Hace unos días se conocía el caso de un alumno con TDAH en Salamanca en el que sus padres denunciaban ante Educación el suspenso de su hijo porque la evaluación no se adaptó a sus condiciones. Nuria Bautista, presidenta de la Federación de Asociaciones de TDAH de la región, explica a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, que todavía no se han puesto en contacto con la familia, pero es una situación que "no solo se da en Salamanca", sino que es algo "habitual".
Desde FACYL-TDAH, explican a este periódico que ellos están "en contacto con Educación y Familia" y que es cierto que siempre reciben "muy buenas palabras", pero a la hora de llevar a cabo esas palabras "no nos hacen caso". "Estamos peleando constantemente con ellos", señala Nuria Bautista.
La presidenta asegura que "hay procolos", pero que lo "más triste" es que se redactó una guía junto con la Junta que lleva "guardada en un cajón" desde 2019. "El TDAH, la dislexia, la discalculia o las dificultades en el aprendizaje son los grandes olvidados en la Junta", insiste.
Una de cada cinco personas padecen TDAH
La estadística dice que una de cada cinco personas padecen TDAH, y Nuria Bautista asegura que el problema está en que "se cree" que llegas a los 18 años "y desaparece por arte de magia".
"Eso no es verdad, perdura en la edad adulta. Hay mucha gente mayor sin diagnosticar", puntualiza.
Necesidades
"Una persona con TDAH necesita mucho acompañamiento", explica Nuria. Son niños y niñas que no paran quietos. En el caso de los niños "se nota más esa impulsividad" y las niñas "quizás pasa más desapercibido porque suelen ser más retráidas y calladas", pero añade que "como mucho pueden ser muy charlatanas, aunque no suele ser habitual".
"Necesitan tener espacio de clases que sean muy cortos donde les dejen moverse y que puedan sentarse delante del todo donde el profesor para que este les pueda reconducir si pierden la atención", asevera Nuria Bautista. Del mismo modo, insiste en que es importante que tengan "movilidad, que les dejen moverse y colaborar porque les encanta".
Un ejemplo que benificiaría que no perdiesen la concentración es "mandarles a hacer fotocopias para que cuando regresen a clase vuelvan a concentrarse". No es conveniente que se les mande tomar apuntes porque con la capacidad que tienen para concentrarse es "imposible". "Además, suelen escribir bastante mal y luego no se entienden a ellos mismos", afirma.
En el caso de los exámenes, para que el profesor no tenga que estar pendiente del alumno durante la prueba lo que tendrían que haber hecho "es adaptar el examen". "Si se lo adaptan y le marcan lo importante no hace falta que el profesor esté pendiente porque el niño va a entender lo que le están pidiendo", explica.
"A veces hacen preguntas tan enrevesadas que cuando llegan al final no saben lo que han leído", insiste.
Por último, Nuria Bautista aclara que "necesitan órdenes concretas, concisas, cortas y de una en una". "Esto está dentro de los protocolos pero como ya he dicho están en un cajón", finaliza.