Las familias con niños con discapacidad exigen que la Ley Celaá mantenga la libertad de elección de centro al asegurar que la Educación Especial es necesaria
Unas 40 personas de familias con alumnos con discapacidad exigieron hoy en Valladolid que la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (Lomloe), más conocida como la Ley Celáa en referencia a la ministra de Educación y Formación Profesionales, mantenga la libertad de elección del centro por parte de los padres al asegurar que la Educación Especial es necesaria y cuenta con los medios técnicos y humanos para una adecuada atención de sus hijos.
Con motivo de la llegada de la propuesta del Gobierno central en materia educativa al Pleno del Congreso de los Diputados, la Asociación Ayuda a la Dependencia y Enfermedades Raras de Castilla y León y algunos padres con niños escolarizados en colegios de Educación Especial realizaron una concentración a las puertas de uno de estos centros como el número 1 de Valladolid, ubicado en el barrio de Covaresa.
GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS: MIRIAM CHACÓN / ICAL
Posaron con una pancarta que rezaba 'La Educación Especial es una herramienta de inclusión social. No al cierre de los colegios de Educación Especial' y lanzaron consignas contra la ministra Celaá y su polémica reforma de la ley educativa. Los padres expresaron sus dudas sobre la supervivencia de los colegios de Educación Especial ya que la nueva ley contempla que actuarán como centros de recursos y apoyo para los centros ordinarios. Fueron especialmente críticos con el artículo 74.3 que contempla "lograr el acceso o la permanencia del alumnado en el régimen más inclusivo".
Uno de esos padres que se concentró fue Francisco Huerta, con una niña de cinco años con el síndrome de Prader-Willi, quien aseguró que los centros de Educación Especial están especializados para niños con discapacidad o trastornos, que necesitan una educación específica. "No es una segregación, tal y como dicen algunos, sino que se trata de adecuar el sistema educativo a unos menores con dificultades, que necesitan para poder aprender, evolucionar y progresar en la vida, además de relacionarse con sus semejantes", expuso.
Huerta reclamó al Gobierno de España que "recapacite", tal y como recogía el cartel que portaba con el mensaje: 'Antes de cambiar, escucha al que sabe', y subrayó que la eliminación de los centros de Educación Especial no es una "prioridad" en la actualidad. También apostó por la libertad de los padres para escolarizar a sus hijos. "Estamos a favor de la inclusión, cuando se pueda hacer", sentenció. De ahí el lema de 'Educación Inclusiva, sí. Especial, también'.
Acompañado de su mujer, explicó, según recogió la Agencia Ical, que su hija tiene un 72 por ciento de discapacidad y un grado 3 de dependencia, con dificultad motórica y no habla, por lo que requiere de cuidados muy específicos que en un colegio ordinario no le pueden ofrecer.
En el mismo sentido, se pronunció Jairo Aguado, también con un hijo escolarizado en el Centro de Educación Especial número 1 de Valladolid, quien expresó su temor del "trasvase" de alumnos de este tipo de colegios a los ordinarios. "Aquí, cada profesor está con cinco alumnos y en uno normal, son 25 niños, sin olvidar que en los centros especiales hay todo tipo de servicios como fisioterapia, audición y lenguaje o hidroterapia que son imposibles en un colegio ordinario", añadió.
Confianza en la Junta
Aguado destacó que, de salir adelante la Lomloe, la única esperanza de estas familias es el anuncio de la Junta por mantener abiertos los centros de Educación Especial. "La ley es estatal pero su aplicación corre a cargo de la comunidades autónomas", expuso. También mostró su preocupación por que la ley Celaá no cuente con una memoria económica lo que hace imposible que haya una inclusión "real" y "efectiva".
La presidenta de la Asociación Ayuda a la Dependencia y Enfermedades Raras de Castilla y León, Yolanda de la Viuda, mostró su rechazo a algunos artículos de la Ley Celaá que hablan de "vaciar" los centros de Educación Especial para incorporar a los alumnos en la modalidad más inclusiva. En la línea de lo expresado por los padres de alumnos con discapacidad, aseguró que la mejor inclusión es proporcionar a estos niños las necesidades educativas que requieren y garantizar sus derechos como personas. "Los centros ordinarios no tienen respuestas para estos niños, además que la ley no está dotada económicamente", sentenció.
De la Viuda se mostró esperanzada en que la reforma de la ley educativa no salga adelante en el Congreso, además de que requiere de su aprobación en el Senado. "Los experimentos, en casa y con gaseosa, señora Celaá", concluyó.