Jorge Manrique, o la entrega de un torero
35 años de alternativa cumple en este 2020, y dos decenios han transcurrido desde que en el año 2000 hiciese el último paseíllo vestido de luces en Aldeamayor de San Martín, aunque no faltaron festivales ni tentaderos. Ahora, gerente, empresario y apoderado taurino. Hablamos de Jorge Manrique.
Jorge es un tipo popular, sencillo, asequible y muy extrovertido; amigo de sus amigos, con buen sentido del humor y buena gente. Le gusta y disfruta de la buena vida y ahora, a sus 56 tacos, está gozando de pleno y haciendo lo que le gusta: vivir con intensidad el mundo del toro en toda su extensión…y la vida.
GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS / JORGE MANRIQUE Y ARCHIVO DE NOTICIASCYL
Pero ahora, para la tauromaquia, ¡“pintan bastos”! ¿Verdad, Jorge?
R.- Pues sí, la verdad es que estamos atravesando uno de los peores momentos de la historia del toreo con toda la situación que se está viviendo en el mundo a causa de la pandemia
P.- En tu faceta de organizador de festejos de montera y populares ¿También hay un panorama negro?
R.- Efectivamente también se ha notado ya que desde octubre del pasado año no he organizado ningún festejo popular.
P.- Y tercera: los apoderamientos. Siempre llevaste a matadores de toros y ahora a descubrir nuevos valores como Pedro Andrés.
R.- Me ilusiona ayudar a un novillero desde abajo, ya que nunca lo hice. Siempre fueron matadores de toros y novilleros con caballos. Espero que el día de mañana pueda decir que saqué a una figura del toreo. Pedro Andrés tiene talento y condiciones para llegar.
Julio Robles fue una gran figura del toreo. Con mucho carácter, pero generoso y amigo de sus amigos
P.- Volvamos a tu niñez. ¿Por qué lo de La Seca, cuando tus raíces están en Rioseco?
R.- Mi familia, cuando nací, vivía en Ríoseco, pero como mis padres y mis hermanos habían nacido en La Seca, quisieron que yo también naciera allí trasladando a mi madre para el parto.
P.- Amancio, “El Taca”, (tú padre) y Raúl, (tú hermano) ¿Fueron los que “te metieron los toros en danza”?
R.- Sin lugar a dudas, fueron ellos dos. Mi padre, gran aficionado, tenía una placita de toros en la que hice mis primeros pinitos. Mi hermano Raúl, que fue novillero, fue mi primer apoderado y el que me dio las primeras oportunidades.
P.- ¿Cómo era El Taca?
R.- Un personaje irrepetible e inigualable, además de genial y siempre generoso. Quien lo conoció, puede dar fe de ello.
P.- ¿Y Julio Robles, con el que te unía una entrañable amistad?
R.- Julio Robles fue una gran figura del toreo. Con mucho carácter, pero generoso y amigo de sus amigos. Para mí fue un puntal en mi carrera. Y me consta que ayudó a muchos compañeros que como yo queríamos ser toreros. Julio siempre estará en mi recuerdo.
P.- En Mayorga debutaste de luces y allí acabaste de corto, además de ser tu plaza emblemática como empresario.
R.- Mayorga es una de mis plazas favoritas de toda la vida, ya que como dices tú debuté de luces en un espectáculo cómico taurino musical con un vestido blanco y plata, de alquiler, que perteneció a Palomo Linares. Allí llevo organizando festejos muchos años y eso me ha permitido tener grandes amigos.
P.- Tu etapa de novillero fue fulgurante. ¿Cuéntanos?
R.- Desde que gane el Bolsín de Ciudad Rodrigo en el año 81 todo fue rodado. Me apoderó Paco Gil del 81 al 83, que por entonces llevaba muchas plazas y la verdad es que toreé en muchas ferias importantes. Debuté con caballos en Lorca (Murcia) el 19 de marzo del 82, Y en el 84 debute en la Feria de Otoño de Madrid.
La verdad es que me administré bien, alguna vez estuve a punto de estar canino como tú dices
P.- ¡Y tú alternativa de lujo!
R.- Alternativa soñada en todos los sentidos: por el cartel con Manzanares y Roberto, por los toros de Gavira, por las dos orejas que corté al toro de la ceremonia, y por supuesto en mi plaza.
P.- Dos años más tarde confirmación. ¿No hubo posibilidades de ir antes?
R.- Tampoco fue tanto tiempo, ya que esos dos años me sirvieron de rodaje. Fue un 10 de mayo del 87 con una corrida del Marqués de Domecq y en el cartel El Bayas y Andre Viard. Di una vuelta al ruedo con el toro de la confirmación.
P.- ¿Estuviste “canino” alguna vez, o siempre tuviste el apoyo de El Taca?
R.- La verdad es que me administré bien, alguna vez estuve a punto de estar canino como tú dices, pero siempre tuve el apoyo económico de mi familia y el de algún amigo bueno, que siempre los hay.
P.- Los primeros años de los 90 fueron muy interesantes en tu carrera. ¿Viste el color del dinero en esa etapa?
El dinero en América era escaso, pero yo estaba feliz porque lo único que me importaba era torear
R.- Fue a raíz de que me apoderase Ángel Gallego del 92 al 95 y resultó la etapa más importante de mi trayectoria porque fui a varias ferias y llegué a torear una temporada 25 corridas de toros. Ahí fue cuando le vi el color al dinero.
P.- Recuerdo las entrevistas en Antena 3 de Radio desde las américas taurinas, donde te prodigaste bastante. ¿Había dinero para todos entonces?
R.- El dinero en América era escaso, pero yo estaba feliz porque lo único que me importaba era torear y gracias a Dios toree en casi todos los países de la Sudamérica taurina, incluso llegué a torear en Estados Unidos.
P.- Tu plaza, sin duda, ha sido Valladolid y aquí sigues disfrutando de ella. Pero hubo otras dos localidades que te marcaron en tus inicios: Rioseco y Salamanca.
He sido, soy y seguiré siendo feliz, pues el toro me lo ha dado todo y forma parte de mi vida.
R.- Por supuesto que mi plaza fue y es Valladolid, luego mi Medina de Rioseco, ya que fueron muchas las tardes que toreé para mis paisanos, y no puedo olvidar a mi peña, que la hizo Chema Rueda junto a otros paisanos riosecanos desde que estaba sin caballos. Y Salamanca, una tierra muy querida porque allí me inicié en el toreo.
P.- ¿Qué pasó en tu carrera, con la gran proyección que traías de novillero?
R.- Pues el parón obligado que tenemos todos los toreros, o la mayoría, cuando tomas la alternativa. Y en algunas ocasiones se desaprovechan las oportunidades. Es una profesión en la que te tienes que ir curtiendo.
P.- ¿Has sido feliz en el toro?
R.- He sido, soy y seguiré siendo feliz, pues el toro me lo ha dado todo y forma parte de mi vida.
P.- ¿Te ha dado él más a ti o tú a él?
R.- No cabe duda que me ha dado más a mí. Y siempre estaré agradecido a esta maravillosa profesión.
P.- ¿Y lo de matar con la zurda?
R.- Yo soy zurdo nato desde el colegio, que me obligaban a escribir con la otra mano, pero obviamente utilizo la derecha. Empecé a matar con la zurda en Rioseco, en los primeros festivales de novillero. Lo intentaba con la diestra y nada de nada. Así que me acostumbré hasta que dejé de torear.
Jorge deja constancia sobre otros toreros que, ocasionalmente por lesiones u otras circunstancias, utilizaron la espada con la zurda; tal es el caso de Ordóñez, Oliva, Padilla, El Ecijano, etc. Pero zurdos natos sólo hubo otro torero de El Espinar, Rafael Matute. Y ahora un novillero francés: Máxime Solera.
P.- ¿Y en el mundo de la empresa y gerencia cómo te ha ido?
R.- Gracias a Dios he sido un privilegiado, ya que tengo una empresa con más de 20 años de antigüedad y sigue funcionando. Y en el aspecto de la gerencia, me he curtido gracias a la confianza que depositó en mi don José Antonio Martínez Uranga (Choperita), y posteriormente su hijo Manuel Martínez Erice. Ellos me dieron un sitio soñado para cualquier persona que se dedica a estos asuntos, y en la actualidad gozo de la confianza de Toño y Jorge Matilla.
P.- ¿Cómo se ve, desde la perspectiva de tus facetas, (apoderado, gerente de una casa grande y empresario) a la gente nueva que va llegando al mundo del toro?
R.- Hay personas que llegan a este mundo del toro y se creen que lo saben todo. Para ser un buen profesional, como todo en la vida, se necesita experiencia y, sobre todo, respeto a la profesión.
P.- Con tu experiencia ¿Qué cambios hacen falta en vuestro negocio para que os respeten más desde todas las instituciones?
R.- Esto sería un tema amplio para debatir. Lo más importante, a mi parecer, es la unión, cosa de la que se carece o carecemos en el mundo del toro. Y por otro lado están los organismos oficiales, que deberían rebajar los impuestos y dar mejor trato a la tauromaquia. No se pueden soportar, son demasiado costosos para organizar los festejos, tanto en plazas grandes como pequeñas, y no digamos los festejos populares, que es donde yo más me muevo con mi empresa.
Gracias, torero. Esperemos hacerte otra entrevista cuando se cumplan tus bodas de oro del toreo. Es nuestro deseo. Suerte.