han acompañado y ayudado estas semanas a pasar el confinamiento de una manera más amena. Sería bonito que se lo reconocieran de alguna manera igual que lo están haciendo ahora con la Sanidad Pública, que parece como si no nos hubiéramos dado cuenta de lo que vale hasta que nos hemos visto en una pandemia.

P. ¿Cómo ve el futuro a corto plazo?

R. Tampoco lo sé. Está claro que fácil no va a ser pero habrá que ver cuándo y cómo se abren las restricciones y en qué condiciones salimos todos de ellas y, a partir de ahí, hacer balance de daños y valorar opciones. Ahora mismo, a ciegas, es difícil dar una respuesta a esa pregunta (por lo menos para mí).