La pandemia hunde las ventas de los juegos de Loterías del Estado en Castilla y León
R. Travesí / ICAL
La pandemia del COVID-19 lastró las ventas de los juegos de Loterías y Apuestas del Estado en Castilla y León durante 2020, con una caída del 16,9 por ciento con respecto al año anterior. El cierre de las administraciones y la suspensión de todos los sorteos durante nueve semanas, entre la 12 (16 de marzo) y la 20 (17 de mayo), provocaron que la recaudación de los juegos de la empresa pública estatal se quedara en 566,1 millones de euros frente a los 681,4 millones de 2019. Es decir, 115,3 millones menos en un solo ejercicio.
Al igual que en todos los sectores, el año 2020 marcó un punto de inflexión y truncó la buena evolución de la recaudación de la empresa estatal de Loterías en Castilla y León. En concreto, se rompe un incremento constante y continuado desde 2015.
El descenso del 16,9 por ciento en las ventas de los juegos de Loterías y Apuestas en la Comunidad es idéntico al experimentado en el conjunto de España, donde los 9.256 millones de 2019 contrastan con los 7.687 millones del ejercicio pasado. Todas las comunidades sufrieron caídas en las ventas de sus juegos, aunque oscilaron entre las bajadas del 15,1 por ciento de Extremadura y Castilla-La Mancha y el 21,6 por ciento de Baleares o el 19,8 por ciento de Canarias.
Pese a las malas cifras, fuentes del sector de la Comunidad consultadas por la Agencia Ical consideraron que se ha logrado “salvar” un año que estuvo marcado por la pandemia del COVID, con un descenso generalizado del consumo de las familias por el estado de alarma decretado en marzo, el confinamiento, las restricciones a la movilidad y el teletrabajo durante varios meses.
Hasta el punto que hablan de una caída “contenida”. No en vano, recordaron que los juegos no son un producto de primera necesidad y pocos loteros pensaban en marzo, con el cese de toda la actividad, que la caída iba rondar el 17 por ciento. Como ejemplo, citaron que el descenso de las matriculaciones de vehículos nuevos fue del 25 por ciento en Castilla y León.
También declararon que un ejercicio malo como 2013, en el que no hubo pandemia ni nada especialmente reseñable, la recaudación de Loterías por las ventas llegaron a descender el siete por ciento. Por lo tanto, una caída del 16,9 por ciento en un año para olvidar tampoco es un “descalabro”. “Recuperar nueve semanas de cierre de las administraciones y una suspensión total de la actividad es una misión imposible”, precisaron a Ical.
Las administraciones subrayaron el “tirón” de última hora con la Lotería de Navidad, con unas ventas en Castilla y León de 203,5 millones de euros. Una cifra importante pero que supuso un 11,7 por ciento menos en 2019, motivado, en parte, por el cierre de establecimientos de hostelería y comercios que siempre han vendido décimos y participaciones.
En todo caso, el sorteo especial de final de año significó el 36 por ciento del total de la recaudación de la empresa pública. Es decir, el Gordo mueve más de uno de cada tres euros del conjunto de los juegos de la compañía en la Comunidad, unos datos que se mantienen a lo largo de los años.
El descenso experimentado en Castilla y León por las ventas de la Lotería de Navidad es muy similar al de España, donde bajó un 11,1 por ciento, pese a que la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal) auguraba, a finales de octubre, un descalabro, con un desplome del 30 por ciento.
Una caída del 11 por ciento que la empresa dio por buena, tal y como aseguró el presidente de Loterías y Apuestas del Estado, Jesús Huerta, el mismo día del sorteo cuando reconoció que la cifra no le satisfacía pero era “digna”. "Loterías se ha resentido en todos los niveles. Se vende menos y habrá mucho menos margen de beneficio, además se ha resentido a nivel de puntos de venta", indicó. En este sentido, se refirió al impacto de la pandemia a la hora de repartir participaciones para el sorteo en canales tradicionales como asociaciones, clubes, equipos deportivos y empresas.
Según los datos a los que ha tenido acceso Ical, la recaudación de 566,1 millones de euros se reparte entre los juegos pasivos (Lotería Nacional, Lotería del Jueves y Lotería del Sábado) y los activos (Primitiva, Euromillones, Bonoloto y Quiniela, en los que el usuario apuesta con el pronóstico y elige los números).
Se rompe la tendencia positiva
El año de la pandemia marcará, como en todos los sectores, un antes y un después en la historia de Loterías y Apuestas del Estado. La recaudación del organismo estatal en la Comunidad cayó un 10,2 por ciento entre 2008 y 2013, al pasar de 703,6 a 631,7 millones de euros. Es decir, casi 72 millones menos en cinco años. El mayor retroceso se produjo, precisamente, en 2013 cuando las ventas cayeron un 6,7 por ciento. Esa tendencia negativa cambió en 2015 ya que la recaudación aumentó un 3,8 por ciento hasta los 647,2 millones. Desde entonces, el crecimiento había sido sostenido con 647,6 millones en 2016; 657,8 en 2017; 665,9 en 2018 y 681,4 millones de euros en 2019.
La tendencia observada en los últimos ejercicios por las administraciones de loterías es que cada vez hay más apostantes pero con menos importe, lo cual compensa “un poco” las ventas. Una ecuación que es palpable cuando existe un bote acumulado con mucho dinero. “El ciudadano que, habitualmente, no juega se siente atraído por las grandes cantidades y decide probar suerte, sin analizar el cálculo de probabilidades”, añadieron.
El cierre de los bares durante varios meses de 2020 provocó que muchos de sus clientes acudieran a una administración para adquirir el décimo de la Lotería Nacional que habitualmente compraba en el local de hostelería. Durante este tiempo, los loteros también han podido palpar el ánimo de los ciudadanos por que las administraciones son un buen “termómetro” de la situación por la que atraviesa un país. “Ante tantas desgracias, con contagios y muertos, mucha gente ha buscado un aliciente con los sorteos”, apuntaron.
El miedo de los clientes a acudir a la ventanilla a comprar su décimo o realizar su apuesta está detrás que la recaudación del canal de internet de la compañía aumentara en 2020 un 3,2 por ciento y 6,4 millones más, hasta un total de 197.8 millones de euros.
De momento, las ventas de otro sorteo importante como la Lotería del Niño del 6 de enero pasado han tenido un buen comportamiento, con un descenso de solo el uno por ciento, en comparación con el año 2020, en que todavía no había coronavirus. Eso sí, el sector advirtió que la situación se puede complicar a lo largo del año cuando finalicen los ERTEs, aumente el paro y se resienta la economía española.
Provincias
La recaudación del conjunto de juegos de Loterías, como era de esperar, cayó en todas las provincias, aunque hay diferencias de hasta cuatro puntos entre unos territorios y otros. Burgos registró la mayor bajada, con un 18,8 por ciento de caída con respecto al año anterior, hasta los 97,8 millones de euros, seguida de Segovia, con un 18,6 por ciento menos, hasta los 40,6 millones. Estuvieron dos puntos por encima de la media autonómica y lejos de una de las provincias que siempre juega a la Lotería como es Soria, donde el descenso fue del 14,5 por ciento, hasta situarse en los 34,7 millones. También estuvo en esos porcentajes Valladolid, con una bajada del 14,6 por ciento (106,4 millones).
En números similares al conjunto de la Comunidad estuvieron Ávila, con un descenso de las ventas del 17,1 por ciento (35,9 millones); Palencia, un 17,2 por ciento (43,8 millones). Por su parte, León estuvo un poco por debajo de la media autonómica, al registrar una bajada del 16,6 por ciento (102,9 millones) mientras que la recaudación en Salamanca y Zamora (que dependen de una misma delegación) cayó un 17,5 por ciento, hasta los 103,7 millones de euros.