Arranca la temporada de setas y productos de huerta en el Restaurante Pirita
No podíamos faltar a la cita anual de los “césares” del Polígono San Cristóbal, donde cada temporada ofrecen las deliciosas degustaciones de lo que cada primavera nos da la naturaleza.
Y en esta ocasión estuvimos bien acompañados con colegas de la SER como Carlos Flores y Luis Arias, junto a Alvar Salvador, compañero y amigo en las tareas de redacción de Noticias CyL. Días atrás nos había enviado César Lomas padre (Argales 2) unas fotos que nos sorprendieron por la cantidad y calidad: perrechicos y boletus edulis; dos de los manjares más apetecibles por los gastrónomos en esta época del año.
Pues bien, una vez recibidas las fotos, se nos pusieron los ojos como platos y César tuvo a bien de invitarnos a que disfrutáramos con la vista de los productos en crudo y con el paladar, tras ser cocinados por el chef Angel Pérez.
Y al Argales 2 que nos dirigimos Alvar y un servidor para enlazar con Carlos Flores y Luis Arias, compañeros que fueron en mi etapa de la Cadena SER en Pucela. Luis, veterano de la técnica radiofónica durante 44 años, y Carlos 38 haciendo musicales (Los 40) y programas en Radio Valladolid. Dos crack de la radio y muy buena gente. Doy fe.
Y nada más cruzar la calle Pirita nos dirigimos al restaurante del mismo nombre, donde Cesitar lleva la gestión junto a su hermano Admán. Y allí nos atendieron de maravilla tanto ellos como Mirela, la eficaz y simpática camarera.
El menú degustación: setas variadas y verduras de temporada
Crujiente, fresco, sumamente delicioso y bien aderezado estaba el carpaccio de boletus edulis que devoramos con auténtica fruición. A continuación, llegó una fuente de maravillosos espárragos naturales -templados y sazonados con aceite virgen extra- del cultivador tudelano Belloso. Naturalmente de Tudela de Duero. Sencillamente sublimes.
Luego vendría el plato estrella como son los perrechicos, “el rey de la primavera”. Cesitar los llamaría por su nombre científico: Calocybe gambosa. Vinieron en un revuelto y con unas tostas encima. Les diré que agotamos las tostas y “limpiamos” la fuente con pan de barra; o sea “arrebañando”…porque resultaron de una textura increíblemente buena.
E inmediatamente asomó Mirela con unos platos hondos y cuchara. De color Verde y briznas acarneradas. Es decir: guisantes de Juanito, -el hortelano de Laguna- salteados con un sabroso jamón, amén de los ingredientes que acompañaron al plato. Sugestivos, sabrosidad en suma tenían estas “perlas de primavera” que bien podían compararse con las famosas y carísimas “lágrimas” vascas.
Remate: 5º plato de arroz, boletus y liebre
Para rematar el suculento almuerzo nos trajeron cuatro platos hondos. Su contenido: un arroz meloso con boletus y liebre. Sabor a monte puro, llanura castellana con mezcla de marismas arroceras. Todo un descubrimiento esta degustación del Pirita que, sin duda, mejora cada año como los buenos vinos ribereños.
Aunque en esta ocasión fue un tinto “Társila” de Castilla y León, hecho en la bodega de la familia, ubicada entre La Cistérniga y Tudela. Por mi parte, y siguiendo mi tradición, tomé una copa de Cigales de mis amigas de Corcos (Viña Picota)…con gaseosa, por supuesto.
Y de postre un flan con nata, pero yo sólo. Alvar y un servidor tomamos un buen café cremoso. Luis y Carlos ni esperar al café; enfilaron hacia la radio para la retransmisión del Pucela contra el Villarreal. Mal asunto lo del equipo del crack brasileiro tras perder por 0-2…
En fin, cerramos con este pareado que siempre dedicamos a quienes nos muestran su amistad y su generosidad:
Excelente menú, mejor ambiente, trato cordial que invita a la sonrisa. Estando en el Pirita ya no hay prisa.
Pues eso. Gracias “Césares”, que diría Alvar. Volveremos en otoño para degustar la amplia variedad de setas que nos proporciona la naturaleza…y los “Césares”.