Marta Pombo ha sido una de las protagonistas indiscutibles de este fin de semana. El motivo no es otro que la despedida de soltera que sus hermanas y varias amigas también influencers le han organizado en Málaga, donde han tenido ocasión de disfrutar de planes de lo más apetecibles y exclusivos con los que, además de pasárselo en grande, también han podido relajarse y desconectar.
Han surcado los mares de la zona, han salido de fiesta, han compartido impresionantes comilonas y también han asistido juntas a la fiesta del 60 aniversario de la revista Telva.
Allí ha sido, precisamente, donde la influencer, que ya ha iniciado la cuenta atrás para pasar por el altar junto al padre de su hija, Luis Zamalloa, ha lucido espectacular con un vestido largo y rojo de la firma Redondo Brand, de corte clásico, palabra de honor y con la parte superior abombada simulando un clavel, que ha combinado con unas impresionantes joyas de incalculable valor que han acaparado gran parte de la atención del estilismo.
Se trata de unos pendientes de brillantes largos y de un anillo a juego con sello vallisoletano, pues estos proceden de Del Páramo Vintage Joyas, una joyería familiar con sede en Valladolid, regentada por los hermanos palentinos, Sheila, Rafa y David, especializada en valiosas piezas vintage y convertida en la favorita de muchas celebrities.
Tanto es así, que Del Páramo Vintage Joyas ha logrado colarse en 'looks' de algunas de las mujeres más famosas de nuestro país, tales como Carmen Lomana, Sara Carbonero, Blanca Cuesta, Elena Furiase, Amaia Salamanca, María Pombo o incluso la marquesa de Griñón, Tamara Falcó, quien, al parecer, recurrió a estos joyeros para su boda con Íñigo Onieva.
Del Páramo Vintage Joyas es conocida por tener a algunas de las mujeres más influyentes del país en su lista de clientes, pero también es cierto que ocupó muchos titulares cuando el pasado mes de julio los hermanos fueron asaltados mientras viajaban en un vehículo por la A-6 en sentido Valladolid, llegando a robarles un maletín con varias piezas valoradas en unos dos millones de euros en total.
Se llegó a comentar que eran las joyas que la hija de Isabel Preysler iba a lucir el día de su boda, pero esta información fue desmentida de inmediato por la propia joyería.