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Los restos del salmantino Ramón Haro Gómez se reencuentran con sus familiares 83 años después de ser fusilado en Navarra

3 junio, 2021 13:47

J.M.A. / ICAL


El Gobierno de Navarra hizo acto de entrega este jueves de los restos mortales del salmantino Ramón Haro Gómez, 83 años después de ser ejecutado, a sus familiares, descendientes del salmantino municipio de Encinas de Abajo. El Centro Documental de la Memoria Histórica, ubicado en la céntrica plaza de Los Bandos de la capital del Tormes, acogió un sencillo pero emotivo acto en el que la familia pudo reencontrarse con su antepasado.


Una mesa con la caja que contenía los restos de Ramón Haro, una fotografía suya en blanco y negro y distintos centros y ramos de flores, presidió un acto al que asistieron distintos representantes públicos del Gobierno de Navarra, la Junta de Castilla y León y la Subdelegación del Gobierno, con la subdelegada, Encarnación Pérez, a la cabeza. Un violín y un clarinete bajo pusieron la nota musical en tenue tono a un solemne acto envuelto en emoción y respeto.


Manuel Melgar, director del Centro Documental de la Memoria Histórica, abrió el acto recordando que Ramón Haro Gómez fue “una víctima de la intolerancia” en un tiempo en el que el encarcelamiento y posterior ejecución “abrieron heridas difíciles de cerrar”. “Que nuestro pensamiento sea hoy para Ramón y el resto de víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura”, reclamó, antes de dar paso al resto de intervinientes en la zona exterior de espacio espacio gubernamental en Salamanca.


Entre ellos, Elisabeth Martín, nieta de Ramón y representante de la familia, que quiso agradecer públicamente los esfuerzos de todas las personas que han colaborado para que “este sueño se haga realidad”, como definió al hecho de recuperar los restos de su abuelo. “La fuga ha terminado con el regreso a casa”, reflexionó Martín, antes de dibujar una sentida semblanza de un hombre al que nunca conoció pero que, como el resto de sus descendientes, se siente “muy orgullosa”. 


“Siempre es difícil despedir a un ser querido, pero en este caso más, porque se cometió una auténtica barbarie”, manifestó. Dirigiéndose a su abuelo en segunda persona, quiso agradecerle su legado. “Aunque no te conocimos, sabemos que fuiste un buen hombre y muy valiente. La persona que más te ha querido nos lo ha hecho saber, tu esposa Encarna, que nos habló de ti con mucho amor y, sobre todo, con mucho respeto. Tu hija Amelia luchó siempre por saber la verdad. Y tus nietos y biznietos estamos muy orgullosos de ti. Nunca te hemos olvidado y, al final, te hemos encontrado, porque llevamos dentro tu valor y tu dignidad”, expresó Elisabeth.


Más tarde, tomó la palabra José Miguel García, secretario general de la Consejería de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior de la Junta de Castilla y León, para reconocer como “un honor” representar a la Comunidad en un acto “tan emotivo”. “La entrega de los restos de una víctima a sus familiares es el reconocimiento público de su memoria y su dignidad. Ramón fue una víctima de sus ideales, y resultó injustamente asesinado”, valoró. García ofreció además sus solidaridad con "el dolor de la familia" y reconoció que el trabajo de quienes están en la Memoria Histórica es "encontrar a personas como Ramón y dignificarlas”. “A Ramón le gustará que estemos hoy aquí con este espíritu de concordia y de justicia”, finalizó.


Por su parte, Martín Zabalza, director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra, recordó la historia del jornalero salmantino. Según explicó, hace 84 años, Ramón Haro Gómez fue llevado al penal de San Cristóbal, en Navarra, cuando contaba con 25 años, y al cabo de unos doce meses, el 22 de mayo de 1938, participó en una multitudinaria fuga con otros 793 presos que emprendieron la huida hacia Francia. 


Ramón estuvo cerca de cruzar la frontera, pero solo pudo llegar hasta Esteríbar tras recorrer un largo camino, durmiendo de día y andando de noche. Una vez detenido, fue conducido hasta la casa del alcalde y, más tarde, a un campo donde fue fusilado. Los vecinos enterraron su cuerpo. ”Ramón era un joven natural de Encinas de Abajo, casado con Encarna y que tenía dos hijos. Poco sabemos de antes de su detención, salvo que era un jornalero de los miles que había, humilde pero comprometido con la sociedad en la que vivía. Y eso es decir mucho”, manifestó Zabalza. 


Ramón Haro fue exhumado en agosto de 2016 y sus restos pudieron ser entregados hoy a la familia gracias a una muestra de ADN que permanecía en Cataluña. “La colaboración interinstitucional es muy importante, y también articular políticas públicas de Memoria, tal y como estamos haciendo desde el Gobierno de Navarra. Hoy aquí, en Salamanca, quiero decir que fue injusto el asesinato de Ramón y rendir púbico homenaje institucional a él, y a todos los que, como él, dieron su vida por la libertad”, concluyó el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra, antes de efectuar la entrega de los restos.

Susana Martín / ICAL . Entrega de los restos del salmantino Ramón Haro González a sus familiares