Muchas personas no creen en las segundas oportunidades y otros, por el contrario, se aferran a ellas con la convicción de que algún día podrán lograr lo que no pudieron en su momento. Y es que suelen decir que lo que está para uno, tarde o temprano, acaba llegando.
De esto saben muy bien Sara Cámara Fernández y Begoña Río Gómez. El destino las ha juntado en Valladolid durante el Campeonato de Cocina y Repostería de Castilla y León y ambas han hecho historia en la Comunidad. Proceden de Salamanca y se han proclamado mejor chef y repostera, respectivamente.
Llevan muchos años vinculadas al mundo de la cocina y este 2023 ha dado un cambio a sus vidas. Ambas representarán a Castilla y León en el Concurso Nacional de Cocina y Repostería que tendrá lugar en noviembre.
Esperaban ansiosas el veredicto del jurado y, repletas de lágrimas, recogían sus premios. En su cara una mezcla de nervios, satisfacción y liberación de haber logrado aquello con lo que tanto soñaban.
Sara Cámara lleva ya 13 años vinculada a los fogones y en la actualidad trabaja en Restaurante Casa Pacheco de Vecinos de Salamanca. “Estoy tremendamente contenta, no estar más feliz, es imposible”, así definía su estado en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.
Hace unos cuatro o cinco años se le quedó una “espinita clavada” porque logró un segundo puesto. Por eso, esta vez, iba a por el primero con todas las ganas, y lo ha conseguido: “Me siento muy a gusto. Ha sido un trabajo bien hecho, rico, que se ha valorado positivamente”.
Reconoce que tenía “un poco de ilusión” aunque dentro de sí misma ha sido “crítica” puesto que “tú sabes cómo haces tu trabajo, pero hay varios jueces y opiniones”, lo que provoca que “no puedes dar nada por sentado”.
El plato lo tenía meridianamente claro. Pese a que era obligatorio elaborar recetas con la trucha y el conejo como ingrediente principal, sabía que lo quería hacer de una forma “uniforme” para “proporcionar bien las piezas y que fueran parecidas”. Aunque Cámara reconoce que su objetivo principal era “poner en valor” su cocina que la define como “productos de cercanía, proximidad y temporada”.
Para ella representar a Castilla y León es “un orgullo, una experiencia más que no cualquiera puede tener”. Por eso, admite que irá “a por todas”.
En la versión dulce está Begoña Río Gómez, del Restaurante Zazu Bistró de Salamanca, quien no ha podido contener la emoción en ningún minuto desde que le han entregado el premio. “Siento mucho agradecimiento porque se ha trabajado mucho y lo hemos conseguido sacar”, afirmaba en declaraciones a este medio con los ojos visiblemente llorosos.
Su historia también tiene que ver con las segundas oportunidades. “Estuve a punto de tirar la toalla”, recuerda. Realizó un postre que a ojos de todos estaba “muy bueno”, pero a ella no le terminaba de convencer.
Tenían que mandar la foto y ni el emplatado ni la forma le “convencía para nada”. En ese momento, creyó que ahí se acababa su participación, pero la historia cambió. Hace dos semanas tuvo una idea y firme dijo: “Voy a por este”.
Lo ha hecho muy rápido y le ha gustado mil veces más: “Teníamos una idea preconcebida y no era lo que yo imaginaba. Yo creo que comes por los ojos y si no te entra, no hay nada que hacer. Por eso cambié, pese a que todos me animaban a seguir con ese postre”.
Y es que este dulce que debía llevar chocolate como ingrediente principal y tres texturas, además de estar acompañado de un crujiente o similar y fruta, en cualquiera de sus estados, le ha hecho llegar a lo más alto. “Estoy muy alegre”, manifestaba.
Felicidad por partida doble. Ya no solo porque haya ganado sino por compartir esta experiencia con una compañera salmantina: “Este premio te alza. Siempre parece que son los chefs quienes son mejores y no es así. Ha sido un logro muy bueno y también lo es para Salamanca”.
Ahora las dos coinciden en que van “a por todas, a luchar con uñas y dientes” para traerse ese primer premio nacional a Castilla y León y poder seguir disfrutando de la mejor cocina y repostería.