La Diputación de Segovia valora la poesía 'interior' durante el confinamiento en su Premio Jaime Gil de Biedma
Entre las cuestiones que rodean al XXXI Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma, que cada año otorga la Diputación y que será fallado el próximo 17 de junio, figuraba, sobre todo, el hecho de saber si el confinamiento y el Estado de Alarma han afectado a la temática general de los poemarios recibidos, cerca de 1.500, cuyos escritores ya saben si se encuentran entre los diez finalistas.
“Tenía cierto recelo a que nos llegasen poemarios del confinamiento, pero con mucha alegría digo que la poesía ha estado por encima de las circunstancias y que el poeta encerrado en su casa ha mirado hacia adentro” reconocía Gonzalo Santonja, coordinador del Premio, añadiendo que “no ha sido el diario monótono y ombliguista, sino de reflexión hacia adentro, en la que el poeta se ha encerrado con sus sentimientos, con sus reflexiones, con sus melancolías, con sus nostalgias y con su sentido del amor en plural, en todas sus manifestaciones humanas y divinas”.
Santonja, quien instantes después de que el prejurado formado por Carlos Cantero, Antonia de Isabel Estrada, el propio Santonja y el nuevo miembro, Demetrio Martín, terminase de perfilar la selección final, ha comparecido en rueda de prensa junto al diputado de Cultura, Juventud y Deportes, José María Bravo, a Demetrio Martín y a Emilio Lázaro, secretario del Premio, para dar a conocer los títulos de los libros que optarán al reconocimiento literario en su trigésima primera edición y que, en palabras del coordinador, merecen descripciones y calificativos como “muy bien resuelto”, en alusión a ‘Naturaleza muerta’, “un libro de melancolía”, sobre ‘Pulso solar’ o “un libro muy sostenido, un calendario poético”, acerca de ‘La soledad de junio’. ‘Cuando todos soñábamos con Ornella Muti’, que aborda una temática cercana a la casa del progenitor, ‘Proyecto de interiorismo’, que ahonda en la poesía de la experiencia, ‘Carne de pájaro’, que habla del amor alumbrado por el deseo y ‘Senderos en el otro bosque’, un libro abierto a los enigmas, forman parte también de un listado que se completa con el centroamericano y sobrecogedor ‘Elegía para mis cadáveres’, ‘Los ojos abiertos’ y ‘Japonesas’, sobre el que Gonzalo Santonja señalaba que “hay un proceso en que el amor en dosis va enfermando y sanando a los amantes”.
A los autores de todos ellos, y a los cerca de 1.500 que enviaron su poemario con el sueño de poder recibir uno de los premios más prestigiosos de la poesía en español, se dirigía José María Bravo en su intervención, agradeciendo su participación, por haber permitido lograr que, en un año tan complicado para la cultura en general, la cifra de poemarios recibidos por la Diputación no se vea resentida y que “el Gil de Biedma siga siendo un premio de poesía de los más importantes de España y de todo el habla hispana”.
Una edición más, el reconocimiento que otorga la institución provincial, y que conlleva 10.000 euros de premio -a los que hay que sumar un accésit valorado en 3.000 euros- contará entre sus finalistas con libros de todas las tendencias y llegados de todos los rincones del mundo.