Cáncer. La palabra maldita que nadie quiere escuchar. Cuando esta enfermedad llega a la vida de las personas supone un terremoto anímico y físico. Una prueba de fuego a la que hay que someterse con una mentalidad positiva y, sobre todo, con ganas de vivir. Sin embargo, no siempre es fácil. A la propia enfermedad se añaden otras circunstancias que hacen que este proceso se convierta en una pesadilla. Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra el 4 de febrero, EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León realiza una radiografía de la situación de la radioterapia en la Comunidad, un tema que evidencia en ocasiones las carencias sanitarias de esta tierra.
La mayoría de los casos de cáncer tienen que ser sometidos a procesos de radioterapia. Así, más del 60% de los pacientes oncológicos necesitan de este tratamiento en algún momento de su enfermedad, contribuyendo en más del 40% de los casos a su curación. Pero el problema viene cuando estos tratamientos no se reciben en la provincia en la que uno reside. Aquí comienzan las odiseas. En ese maldito ranking de provincias sin unidad de radioterapia en toda España, Castilla y León juega un papel por desgracia protagonista ya que dos de sus provincias Soria, Segovia y Palencia, no cuentan con unidades públicas, además de la zona de El Bierzo.
En España, según los datos ofrecidos por la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), no tienen radioterapia: Teruel, La Palma, Gomera y El Hierro; Ceuta y Melilla y Formentera. Como se puede comprobar, en la península solo Teruel junto al resto de las tres provincias de la Comunidad. Es decir, que el sistema público de salud, el Sacyl, dispone del servicio de oncología radioterápica en los hospitales de Burgos, Valladolid, León, Zamora y desde el mes de noviembre en Ávila.
Es decir, que toda aquella persona que tienen que ser tratada con radioterapia tiene que hacerse unos cuantos kilómetros para someterse al tratamiento. Desde la Junta llegan buenas palabras y afirman que el servicio púbico llegará en los próximos años a Segovia, Palencia y El Bierzo y para 2025 se entregará en Soria. El caso berciano sigue al segoviano, habiendo replicado el concierto privado y a expensas de la ampliación hospitalaria. Sin embargo, detrás de estas fechas, hay historias duras, muy duras.
En el caso de los sorianos se tienen que hacer 280 kilómetros (ida y vuelta y casi cuatro horas) para acudir al hospital de referencia, el de Burgos; los palentinos tienen que ir a Valladolid (100 kilómetros). Esto provoca un trastorno tanto físico como mental para los pacientes, que ya de por sí tienen con su enfermedad como para tener también que aguantar esta situación. Además, son los familiares también los que lo padecen. Tres provincias de Castilla y León que hasta el pasado mes de noviembre eran cuatro, ya que Ávila tampoco tenía, y sus enfermos se tenían que trasladar a Salamanca. Por suerte, ya no lo tienen que hacer.
En 18 meses a Palencia
Y en este esperanzador camino andan también el resto de las provincias de la Comunidad. Esta semana, el presidente Alfonso Fernández Mañueco por fin daba una buena noticia para los palentinos. Más de seiscientos pacientes oncológicos palentinos necesitan de radioterapia. Estos se dividen entre ser derivados a Burgos, desde Carrión hacia el norte, o a Valladolid, desde la misma localidad hacia el sur. La radioterapias especiales son derivadas a Salamanca o a Madrid. Ahora se anuncia la construcción, por un importe de 5.712.781 euros y un plazo de ejecución de 18 meses, del edificio que albergará la nueva unidad satélite de radioterapia en el Hospital Río Carrión de Palencia. También tendrá un espacio de tratamiento con dos búnkeres, una sala de control con dos puestos, dos salas de preparación y recuperación y una sala de espera. “Con esta Unidad Satélite, la provincia de Palencia va a disponer de la mejor tecnología para el tratamiento de los pacientes oncológicos. Además, recibirán una atención más cercana, evitando que tengan que desplazarse a otros centros hospitalarios”, aseguran desde la Junta.
Por su parte en Segovia, existe un concierto con el grupo Recoletas, de modo que el acelerador lineal y el búnker del hospital de la Misericordia sirve para tratar a los pacientes oncológicos. Esto ha permitido que muchos segovianos ya no tengan que hacer el viaje, aunque no en todos los casos. Mientras tanto se espera a las obras de ampliación del hospital público para poder albergar las instalaciones.
Situación parecida se vive en la zona de El Bierzo. La radioterapia prometida hace siete años por la Junta para el hospital público de El Bierzo no llega y lo que se ha hecho es llegar a un acuerdo con otro centro privado. Eso sí, los bercianos se ahorra un viaje de casi tres horas a la capital leonesa para someterse al tratamiento de radio.
En Soria, el compromiso es contar con la Unidad Satélite de Radioterapia del Hospital Santa Bárbara a principios del año 2025 y esto permitirá que los pacientes oncológicos dejen de desplazarse hasta Burgos para recibir el tratamiento. Se espera que las consultas externas comiencen a funcionar a finales de 2024. Albergará, también, la Unidad de Diálisis y los Hospitales de Día Médico y Oncológico. Una noticia que se convertirá en todo un hito para esta provincia, aunque son muchos los que no se acaban de creer y se frotan los ojos, ya que el anterior presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, prometió esta unidad hace ya 17 años.
Pérez Romasanta: "La radioterapia vive una buean situación y buscamos lo mejor para los pacientes"
EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León ha hablado en un día como hoy con el doctor Pérez Romasanta, miembro de SEOR y jefe del servicio de Oncología radioterápica del Hospital de Salamanca. El doctor reconoce que ahora mismo la situación de la radioterapia en la Comunidad es “buena” en relación a los medios técnicos que se tienen gracias a las donaciones que realizó Amancio Ortega en 2018 y a las inversiones realizadas con los fondos europeos. Una inyección económica que ha servido para modernizar todos los sistemas de radioterapia de los hospitales más importantes como Burgos, Salamanca, León y Valladolid. En el caso de Zamora también se cuenta con un acelerador pero fue antes de la donación. “Los grandes centros se han modernizado y se han optimizado los procesos”, reconoce.
Todo ello con la intención de “humanizar y mantener la calidad”, apunta, para no dejar las unidades aisladas y vincularlas a unidades satélites con centros de referencia. Una idea que el doctor Pérez Romasanta siempre ha defendido. “Siempre he estado a favor de las unidades satélite, una idea que no era generalizada entre los colegas de profesión que eran más reacios, pero creo que el tiempo nos ha dado la razón”, apunta. Una idea que comenzó en Ávila y que ahora espera que se extienda al resto de las provincias que no cuentan con ello para que sean vinculadas a un hospital importante. La primera anuncia que será Soria, aunque matiza que todo depende de la “voluntad y el estado de los hospitales para recibir el equipamiento”.
Aunque poco a poco, el doctor reconoce las buenas noticias que suponen que se vayan poniendo en marcha estas unidades porque los traslados a otras provincias suponen trastornos importantes para los pacientes. Por ejemplo, la alteración del sueño, los hábitos de comida, incomodidades en el viaje y la dinámica familiar. “No es lo mismo coger un autobús urbano que tener que coger una ambulancia y tardar por ejemplo, hora y media”, pone de ejemplo. Por eso lo ve como un “alivio” tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios, que resta presión asistencial a los hospitales. Además, esto supone la contratación de más personal.
El doctor reconoce que en la última década, “por suerte”, la radioterapia y sus técnicas han evolucionado mucho en Castilla y León. “No se puede comparar, ahora mismo estamos en la cresta de la ola en cuanto a medios técnicos y a máquinas. Por ejemplo, en Ávila cuentan con lo último a nivel tecnológico”, recuerda. Recuerda que todo ha cambiado: “la forma de trabajar, los profesionales participamos más en las decisiones, los medios, las indicaciones, es un campo en desarrollo constante”. Todo ello para poder demostrar que todo este despliegue e inversiones sirve para “una mayor supervivencia y una mejor calidad de vida”.
Apoyo a la investigación
La renovación tecnológica que se está produciendo en nuestro país, la creación de servicios de oncología radioterápica en provincias que no los tenían y la futura implementación de 11 centros de protonterapia sitúan a la oncología radioterápica española a la cabeza de Europa, lo cual revierte, sin duda, en una mejora de la equidad y accesibilidad de los pacientes a la radioterapia. Pero es necesario apoyar la investigación básica y traslacional y la posibilidad de que los pacientes puedan acceder a más ensayos clínicos en radioterapia. El acceso de los pacientes con cáncer a la innovación oncológica es un derecho innegable en todas las fases de la enfermedad.
La Dra. Carmen Rubio, presidenta de SEOR, destaca “el compromiso firme que los oncólogos radioterápicos tenemos con los pacientes, con sus familiares y con toda la sociedad. Nos preocupa la promoción de la salud y la prevención del cáncer y apoyamos los programas de cribado y detección precoz, porque es en estas etapas tempranas de la enfermedad cuando existen más posibilidades de curación. Además, creemos necesario reforzar todas las iniciativas que aseguren un seguimiento y acompañamiento adecuado de los supervivientes y del cuidado de los pacientes en las fases finales de la enfermedad”.
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