Una empresa burgalesa, seleccionada por Naciones Unidas para reducir la contaminación de mares y océanos
Ficosterra, empresa de biotecnología marina que fabrica en Burgos (España) y Ensenada (México) bioestimulantes y biofertilizantes, ha sido la única única empresa española seleccionada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP) para impulsar el cumplimiento del Objetivo 14 de Desarrollo Sostenible (ODS), cuya misión es conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.
Nueve empresas en todo el mundo, entre ellas la española Fiscosterra, han sido elegidas por el programa de Naciones Unidas tras un largo proceso de selección, para desarollar proyectos que ayuden en el cumplimiento de estos objetivos, según informan fuentes de CEOE Castilla y León.
Integrada en la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) y en CEOE Castilla y León, Ficosterra es una empresa de biotecnología marina que fabrica bioestimulantes y biofertilizantes de extractos de algas y microorganismos para favorecer el máximo desarrollo de cultivos y plantas.
Estos productos son una solución 100% orgánica, sostenible y respetuosa con el medio ambiente que ayuda a reducir el empleo de agroquímicos y contribuye a mejorar la productividad de la agricultura.
POR EL ABUSO DE FERTILIZANTES
Una de las consecuencias del abuso de los fertilizantes de origen mineral es la acidificación y eutrofización (contaminación de las aguas provocada por el uso de sustancias químicas) de mares y océanos, que reciben, procedentes de los ríos, los restos de fósforo y nitrógeno no asimilados por los cultivos. Las cargas de contaminación de estos compuestos de origen mineral se ha triplicado desde la época preindustrial.
Según los datos que maneja UNDP, cada año llegan hasta los mares y océanos cerca de 13 millones de toneladas, que están provocando un crecimiento exponencial de la eutrofización y la configuración de áreas cada vez mas amplias con falta de oxígeno.
La utilización de bioestimulantes y biofertilizantes de extractos de algas y microorganismos permite reducir sensiblemente el uso de agroquímicos, sin mermar la productividad de las cosechas, además de devolver al mar lo que sale de él, un valor ponderado hoy por la economía circular.
El reto que Ficosterra abordará en centros de investigación de la Universidad Hassan II de Marruecos y en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), de México, es demostrar que el uso de los bioestimulantes ficosagro (complejo microbiano con extractos de algas) y cystium-k (extracto puro del alga Macrocystis Pyrifera), reduce sensiblemente el uso de fertilizantes de origen mineral, con la consiguiente reducción de la carga de nitrógeno y fósforo que se filtra hacia los mares.Además, son capaces de aumentar la productividad de las cosechas entre un 6 y un 15% (según el tipo de cultivo).
ENSAYOS EN ABRIL
Los ensayos se iniciarán el próximo mes de abril y estarán dirigidos por un equipo multidisciplinar de ingenieros agrónomos y biólogos de Ficosterra y de los centros de investigación marroquí y mexicano. Se realizarán en distintos cultivos ( invernadero y aire libre), y en dos escenarios distintos: laboratorio y campo.
En el laboratorio se medirá en unos grandes contenedores (a modo de macetas) el lixiviado (el fluido de sustancias tóxicas) que genera la maceta tratada en comparación con otra tratada con los bioestimulantes, además de medir otros parámetros como la productividad, el vigor y la sanidad de las plantas.
Ficosterra pretende acercar estos ensayos al escenario real, en el que el agricultor desarrolla su trabajo día a día y que pretenden definir la nueva agricultura, la del Siglo XXI.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS ) nº 14 forma parte de los 17 objetivos globales que los estados miembros de Naciones Unidas acordaron en 2015 para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad mundial, bajo el prisma de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Para conseguir cada uno de los objetivos se precisan herramientas como la innovación y las nuevas tecnologías, además de recursos financieros.
En este sentido, UNDP puso en marcha en 2020 el programa Ocean Innovation Challenge, una iniciativa ideada para acelerar el progreso en el ODS14, mediante la identificación de proyectos públicos o privados, innovadores, replicables y escalables que promuevan la restauración y protección de los océanos y las costas para proteger e impulsar la llamada economía 'azul'.
Las subvenciones para su implementación y desarrollo oscilan entre los 50.000 dólares (41.400 euros) y 250.000 dólares (207.000 euros) y los plazos para su desarrollo pueden durar de uno a dos años.