123 días. Esa es la media que tienen que esperar los castellanos y leoneses para operarse, según los datos ofrecidos por la Consejería de Sanidad. La demora media estructural para una intervención quirúrgica en los hospitales de Castilla y León se ha reducido frente a los 144 del mismo periodo de 2021 o los 152 de hace dos años. Cifras para el optimismo, pero que siguen pesando, y mucho, para las personas que esperan resignadas una operación o una prueba médica.
Y es que estos datos también ofrecen que hay que esperar 62 días para un TAC (frente a 67 un año antes), 84 días para una resonancia magnética (102 en 2021), 87 días para una ecografía (75) y 62 días para una mamografía (54 al finalizar 2021). Datos más alarmantes en casos como los de la mujer de Ávila que sufre esclerosis y que le dieron cita para mayo de 2024.
Asimismo, diez de los catorce hospitales de SACYL tienen demoras por debajo de los 100 días (cinco incluso por debajo de 80), y sólo cuatro registran cifras superiores a la media regional, datos que revelan el esfuerzo realizado por los profesionales de la Sanidad pública de Castilla y León para alcanzar el objetivo previsto de actividad quirúrgica.
Por especialidades, las que tienen menor demora media estructural son Cirugía Cardiaca (103 pacientes y 49 días), Dermatología (186 pacientes y 35 días) y Ginecología (966 y 51 días), mientras que las que acumulan más esperas son Cirugía Plástica (1.341 pacientes en espera y 145 días), Neurocirugía (796 casos y 157 días de demora media), Traumatología (10.716 pacientes y 171 días) y Oftalmología (5.809 pacientes y 64 días).
Por diagnósticos, los cuatro procesos con mayor número de pacientes en espera de intervención a 31 de diciembre de 2022 han sido los siguientes: cataratas (4.706 pacientes), hernia inguinal (1.941), artrosis de rodilla (1.597) y deformaciones adquiridas de los dedos (1.235 pacientes).
Consultas Externas
En cuanto a los datos referidos a demoras para una consulta externa hospitalaria en los centros de SACYL, el balance anual de 2022 indica que la espera media estructural se situó en 95 días (77 un año antes), con ocho hospitales por debajo de esa cifra.