Dos ambulancias del Sacyl y Eduardo Lamarca Pinto

Dos ambulancias del Sacyl y Eduardo Lamarca Pinto Imágenes cedidas

Sanidad

"Trabajamos hasta 48 horas seguidas en la ambulancia y sin cobrar noches ni festivos": la situación límite de las emergencias del Sacyl

Eduardo Lamarca Pinto, de AseCyL, reclama a la Consejería "poner remedios" para evitar el colapso del servicio y avisa con nuevas medidas de presión

19 octubre, 2023 07:00

Pueden llegar a estar 48 horas seguidas trabajando en la ambulancia. Los festivos y las noches no están reconocidos. El plus de peligrosidad tampoco. Y el propio servicio sufre un "estancamiento" desde hace más de dos décadas. Esta es la situación limite que denuncian los médicos, enfermeras y técnicos de Emergencias del Sacyl, según el testimonio que traslada uno de los trabajadores de este sector, Eduardo Lamarca Pinto, miembro de la Asociación de Servicios de Emergencias de Castilla y León (AseCyL), de reciente creación, a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.

Desde hace unas semanas atrás, el sector se ha puesto en pie de guerra para reclamar una serie de medidas y mejoras para las condiciones laborales y salariales de los trabajadores, así como para desencallar el servicio, inmerso en un "estancamiento". Por el momento, y ante el silencio de la Consejería de Sanidad de la Junta, han iniciado una serie de movilizaciones y medidas de presión, como el cese de la actividad como docentes de los MIR y EIR. No descartan iniciar nuevas iniciativas para que se les escuche.

"Vemos que pasan los años y, aunque ya se lo hemos hecho saber en un momento dado a nuestros responsables inmediatos, pues parece que, a veces por dejadez y otras veces por cosas como la pandemia que alteran el funcionamiento normal de los sistemas, hay un estancamiento. Incluso en momentos dados, como fue en la crisis del 2008, un retroceso", pone de manifiesto Lamarca Puerta en palabras a este periódico.

El médico de familia y medicina comunitaria y trabajador de Emergencias de Castilla y León en Valladolid, que tiene más de 20 años de experiencia en el sector, relata que desde que se crease la Gerencia de Emergencias, ahora hace ya más de dos décadas, se encuentran con que los dispositivos de transporte, ya sean terrestres (ambulancias o UVIs) o aéreos (helicópteros), "no se han desarrollado más". "Incluso el helicóptero se suprimió, recuperándose el año pasado, pero en Valladolid hemos estado un tiempo con un helicóptero menos", recalca.

Homogeneidad en los servicios sanitarios

La inexistencia de la "homogeneidad" en los servicios, tal y como refleja la Ley General de Sanidad, "aquí no se está cumpliendo". "En comunidades como Castilla-La Mancha o Madrid tienen vuelo nocturno también para servicios primarios, no solamente secundarios, como se va a intentar en el futuro también aquí", relata el profesional sanitario.

Un cúmulo de situaciones que acaba influyendo muy seriamente en el atractivo de la Comunidad para atraer a profesionales. "Salimos perdiendo porque no somos atractivos por el desarrollo del servicio y también por las condiciones laborales. Tenemos jornadas muy extenuantes donde no se garantizan los tiempos de descanso", asegura Eduardo a este periódico.

"Yo recuerdo hace no tanto jornadas de hasta 48 horas seguidas en la ambulancia"

Es, precisamente aquí, donde confirma que se han visto inmiscuidos en jornadas de dos días seguidos en la ambulancia. Esto se debe, afirma, a que cuando surge alguna incidencia en el cambio al día siguiente que no acude el compañero, no se consigue suplir esa jornada con otro personal que esté descansado. "Yo recuerdo hace no tanto jornadas de hasta 48 horas seguidas en la ambulancia. Es absolutamente ilegal por encima de las 24. El servicio y las necesidades de la población no pueden pasar por arriesgar también a un profesional que no sabe si va o viene", reconoce.

Esta situación provoca que la extenuación entre los trabajadores sea patente y ello afecte directamente al rendimiento. "Las posibilidades de que haya errores médicos son mayores", advierte. Entre las soluciones que proponen está lo que se conoce como una "bolsa de trabajo" o hacer "guardias localizadas". "Son posibles perfectamente, pero requieren inversión. Tanto en desarrollo de servicio como para mejorar el atractivo y las condiciones laborales", señala.

Reconocimiento de peligrosidad, noches y festivos

Un atractivo que también se ve aminorado por la "competitividad" entre comunidades. Cataluña, Madrid o Castilla-La Mancha tienen reconocida la peligrosidad del trabajo, algo que en Castilla y León asegura que no sucede. "Nosotros estamos en movimiento. A veces a la intemperie y con climas extremos, con siniestralidad en cuanto al tráfico y atender a veces en terrenos inhóspitos como barrancos. Esas situaciones no están reconocidas", admite.

Tampoco las nocturnidades y los festivos. "Reconocerlas supone tanto un ajuste en la jornada laboral anual, con lo cual te da también descanso para poder estar disponible para eventos e incidencias, como un reajuste a nivel económico que hace más atractivo que los compañeros que se formen aquí se puedan o quieran quedarse aquí", destaca.

Solucionar estas situaciones, recalca Eduardo, es un "tema primordial" que garantiza evitar un problema a largo y medio plazo, que es el reemplazo y sustitución de profesionales. "Dentro de 10 o 15 años vamos a tener el mismo problema que tiene ahora de forma grave la Atención Primaria y es que se van jubilando un gran número de profesionales y no se están reemplazando. Antes o después tendrá que haber una reordenación forzosa porque no hay el mismo número de antes", avisa. Además, lamenta que la Gerencia Regional y la de Emergencias no les plantean "ningún plan" y añade que "ni siquiera lo han valorado, están a corto plazo".

Respuesta del consejero de Sanidad

Hace unas semanas, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, respondía a AseCyL tras el anuncio de la renuncia como docentes MIR y EIR para tratar de meter presión y afirmó que las condiciones laborales se debían negociar con los sindicatos en la Mesa Sectorial, al tiempo que criticaba la medida por afectar directamente a los futuros médicos y enfermeros.

Unas declaraciones de las que está al tanto Eduardo Lamarca y subraya que el consejero "está mal informado" o "no conoce realmente la situación de lo que estamos comentando". "Hablamos de la situación de precariedad en cuanto a falta de desarrollo del servicio y la mejora de condiciones para ser competitivos", añade. Y es que este trabajador de Emergencias se refiere a que en otros sectores como el de Medicina de Familia las asociaciones sí se reúnen muchas veces, "sin presencia sindical", para negociar y plantear demandas a la Consejería. "No hay ningún problema en presentar, demandar y comentar los problemas que hay", destaca.

Respecto a la crítica a la medida de presión por afectar a los MIR y EIR, Eduardo asegura que ellos les "apoyan". "Saben que en dos días están en nuestro pellejo y todas las mejoras que pueden tener en este momento son para ellos. No hay conflicto", recalca con extrema rotundidad.

Más medidas de presión

De no haber mejoras pronto, desde AseCyL se plantean una "desconexión digital" y "dejar de ser tan voluntariosos". "La buena voluntad de los compañeros hace que en su tiempo de descanso tengamos mucha comunicación y cuando hay alguna incidencia que resolver la mayor parte se muestra voluntaria y van a cubrir un puesto", explica. 

Médicos, enfermeras y técnicos de Emergencias de Castilla y León viven una situación límite, pero aún con margen de maniobra, por eso, se han puesto en pie de guerra para tratar de revertir la situación y evitar males mayores. No obstante, el propio Eduardo asegura que descartan la huelga, ya que en ningún caso debe recaer la situación en los usuarios.

"No es el paciente el que tiene que sufrir la ineptitud de la Consejería"

"Lo último que deseamos es dañar o perjudicar la salud o la atención a de la población. Creemos que no es el paciente el que tiene que sufrir la ineptitud de la Consejería, que es la que se tiene que dar cuenta de esta situación y poner remedio. No tienen que ser nuestras medidas con exactitud, pero sí dialogadas como hacen con otras sociedades científicas", zanja el trabajador sanitario.