El doctor zamorano Alberto Ballestín reconocido internacionalmente con el Premio Robert Zhong 2021
La Sociedad Internacional de Microcirugía Experimental ha reconocido con este premio su investigación, que versa sobre la transferencia tisular libre en microcirugía reconstructiva, con empleo de terapia celular para modular el daño por isquemia-reperfusión en colgajos cutáneos
12 septiembre, 2021 17:04El doctor zamorano Alberto Ballestín ha sido galardonado con el Premio Robert Zhong 2021 para jóvenes investigadores en microcirugía experimental. La Sociedad Internacional de Microciurgía Experimental ha reconocido con este premio la investigación del doctor Ballestín, que versa sobre la transferencia tisular libre en microcirugía reconstructiva, con empleo de terapia celular para modular el daño por isquemia-reperfusión en colgajos cutáneos.
El veterinario y cirujano zamorano pretende ayudar en la cirugía reconstructiva de diferentes tipos de pacientes, como puede ser una mujer a la que le amputan un pecho por un cáncer de mama o una persona a la que le amputan la mandíbula por un cáncer óseo. En ambos casos, el daño psicológico es evidente y puede afectar de forma muy importante, pero, además la reconstrucción quirúrgica debe ser funcional, sobre todo en los casos como el de la mandíbula que, además de un aporte estético, necesitan hacer funciones vitales. Normalmente, este tipo de reconstrucciones toman tejido “que está a distancia”, es decir, que se toman del abdomen o las piernas de los propios pacientes, obteniendo piel, músculo o incluso hueso (como por ejemplo el peroné), y se movilizan y utilizan estos tejidos para reconstruir la zona dañada. Un proceso por el cual, al trasplantar los tejidos, existe un momento en el que se “corta” el riego desde la zona donante hasta que se restablece en la zona receptora, en ese tiempo intermedio se produce una isquemia. Algo que puede llegar a producir un daño muy importante e incluso la “muerte” de ese tejido.
Por ello, el doctor Ballestín ha puesto sus esfuerzos en investigar qué es lo que pasaba con esos tejidos donantes, cómo sufrían los mismos y cuáles eran sus principales marcadores genéticos e histológicos cuando no tenían una correcta irrigación sanguínea, para poder establecer un tratamiento que mejorara esas reconstrucciones. Algo vital en cirugías reconstructivas complejas y que puede marcar la diferencia en el éxito de este tipo de intervenciones. Su idea, que desarrolló junto a la Unidad de Microcirugía del Centro de Cirugía de Mínima Invasión y a los doctores Francisco Miguel Sánchez Margallo y Javier García Casado, fue diseñar y estudiar una terapia específica basada en células madre que se aplica debajo de esos “colgajos” para mejorar su vida útil y reducir el daño. Un trabajo que ahora ha sido reconocido por la comunidad internacional en materia de cirugía experimental.