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Castilla y León participa en un proyecto para controlar la calidad del aire con nanosensores

16 agosto, 2020 18:36

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente está colaborando con la Diputación de Ávila en un proyecto Interreg-Sudoe cuyo objetivo es, entre otros, el desarrollo de nanosensores que permitan el control de la calidad del aire.

Los sistemas oficiales para la medición de la calidad del aire son muy costosos y requieren un mantenimiento muy frecuente, lo que determina que solo se puedan poner analizadores en puntos muy concretos y, de ahí, extrapolar los datos a zonas en las que no hay equipos de medición.

El desarrollo de sistemas de medición de bajo coste, como es el caso de los nanosensores, puede permitir tener una aproximación a la calidad del aire suficiente para mantener informada y protegida a la población, aunque pierdan gran parte de la precisión que tienen los equipos oficiales. Facilitando la monitorización de la calidad del aire de forma masiva, distribuida y ubicua puede permitir determinar si la calidad del aire es buena antes de ir a practicar actividades al aire libre.

El proyecto Interreg-Sudoe ha desarrollado unos equipos con nanosensores con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas - Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información 'Leonardo Torres Quevedo', la Universidad de Extremadura, la Junta de Extremadura, las universidades de Evora y Coimbra en Portugal, el Area metropolitana de Barcelona, dos empresas españolas y dos laboratorios franceses.

La colaboración de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente consiste en aportar los equipos oficiales de medición para contrastar y validar los datos recogidos en paralelo con los sistemas fabricados en el marco del proyecto Interreg.

Para hacer esta comparación, se ha elegido un emplazamiento en la sierra de Gredos, en concreto en Navarredonda, puesto que en verano, en esta zona se conoce que los niveles de ozono son los más elevados de la Comunidad y, por parte de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, se pretende, además, confirmar la extensión de las zonas en las que los niveles de este contaminante son elevados.

Con estos equipos no se trata de obtener un dato preciso de la calidad del aire, sino simplemente un nivel indicativo con una fiabilidad adecuada que permita conocer los niveles aproximados de este contaminante con objeto de adoptar medidas de autoprotección y todo ello comunicándolo a los interesados mediante sistemas electrónicos.

La zona de las montañas del sur de la Comunidad ha venido superando en los últimos años el valor objetivo de protección a la salud por ozono y, en concreto, las estaciones de medida de la calidad del aire de Castilla y León situadas en El Maíllo (Salamanca), Ávila y Segovia son las que suelen tener más superaciones de este valor objetivo.

El ozono es un contaminante secundario que se forma en la atmósfera a partir de contaminantes primarios emitidos por automóviles y fábricas (dióxido de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles) y otros de origen natural emitidos por la vegetación (compuestos orgánicos volátiles fundamentalmente) especialmente en los días con mayor radiación solar y más calor y todo ello sin que exista una relación directa entre la cantidad de contaminantes emitidos por el hombre y la cantidad de ozono detectado.

Además, el ozono no se forma en las proximidades de los focos de emisión, sino que se puede formar a cientos o incluso miles de kilómetros de los focos emisores, lo que complica las acciones para su reducción y por ello cobran especial importancia las medidas orientadas a que la población conozca este contaminante y su evolución para que se puedan adoptar medidas de autoprotección.

En esta línea de comprobarse que estos sistemas de medición son fiables, se podrá instalar un número amplio de sensores que permitan dar información concreta de los niveles de ozono de zonas donde se acumulan visitantes que realizan actividades al aire libre, con objeto de que adopten medidas de autoprotección a través del conocimiento de estos niveles de contaminantes.

Los nanosensores desarrollados, además, permiten medir otros contaminantes como son el dióxido de nitrógeno y diversas fracciones de partículas, mayores de 10, 2,5 o 1 micra que también van a ser contrastados con los equipos de la Unidad Móvil de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que está en Navarredonda de Gredos.