Flashes de otoño. Los toros en el mundo: Europa (3ª parte)
Italia II
El Duce y Parejito
Posteriormente vendrían mejores tiempos en Italia para la celebración de corridas de toros en la época de Mussolini como cita en ese apartado el Cossío:“Las corridas celebradas en el Estadio Nacional de Roma en 1924, con asistencia de 50.000 mil espectadores cada tarde. Fueron tres en los días 22 y 29 de junio y 3 de julio. Rafael Rubio (Rodalito) toreó los tres días y Pedrucho actuó en los dos primeros y una Parejito. En las mismas funciones tomó parte el rejoneador Boltañés. Luego cita lugares como Verona, Bolonia, Triestre y Cagliari (Cerdeña). Como dato anecdótico, en Verona asistió el Duce a los toros y recibió de Parejito una capa; Mussolini le devolvió como regalo una pitillera de oro. Fue en junio de 1923.
Andanzas de “Pedrucho” y “Rodalito” por tierras italianas
Como paradigma final, el Cossío transcribe parte de las andanzas de “Rodalito” y “Pedrucho” en una mañana calurosa en Roma un 6 de julio de 1924, donde por la tarde se celebraría la corrida de toros. Pero el calor era tan sofocante que decidieron dar el festejo por la noche.
Sin embargo, y a pesar del bochorno, la corrida se dio por la tarde ya que “Rodalito” tenía billete para regresar a España. Antes de la corrida -relata el Cossío- los organizadores fueron a buscar a los toreros para que, en el camino del hotel a la plaza, pasando por el parque Villa Borgueses, lucieran los trajes. Los subieron a unas carrozas engalanadas y delante de ellos iban carrozas con señoras de buena sociedad romana, detrás una banda de música que alternaba música militar con pasodobles
Nápoles
La influencia española en Nápoles fue determinante para la celebración de festejos taurinos. Su plaza de toros fue inaugurada con motivo de la coronación de Fernando II, Rey del Reino de las Dos Sicilias. La plaza se construyó siguiendo el estilo de las plazas francesas y los antiguos anfiteatros romanos, estado su ubicación a las afueras de la ciudad, no muy lejos del Monte Vesubio con un aforo para 2.000 personas, siendo las corridas sin tercio de la muerte y sacrificadas por un matarife en privado o indultadas, si había sido buena su lidia.
Pedro Romero inauguró la plaza de toros de Nápoles con 76 años. Al año siguiente se retiró del toreo.
Las grandes figuras torearon en Nápoles
A lo largo de su historia han toreado en este coso, grandes figuras del toreo como El Tato, Juan Yust y Manuel Domínguez, “Desperdicios”, que salió dos veces por su puerta grande, tras cortar en ambas ocasiones dos orejas, un rabo y una pata, siendo el torero que más veces cruzó la puerta grande.
La corrida inaugural estuvo representada por el torero español Pedro Romero, el torero italiano Alessandro Rossi y el torero mexicano Pedro Martínez Ruiz, con toros de crianza española.
El toro más famoso que se lidio en la plaza fue Cacciatore de crianza hispano-italiana, que fue lidiado en 1858 por El Tato, siendo premiado con el indulto.
La última corrida tuvo lugar en marzo 1861 con un mano a mano entre Juan Pedro Daza descendiente del famoso picador José Daza y Juan Lucas Blanco, con reses italianas.
En octubre de 1862, tras más de un año de la Unificación Italiana, la plaza fue desmantelada, quedando solamente parte del primer y segundo tendido de sombra con la puerta grande incluida y una de las puertas secundarias de los tendidos de sol.
En 1910 el gobierno regional italiano restauró las ruinas y permitió que pudieran ser visitadas como lugar de interés turístico, pero desgraciadamente en agosto de 1943, con el comienzo de la Invasión Italiana por parte de las tropas aliadas, un bombardeo destruyo todas las ruinas que quedaban. Actualmente en el lugar donde se ubicó la plaza se encuentra la carretera San Vito Arena.
El Vaticano
En febrero el año 1492, se ofrecieron varias corridas de toros en El Vaticano para conmemorar la conquista de Granada y el nacimiento de una nueva nación, España. Las corridas se celebraron tanto en la plaza Navona como en la misma Plaza de San Pedro, aunque no hay seguridad si la primera de ellas se celebró el1 ó el 5 de febrero.
Esa primera fecha, tras una misa matinal, cinco toros fueron estoqueados por la tarde por hombres armados con lanzas en los que los italianos llamaban la “caza del toro”. Hay constancia que el mismísimo César Borgia, supuesto hijo de Rodrigo de Borgia, participó activamente en las corridas montado a caballo.
En un libro publicado en 1889 y escrito por Carlos Iriarte sobre la vida y muerte de César Borgia, se hacía referencia a la celebración de corridas de toros en El Vaticano. Dice así el pasaje de este libro: “El día de San Juan, el 24 de junio de 1500, se organizaron en Roma corridas de toros detrás de la Basílica de San Pedro, y siguiendo la moda introducida en Roma después de Calixto por los aragoneses, César (Borgia) descendió con el rostro cubierto a la arena, toreó a pie sencillamente, cubierto de una túnica, con la espada corta y la muleta, y se las hubo, uno tras otro, con cinco toros, a todos los cuales dio muerte. El último lo mató de una sola estocada, entre los aplausos frenéticos de una muchedumbre entusiasmada”.
Bibliografía y fotografías: Enciclopedia “Los Toros” (“El Cossío”), Portaltaurino.com, Vadebraus.com, Kronos Historia, La Economía del toro, “Por siempre torero”, “Azores pro touradas”, Natalia Calvo, Biblioteca Digital Junta CyL (Portal de Tauromaquia), Mialcala blogspot, Aula Taurina de Granada. ABC, Cultura (Andrés Amorós). Gonzalo Santonja (“Los toros del Siglo de Oro. Anales segovianos de la Fiesta”, (Diputación de Segovia). Turismo Melilla. Amigos de la plaza de toros de Béjar.Porsolea.com.