La limpieza extra en los colegios vallisoletanos obligará a desembolsar 60.000 euros más al mes
El Ayuntamiento de Valladolid habrá de sumar al presupuesto anual de 1,8 millones que supone la limpieza ordinaria anual de los colegios otra partida de 60.000 mensuales, 240.000 euros en el primer cuatrimestre, por las tareas extra derivadas de la Covid-19.
La Concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad, María Victoria Soto, ha anunciado el compromiso del Ayuntamiento en este ámbito ya que la Junta de Castilla y León no asumirá estos trabajos de limpieza e higiene.
"Para el Ayuntamiento de Valladolid es fundamental la salud de nuestros niños y niñas y, por tanto, desde el Consistorio se realizará un esfuerzo de poner personal específico de limpieza", según explica la concejala.
Los trabajos comenzarán el próximo miércoles, coincidiendo con el inicio del curso escolar, y se realizarán entre las 09.30 y las 13.30 horas, dependiendo del número de alumnos y la dimensión de los centros.
El tiempo estipulado se establece entre 2 y 4 horas, en función de las necesidades.
La limpieza de los colegios públicos de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial, una vez finalizado el horario lectivo, es una competencia municipal obligatoria englobada dentro de la conservación y mantenimiento de los centros docentes, y a tal efecto se lleva a cabo por el Ayuntamiento, de conformidad con los vigentes contratos de limpieza suscritos con diferentes empresas, y que suponen un gasto para consistorio de 1.860.000 euros al año.
De conformidad con el 'Protocolo de prevención y organización del regreso a la actividad lectiva en los centros educativos de Castilla y León para el curso escolar 2020/2021', en el mismo se determina que los equipos directivos elaborarán un 'Plan de inicio de curso', para lo que se facilita una Guía para la realización del plan de inicio del curso.
Así, en el punto 2.4 se recogen las Medidas relativas a la limpieza e higiene de las instalaciones, en las que se indica que se tendrá especial atención a las zonas de uso común y a las superficies de contacto más frecuentes como pomos de puertas, mesas, muebles, pasamanos, suelos, teléfonos, perchas, y otros elementos de similares características, así como la limpieza adecuada de baños y aseos en función de la intensidad de uso.