La Junta multiplica por más de seis la venta de suelo en plena pandemia
La Junta de Castilla y León vendió casi medio millón de metros cuadrados de suelo industrial este año, lo que supone multiplicar por más de seis el dato del año 2019. En concreto, la venta de suelo alcanzó este ejercicio marcado por la pandemia los 495.000 metros cuadrados, frente a los 75.000 del año anterior; y se vendieron por cerca de siete millones, con la aplicación de las rebajas introducidas en los planes de fomento territorial en noviembre de 2019, ya que su valor ascendía a 12,1 millones de euros. Los metros cuadrados adquiridos se distribuyen en 150 parcelas.
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, destacó con estos datos que “hay cierta ebullición importante desde el punto de vista de venta del suelo industrial, más de lo que parece” en Castilla y León, pese a la pandemia.
Carriedo afirmó a Ical, que el impacto de la pandemia en la instalación de empresas en los polígonos de la Comunidad, es “menor del que se pueda pensar”, porque “muchos proyectos estaban diseñados a medio y largo plazo y siguen adelante”.
Carlos Fernández Carriedo afirmó que la rebaja del coste del suelo anterior a la pandemia “ha sido providencial” para situar a la Comunidad “con competencia en los mercados internacionales” y ensalzó que en estos momentos tienen encima de la mesa planes de ampliación de polígonos industriales que están agotando su espacio.
En este sentido, se refirió a Villadangos, donde hay necesidad de “cierta ampliación”; y al polígono tecnológico de León, que “tiene un nivel de ocupación muy alto”, sus últimas parcelas se han vendido y ya han contactado con el Ayuntamiento de la capital para que inicie los trámites para su ampliación. Además, remarcó que han acelerado “de forma importante” los trámites para el parque tecnológico de Burgos; y en Ávila, están actuando en Vicolozano, con una dotación “muy importante”, con las naves que ocupará Nissan que sostendrán su actividad y empleo. Asimismo, reseñó que en el polígono de Villabrázaro, en Benavente, dos empresas “muy importantes” prevén acabar sus naves.
Por otra parte, Carriedo apostó por el emprendimiento en la Comunidad, pero advirtió de que debería llegar ligado a sectores digitales, ante los perjuicios causados por la pandemia al turismo y la hostelería, y la llegada de fondos de la UE para esos objetivos.
El consejero también apeló a un política industria bajo una apuesta por las tecnologías disruptivas, la cualificación de trabajadores, financiación, suelo industria con la mejor tecnología, acceso a la innovación y procedimientos tecnológicos más avanzados. Agregó que Castilla y León cuenta con ventajas, porque el peso del sector industrial es mayor que la media y cuenta con una mayor competitividad.
Para finalizar se refirió a los proyectos de transición, justa, cuyos convenios se empezarán a firmar en 2021, dijo, tras desbloquearse el ámbito de aplicación, y la rúbrica de los protocolos. Unos fondos, dijo, totalmente insuficientes, que beneficiarán a los países que aún tienen minas, porque aquí, rememoró, se clausuraron en 2018, un error que “nos debilitó después en la negociación de fondos”.