Anastasio Laguna, aficionado, ex mozo de espadas y coleccionista taurino
76 años contemplan a este excelente aficionado vallisoletano del Barrio de las Delicias, quién se inició en las capeas desde muy joven, aunque nunca llegó a torear en serio. Luego sería mozo de espadas de Joselillo y durante años se dedicó a coleccionar objetos taurinos.
Aficionado de las capeas
Desde niño acudía a los toros, y en la grabación para Grana y Oro nos recordaba aquellas novilladas nocturnas en el coso del Paseo de Zorrilla, donde se rifaban máquinas de coser y vacas lecheras para animar a sacar su entrada a los aficionados. Se curtió en las capeas de los pueblos y de vez en cuando se atrevía a dar capotazos y muletazos a las vacas y novillos, aunque nos confesó que nunca toreó en serio ni llegó a utilizar una espada. En una de las fotos que ilustran el reportaje lo vemos con el periodista vallisoletano Julián Lago.
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Su afición al coleccionismo taurino
Empezó con los cromos de los toreros y las cajas de cerillas y ahora su casa es un auténtico museo taurino donde no cabe un objeto más, por ello tiene repartidos enseres y trastos de todo tipo por varios locales y trasteros. Numerosas son las colecciones de trajes camperos, capotes de paseo, muletas, monteras, fundones y trajes de luces -qué el mismo confecciona-, además de miles de carteles, colecciones de libros -entre ellas dos del Cossío- fotografías, cintas de películas y televisión, cassettes con más de seiscientos pasodobles, cabezas de toros, etc. María Isabel, su esposa, ha sido de gran ayuda a la hora de ir reuniendo y colocando todo ese gran tesoro taurino que ya tiene sucesor en la persona de uno de sus hijos y de un nieto, ambos han heredado la afición de Laguna, como es conocido en los ámbitos taurinos.
Mozo de espadas de Joselillo
“Desde que empezó José de becerrista le fui acompañando debido a la amistad que teníamos las dos familias. -nos dice este gran aficionado que es una auténtica enciclopedia taurina-. “Tuve que sacarme los carnés de mozo de espadas para ir de legal, y cuando me prejubilé de la Michelín lo dejé, aunque me llamaron otros toreros, pero mi fin siempre fue ayudar a José Miguel”.
Laguna nos habló de la fidelidad y confidencialidad que debe existir entre el torero y su mozo de espadas, “aunque lo primero que hay que tener es afición”, recalcó. También sentenció sobre el futuro de la tauromaquia y dijo que “a pesar de los ataques antitaurinos, esta pandemia, e incluso alguna gente del toro, saldremos adelante”.
Todo un lujo de personaje como aficionado taurino y como persona la de este hombre servicial al mundo del toro. ¡Enhorabuena Anastasio Laguna!