El Gobierno hace caso a Castilla y León y prepara el estado de alarma que permita otro confinamiento en casa
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, anunció este jueves que Castilla y León ya ha pedido al Ministerio de Sanidad en el Consejo Interterritorial una figura que permitiera el confinamiento domiciliario en el caso de que las medidas actuales no tuvieran el efecto deseado.
Lo cierto es que una semana despues de iniciarse el toque de queda, de momento no ha tenido un reflejo claro en el número de contagios por lo que, como ya avisó también el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, todo hace indicar a ese confinamiento.
Sin embargo, y aunque aseguró Casado que no lo ha pedido para un día concreto, el momento para que esto ocurra parece más cercano después de que el propio Gobierno trabaje ya en un borrador de un nuevo estado de alarma que permita a las comunidades confinar domiciliariamente, según ha informado ABC.
Este podría serlo a partir del 9 de noviembre, momento en el que acaba el actual, y no parece que en Castilla y León se dilate mucho. Y es que las medidas no están surtiendo efecto y el propio Igea lanzó mensajes de que la espera sería de siete a diez días desde la última medida que se tome, precisamente este martes que viene, con la activación del semáforo. Eso sí, la semana solo se aguantaría en el caso de que los hospitales aguantasen pero el ritmo de crecimiento sigue siendo muy alto.
En este nuevo estado de alarma, eso sí, el confinamiento no sería general sino que las propias comunidades autónomas decidirían cuándo y cómo realizarlo. En Castilla y León ya avisaron de que sería un confinamiento más liviano, si bien todavía se encontraban trabajando en el mismo. Lo que parece claro es que los colegios continuarían siendo presenciales, mientras que el resto, si llega el momento, lo comunicarán.