Denuncian que la Junta y ayuntamientos de CyL no tienen "planes eficaces" para episodios de mala calidad del aire

Ecologistas en Acción ha alertado de que la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos de Burgos, León y Salamanca “no han adaptado sus protocolos o carecen de planes eficaces" para proteger la salud de cara a episodios de contaminación del aire. 

En este sentido, desde la organización ambiental aseguran que todos ellos acumulan ya año y medio de retraso sobre el plazo legar para aprobarlos. 

Del mismo modo, han afirmado que el Consistorio de Valladolid es "el único" que cuenta con un protocolo de actuación “adaptado” al Plan Marco de Acción vigente, aunque sí sostienen que este "debería ser mejorado ampliando la zona de tráfico restringido cuando se dispara la contaminación".

En cuanto al Ayuntamiento de Burgos, señalan que se llegó a aprobar inicialmente un protocolo en 2022, bastante mejorable, "que nunca llegó a ser aprobado ni por la anterior Corporación ni por la nueva".

Por su parte, el Ayuntamiento de León aprobó en 2019 un Protocolo de Actuación limitado a dos únicos contaminantes, "que no cumple la normativa ni en los umbrales para la aplicación de las distintas medidas, ni en el alcance de las mismas, que deberían incorporar restricciones inmediatas y amplias de la circulación de automóviles u otras fuentes puntuales responsables de los episodios". 

Desde Ecologistas recuerdan que los episodios de mala calidad del aire son responsables cada año en Castilla y León de casi 1.000 muertes, tal y como han puesto de manifiesto los trabajos más recientes del Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Sanidad.

Por todo ello, reclama a la Junta y a los ayuntamientos de Burgos, León y Salamanca que cumplan con "su obligación legal" de aprobar y aplicar protocolos de actuación frente a episodios de mala calidad del aire. Además, la organización también ha pedido al Gobierno de España que exija a estas administraciones el cumplimiento de la ley, "para proteger la salud".

Asimismo, ha expresado que, dado que la mayor parte de la contaminación en las áreas urbanas procede del tráfico, y mayoritariamente de los coches, en su opinión, buena parte de las medidas para reducir los picos de contaminación deberían ir encaminadas a limitar la utilización del automóvil con antelación suficiente, mediante acciones que a la vez que reducen la velocidad y el uso del coche, canalicen la necesidad de movilidad hacia el transporte público y los modos de transporte no motorizados, como la bicicleta y el peatón.

Añaden, además, que la información a la población sobre la gravedad del problema es otro requisito imprescindible para que los protocolos frente a los episodios de contaminación del aire sean eficaces. Sin embargo, a día de hoy "la mayoría de las administraciones siguen sin informar adecuadamente de los episodios de mala calidad del aire, difundiendo a lo sumo, cuando estos se producen, mensajes rutinarios a través de sus páginas web o listas de móvil", han concluido.