Rebajas, pero seguras y con garantías
La Unión de Consumidores de Palencia (UCE) ha establecido una serie de pautas y recomendaciones para que los ciudadanos afronten con seguridad y garantías el periodo de rebajas. No obstante, ha solicitado una reforma de la ley de Comercio de Castilla y León, dado que “la regulación de estas ventas favorece tanto a los comerciantes como a los consumidores, pues la liberalización de los descuentos supone que el cliente no adquiera más que los productos que necesita”.
En un informe recogido por la Agencia Ical, la UCE subraya que los clientes deben de tener en cuenta que los productos que se ponen a la venta en esta época deben ser los mismos que se están vendiendo durante todo el año, así como que el precio rebajado debe de ser el que constaba en el producto antes del periodo de rebajas.
En ese sentido, destacan que “no podrá ser objeto de rebajas” los productos que no se hayan puesto a la venta en condiciones de precio ordinario, con anterioridad, y la venta de los productos deteriorados o adquiridos con objeto de ser vendidos a precio inferior al ordinario.
No obstante, afirman que la modificación de la normativa, el artículo 25 de la Ley de Comercio, “da carta blanca a los comercios para decidir cuando comienzan las rebajas, por lo que no obliga a que los productos tengan que llevar un mes antes en su stock para poder rebajarlos”. Tal es así que, “únicamente se señala que deben de haberse puesto con anterioridad a la venta a un precio superior en el establecimiento”.
La duración de cada período de rebajas será libremente decidida por cada comerciante, pero “es obligatorio fijar el periodo de duración de dichas rebajas y las fechas elegidas, como inicio y fin de la venta en rebajas, las cuales deben exponerse en los establecimientos comerciales en un lugar visible al público”.
Consejos
Desde UCE han establecido una serie de pautas principales a la hora de afrontar el periodo de rebajas. En primer lugar, detallan que debe hacerse un listado de aquellos productos que se quieren obtener en rebajas tratando de evitar compras impulsivas de productos no necesarios. Además, hay que comprobar que la calidad del producto rebajado sea igual a la anterior, mientras que, en la forma de pago, los establecimientos, en los que habitualmente se aceptan tarjetas de crédito, deben seguir haciéndolo durante las rebajas.
En otro orden de cosas, recomiendan que se exija siempre el ticket de caja o la factura de compra, ya que “es indispensable para poder hacer cualquier tipo de reclamación posterior”; todos los artículos deben estar marcados con el precio anterior al inicio de las rebajas y el precio rebajado o porcentaje de rebaja; y “no existe normativa que permita a los comerciantes rechazar devoluciones justificadas de productos comprados en rebajas”.
Y es que, explican que los establecimientos “deben seguir la misma norma aplicada en el resto del año”, por lo que si se compra algún producto que tenga garantía obligatoria postventa, como electrodomésticos, ordenadores o aparatos de telefonía, entre otros, “bajo ningún concepto renuncie a dicha garantía”, apostilla.
Por otro lado, cabe recordar que “la publicidad de los productos está considerada cláusula contractual, por lo que es obligado el cumplimiento de todo lo que se publicita”. De ahí que, ante cualquier problema o vulneración de los derechos, subrayaron que el consumidor “debe reclamar”.
Compras en internet
Las rebajas también llegan a los portales de Internet, por lo que muchas tiendas online ven incrementadas sus ventas en este periodo y, en especial, durante este año debido al COVID-19, ya que han aumentado considerablemente las compras online. La comodidad, la posibilidad de comparar precios a un solo ‘click’ del ratón o las posibilidades de devolver el producto y la facilidad en el pago centran los incentivos de este crecimiento, apuntan.
Por ello, la Unión de Consumidores de Palencia recomienda verificar los distintivos de seguridad en sus transacciones, como la ‘s’ del protocolo ‘https’; la compra en los comercios electrónicos que inspiren confianza; en la medida de lo posible, realizar las compras contra reembolso; desconfiar de “las gangas y ofertas” que no ofrezcan garantías; y conservar los resguardos hasta recibir el producto, exigir el cumplimiento de los plazos establecidos, y denunciar las deficiencias o el incumplimiento de lo pactado.
Aun así, recalcan que es preferible comprar en el comercio local y de cercanía, dado que el cliente posee igualdad de condiciones, garantías, calidades y precios. De esa forma, “quedan en cada provincia y zona las plusvalías, que volverán a ser invertidas y, por lo tanto, generar riqueza y bienestar entre todos”, señalan.
En cuanto al tema de las devoluciones, reiteran que el consumidor debe tener en cuenta que “cuando adquiere un producto, esté o no de rebajas, existe la obligación de cambiar un producto o devolver el dinero siempre y cuando este se encuentre defectuoso, roto o estropeado”.
De igual manera, se enmarca en las mismas condiciones cuando “no se ajuste a las características descritas; cuando no sirva para el uso al que ordinariamente se destina o si se le ha indicado manifiestamente al vendedor que no sea apto para el uso especial que se pretende dar”, añaden.