Castilla y León

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Sucesos

Investigado un conductor de 67 años que cuadruplicaba la tasa máxima de alcohol y sufrió un accidente en Burgos

22 abril, 2021 11:09

Efectivos de la Guardia Civil han investigado a un conductor de 67 años que circulaba con una tasa de alcoholemia cuatro veces superior a la máxima permitida, se salió de la vía y chocó contra una barrera metálica, han informado a Europa Press fuentes del instituto armado.

En concreto, se ha investigado a F.P.S, de 67 años, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas superando las tasas establecidas.

Los hechos ocurrieron a las 22.00 horas del día 19 de abril cuando, en el kilómetro 21 de la carretera BU-30, en el enlace con la autovía A-73, un turismo se salió parcialmente de la vía por su margen derecho para chocar contra la barrera metálica de seguridad lateral existente en el punto.

A consecuencia del siniestro no hubo que lamentar daños personales pero sí se produjeron desperfectos de gran consideración en el vehículo implicado y en los elementos de la vía, hecho que no impidió la realización de la prueba de alcoholemia mediante el aire espirado al conductor.

El individuo, que presentaba a simple vista síntomas evidentes de haber ingerido alcohol y de encontrarse bajo su influencia, arrojó resultados positivos de 1,01 y 0,96 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, valores que superaban en más de cuatro veces la tasa máxima permitida para este grupo de conductores no profesionales, que es de 0,25.

Por ello, F.P.S. fue investigado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial y las diligencias instruidas serán entregadas en el Juzgado de Instrucción número 2 de Burgos.

Peligro del alcohol y las drogas 

La Guardia Civil ha recordado que la ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.

Además, ha apuntado que estas conductas al volante podrían conllevar administrativamente hasta 1.000 euros de sanción y penalmente podrían ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.