El portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León y exvicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, está de celebración.
Este sábado 28 de septiembre, el político festeja que el cuarto cumplemés de su hijo Blas, que vino al mundo el pasado 28 de mayo, fruto de su matrimonio con Teresa Silvestre.
Con motivo de esta fecha tan significativa para la pareja, el político ha aprovechado para desvelar varios detalles del que tal vez sea uno de los momentos más especiales de su vida, el bautizo de su primer y único hijo.
Y es que, tal y como ha dado a conocer García-Gallardo, la celebración religiosa tuvo lugar el pasado verano "en el corazón de Castilla".
Concretamente, en "una iglesia austera del siglo XII, ubicada a los pies de la Sierra de la Demanda, en uno de esos pueblos que nuestros antepasados castellanos levantaron durante la reconquista" y que parece encontrarse en la provincia de Burgos, tierra natal del político.
Así lo ha expresado el portavoz de Vox en una publicación de X, en la que, además, ha recalcado la importancia de "defender la verdad histórica".
"Decía Edmund Burke que 'las personas que nunca se preocupan por sus antepasados jamás mirarán por la posteridad'. Y tenía razón, porque si nos roban la historia, perderemos el futuro", ha espetado el exvicepresidente de la Junta.
"Por nuestros abuelos, nuestros padres y nuestros hijos: adelante por España", ha añadido.
Iglesiapinta
La iglesia en la que el pequeño Blas ha recibido el bautismo no es otra que la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, un templo situado en la localidad burgalesa de Iglesiapinta, perteneciente a la comarca de La Demanda y de la que apenas existe documentación.
Según los datos del INE de 2020, se trata de un pueblo de apenas 29 habitantes, del que su iglesia es, indudablemente, uno de sus mayores encantos.
Esta se encuentra a las afueras del pueblo, concretamente, sobre una loma. Es de estilo románico y cuenta con una torre en espadaña rematada en cruz, con dos huecos y dos campanas.
Atendiendo a su interior, dispone de una pila también románica, un retablo mayor que es un sagrario clasicista, y sobre él un San Miguel. Además, descata el capito románico que se utiliza como soporte de la cruz procesional.
Su cabecera, levantada en sillería de tono rojizo, está cubierta con una bóveda de cañón, y su arco triunfal, de medio punto, tampoco pasa inadvertido.
La nave fue casi completamente reformada en época moderna, añadiendo un atrio cerrano de sillar y mampuesto ante la fachada meridional.
Lo más curioso es que se cree que en su día esta iglesia funcionó como escuela y que en sus alrededores también hay catalogado un yacimiento arqueológico medieval.