El acusado de violar a una mujer en el comedor de un bar de un pueblo vallisoletano decide guardar silencio
El hombre que, supuestamente, obligó a una mujer a practicarle una felación en el apartado de un bar en un pueblo de Valladolid ha optado por guardar silencio, y ello a pesar de que el fiscal del caso y la acusación particular acudían al juicio con peticiones de nueve años y medio y diez años de cárcel, respectivamente, que han decidido mantener al término de la vista celebrada hoy en la Audiencia Provincial.
La vista se ha desarrollado a puerta cerrada, dada la naturaleza de los hechos, en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, donde no se ha podido conocer la versión de los hechos del encausado debido a que éste ha preferido acogerse a su derecho de no declarar, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El que sí han podido escuchar el tribunal y las distintas partes es el relato ofrecido por la supuesta víctima, quien ha mantenido la denuncia interpuesta en su día ante la Guardia Civil en la que asegura que aquella noche, en un día no determinado del mes de marzo o abril de 2018, el procesado, de 53 años, abusó de ella en un bar al que había acudido con unos amigos y en el que se encontraban también sus tres hijos.
Fue en el momento en que uno de sus tres hijos, el más pequeño, se quedó dormido cuando ella relata que le llevó a la estancia del comedor del local, apartada de la zona de bar, para que siguiera durmiendo.
En una de las ocasiones en que fue a vigilar al niño, la mujer ha vuelto a asegurar que se sentó a su lado en una silla, apoyando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos, momento en el cual el acusado la agarró del brazo derecho, la levantó y, mientras la sujetaba con fuerza, usó el cuerpo para cerrar la puerta del pasillo.
A partir de ese momento, y pese a los intentos de ella de soltarse, el procesado la obligó a practicarle una felación, tras lo cual la mujer recogió a sus hijos y se marchó corriendo del bar sin despedirse de nadie.
El novio de la denunciante ha declarado que su pareja le relató tres días después lo que había ocurrido pero no la creyó, al tiempo que ha alegado que si no fue a pedir explicaciones al presunto responsable hasta cuatro meses después es porque su novia le había dicho que ella se encargaba de todo.
Otra testigo, vecina de la denunciante, ha comparecido para confirmar que al día siguiente de lo ocurrido la supuesta víctima le contó la violación, mientras que otras dos chicas que esa tarde se encontraban en el local ha asegurado que vieron a la mujer abandonar el establecimiento tras despedirse, aunque sin notar nada anormal en su actitud.
En el capítulo de las pruebas periciales, testigos forenses, un psicólogo y una psiquiatra han coincidido al apuntar que la sintomatología de ansiedad y estrés postraumático moderado apreciado en la víctima es compatible con el episodio supuestamente vivido por la mujer, quien tardó en curar 180 días.
Ante ello, las acusaciones han mantenido invariables sus peticiones de condena. En el caso del fiscal, éste solicita nueve años y medio de prisión, junto con la prohibición del encausado de aproximarse a una distancia inferior a 500 metros de la víctima, a su domicilio, su lugar de trabajo y cualquier otro frecuentado por la misma, así como la imposibilidad de comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento durante 15 años, junto con el pago de 18.500 euros en concepto de daños morales, lesiones y secuelas.
La representante de la víctima, por su parte, pide diez años de privación de libertad por un delito de agresión sexual y otro de lesiones, además de 16 años de medidas de seguridad--prohibición de acercarse o comunicar con su patrocinada--y 22.500 euros de indemnización, mientras que la defensa ha solicitado un fallo absolutorio basado en las, a su juicio, "contradicciones" cometidas por la mujer.
El defensor mantiene que estas contradicciones impiden llegar a la "certeza absoluta" sobre la culpabilidad de su cliente, cuya complexión física, delgado y con poco más de 1,60 de altura, ha contrapuesto con la preparación de una mujer que se estaba preparando para unas oposiciones de bombero. "No es creíble que si hubo un forcejeo, ella no fuera capaz de soltarse y huir de allí", ha incidido la defensa.