Un ataque de lobos causa el terror en una explotación familiar de la provincia de Ávila
Un ataque de lobos mató en las últimas horas a 13 ovejas y causó más de 35 animales heridos y desaparecidos en una explotación familiar de San Juan de la Nava (Ávila), según denunció UPA. La organización denunció la “inacción” de las administraciones, que “lejos de velar por los intereses de las personas, en este caso ganaderos, están más preocupados en destinar recursos y tiempo para declarar especie en protección especial al lobo que en buscar una solución a los enormes problemas que está generando la expansión descontrolada en nuestra provincia de este animal salvaje”.
Recordaron en un comunicado que los lobos “pueden arrasar explotaciones, pueden atentar contra el patrimonio de los ganaderos, pueden generar todo el pánico y temor a familias enteras porque no saben qué se van a encontrar por la mañana, pero a nadie, salvo a los directamente afectados y a organizaciones agrarias, parece importarles lo que está ocurriendo en la provincia y que se repite a diario”.
En este sentido, UPA-Ávila trasladó el “hartazgo” que existe en el sector ganadero y denunció la “lamentable campaña de acoso y derribo” que sufre el sector productor extensivo de la provincia, que es “sistemáticamente ninguneado y maltratado por las administraciones, sin valorar las enormes cualidades que desempeña al seguir produciendo alimentos de calidad y asequibles para la sociedad, habitando además los pueblos de zonas especialmente desfavorecidas”.
Ávila es la provincia que, según los números oficiales de ataques que se producen, alberga la mayor población de lobos de toda España con decenas de manadas. Los datos apuntan a que en el año 2020 el número de ataques ascendió a 1.501. “La situación es tan límite y extrema en Ávila que las cifras no pueden dejar indiferente a nadie”, expuso UPA. La siguiente provincia que más ataques sufrió el año pasado fue Segovia, con 465, y después, Zamora, con 209.
Esta situación exige una “gestión racional” por parte del Gobierno central y de la Junta de Castilla y León, puesto que los ganaderos “no aguantan más, sabedores de que el lobo es un animal salvaje con pocas posibilidades de alimentarse en ciertas zonas y épocas del año, entre otras cosas porque la fauna silvestre no proporciona el alimento necesario para saciar sus necesidades, sobre todo cuando el número de manadas es tan elevado como el actual”.