Castilla y León "se está quedando sin enfermeras" ante la "expulsión" por el "maltrato" a los profesionales
El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Castilla y León denuncia que la Consejería de Sanidad está “expulsando” fuera de nuestra Comunidad a cientos de enfermeras y enfermeros jóvenes que no ven futuro aquí debido al “maltrato” al que se les somete desde la Administración sanitaria: las retribuciones más bajas de España, contratos precarios y nulo reconocimiento a su esfuerzo en plena pandemia es el “premio” que reciben por la cada vez mayor responsabilidad de su trabajo, por su dedicación poniendo en riesgo su vida y por las importantes competencias profesionales que desarrollan.
Castilla y León sigue estando en el último lugar de las comunidades españolas en retribuciones de sus profesionales enfermeros, en el puesto 17 (incluidas Ceuta y Melilla). Estas bajas retribuciones que perciben los profesionales enfermeros en Castilla y León están provocando que estos prefieran marcharse a otras comunidades para lograr un contrato más estable y unas condiciones retributivas que aquí no van a conseguir. Porque mientras otras comunidades mejoran las retribuciones de sus enfermeras y enfermeros, Castilla y León las empeora año a año. De estar en el puesto 15 hasta el año 2019, que ya era preocupante, la Comunidad ha pasado al último puesto de todas las autonomías en 2020 y si esto sigue así, continuará el deterioro económico para estas profesionales. Esta situación se traduce en que las enfermeras de Castilla y León que se gradúan en nuestras universidades deciden abandonar nuestra comunidad, lo que está condicionando la sanidad porque no hay efectivos para cubrir las necesidades existentes, y es un ejemplo de cómo Castilla y León pierde a su población joven porque desde la Junta no se toman medidas reales para evitarlo.
La equiparación salarial de las enfermeras/os de Castilla y León con el resto de comunidades es una de las reivindicaciones del Sindicato de Enfermería desde hace años, ya que existen diferencias muy notables entre la retribución de estas profesionales en Castilla y León y las del resto de comunidades. ¿Qué hace la Consejería de Sanidad? Obviar esta realidad y seguir menospreciando a sus enfermeras. Mientras el resto de comunidades autónomas ofrecen mejores salarios y condiciones laborales consiguiendo de esta manera cubrir sus necesidades asistenciales sin incrementar el número de plazas existentes en sus facultades.
“Es la forma de actuar de nuestros políticos en Castilla y León desde hace años. No se toman medidas para asegurar que nuestros jóvenes, formados en las facultades de nuestra Comunidad, se queden en Castilla y León, y el resto de comunidades, en el caso de las enfermeras, se aprovechan de la dejadez de nuestros políticos a nivel autonómico y de las peores condiciones laborales y económicas que se ofertan en SACYL para atraerlos a sus servicios de salud. Generalmente, las enfermeras que se van ya no vuelven y cada vez hay menos enfermeras en Castilla y León, con lo cual la carga de trabajo aumenta, pero nuestros políticos no están haciendo nada para resolverlo. La situación es tan grave que va a terminar explotando. Castilla y León se está quedando vacía y nuestros políticos no están a la altura de las circunstancias desde hace años”.
SATSE insiste en la gravedad del problema: “El aumento de la edad media de la plantilla enfermera, las jubilaciones de enfermeras que se van a producir en los próximos años y el aumento de las jubilaciones voluntarias anticipadas, implica que la Consejería de Sanidad se va a encontrar sin profesionales de Enfermería para cubrir la asistencia sanitaria. No va a haber relevo posible porque están haciendo oídos sordos a las advertencias”. Así, año a año, y especialmente este último de pandemia, las bolsas de empleo se han agotado inmediatamente después de abrirse y la Administración sanitaria ya ha tenido enormes dificultades para encontrar enfermeras.
SATSE considera que se necesitan menos declaraciones grandilocuentes por parte de las autoridades sanitarias de la Comunidad diciendo que respaldan y agradecen el esfuerzo del colectivo enfermero y más hechos concretos en forma de una equiparación retributiva que de verdad reconozca ese esfuerzo y dedicación de las enfermeras y enfermeros de Castilla y León. Se trata de retener a estas profesionales y evitar la sangría de efectivos que se está produciendo.