Sanidad traza una estrategia para que atención, valores y necesidades de las personas caminen al compás
S. Calleja / ICAL
Armonizar las necesidades físicas, psíquicas y sociales de los pacientes con las competencias de los profesionales, y hacerlo por medio de un trato más cercano y personal que permita el respeto de los valores y de las creencias de los enfermos. Y todo, basado en una relación de mutuo respeto y confianza entre paciente y profesional. Este es el reto del ‘Plan Persona. Centrando la asistencia sanitaria en ti’, un proyecto en el que trabaja la Consejería de Sanidad para mejorar la atención sanitaria desde el lado humano, que nace en tiempos de COVID-19 pero cuya implantación tiene un horizonte de cuatros años.
El proyecto arrancará con las medidas más necesarias y factibles, y con las que ya trabajan algunos centros, según figura en el documento al que ha tenido acceso Ical que recoge 22 iniciativas, y quiere promover el modelo de relación centrado en la persona; fomentar la participación del paciente en el cuidado de la salud y la toma de decisiones compartidas, así como planificar entornos accesibles, afectivos y de trato amable.
El ‘Plan Persona’ quiere dar una vuelta de tuerca más a la calidad del sistema, con esta nueva faceta de la atención, cuyos pilares son la ética, respeto, honestidad, compasión, humildad, calidez, calidad y excelencia profesional.
Áreas de intervención
La estrategia se estructura en cinco “grandes áreas de intervención”. Por un lado, la escucha activa, trato y proactividad en la comunicación, para lo que fija un marco de relación con el paciente; medidas de información y comunicación, y mejora de las condiciones de intimidad y confidencialidad.
En este apartado está previsto el desarrollo de siete proyectos que pasan por protocolos de acogida y de alta de enfermería; una unidad de gestión rápida para reforzar la comunicación; la trazabilidad en el bloque quirúrgico y en urgencias, así como el Servicio de Atención al Usuario de Sacyl. También, crea un protocolo centrado en la intimidad y la confidencialidad.
En segundo lugar, marca la personalización de la atención con un foco integral, de modo que sirva para que la asistencia se centre en la persona; humanizar la atención al final de la vida y dar un valor añadido a la atención a colectivos especiales. Para ello se plantean nueve proyectos sobre la historia del paciente en la nube; tele atención sanitaria; cuidados en el entorno, así como otros dirigidos a menores hospitalizados de modo que puedan seguir sus clases; atención a la diversidad y la planificación anticipada de decisiones e instrucciones previas en la historia clínica del paciente.
Además, el plan establece el apoyo al profesional en la búsqueda de la excelencia, por medio de desarrollo de las competencias profesionales; fomento de la cultura de la humanización y atención directa a los profesionales. Para ello, está prevista una estrategia de competencias en humanización; un plan de acogida al nuevo trabajador, así como potenciar las comisiones de humanización en la red Sacyl; la organización de buenas prácticas en humanización, y un programa de atención directa a los profesionales, denominado ‘Cuidando a quien cuida’.
En cuarto lugar, Sanidad se propone una participación social activa que aporta un rol activo al paciente, de modo que se implique en el cuidado de su salud; colaboración con asociaciones y prescripción social. Del mimo modo, el sistema pretende avanzar en la calidez en el entorno asistencial, confort y accesibilidad, por medio del acompañamiento de pacientes; adecuación del confort de los espacios y con mayor accesibilidad y ordenación.
Comisión de Humanización
La Comisión Central de Humanización será el órgano responsable de la implantación del ‘Plan Persona’ en todos los centros asistenciales de la red Sacyl. Habrá un responsable de la coordinación global, que se encargará de supervisar el desarrollo y evolución de la implantación de los proyectos en cada área. Además, será “un agente facilitador, dinamizador y de apoyo” para las Comisiones de Humanización del ámbito local, de serán 18.
Despliegue y seguimiento
El seguimiento del despliegue del Plan Persona se hará durante los dos primeros años. Los indicadores de los diferentes proyectos permitirán valorar su grado implantación, y la medición será anual. El objetivo de la evaluación continua es disponer de una herramienta de gestión actualizada, permanente y dinámica.
Al finalizar el segundo año del Plan Persona, se definirán los indicadores relativos a aquellos proyectos cuyo impulso se lleva a cabo durante el tercer y cuarto año de vigencia del Plan. Se incluirán indicadores de resultado en todos los proyectos, con especial hincapié en la evaluación del impacto y satisfacción tras la implantación de los primeros proyectos.
Además de los indicadores propios de este plan, para la evaluación del impacto se utilizarán resultados de encuestas de satisfacción con la atención recibida realizadas por Sacyl y el análisis de las reclamaciones y sugerencias por categorías y motivos relacionados con la humanización.