Camas espaciosas, ambiente fresco y 'wearables': así descansan las vacas en las granjas
Uno de los pilares fundamentales del bienestar animal es el descanso del ganado, ya que las vacas pueden pasar tumbadas hasta 15 horas al día.
10 septiembre, 2019 04:45¿Qué sabemos del descanso de los animales? Más allá de nuestras mascotas, no conocemos mucho acerca de sus costumbres y necesidades. En las granjas, este aspecto se tiene cada vez más en cuenta debido a nuevos estándares de calidad y una mayor preocupación social por el bienestar animal. Especialmente en la producción lechera, donde se ha visto que el descanso -y la buena salud del animal- influyen directamente en el producto, porque cuanto mejor se encuentre la vaca, mejor será la leche.
Pero el descanso no se refiere únicamente a las horas de sueño. Las vacas reparten su tiempo de reposo a lo largo de todo el día y pueden pasar entre 12 y 15 horas tumbadas. Lo más recomendable es que dispongan de un espacio propio porque son animales de costumbres que suelen buscar la misma ‘cama’ (o cubículo) y a los que una rutina diaria les ayuda a sentirse seguras, por lo que en las granjas se procura establecer un horario de ordeño, comida y descanso.
Consciente de ello, Calidad Pascual es el primer gran fabricante en España en certificar todas sus granjas proveedoras de leche, 348 en total, en bienestar animal a través del sello AENOR Conform. Para obtener esta certificación, las granjas deben adoptar los parámetros del proyecto europeo Welfare Quality, que valora la alimentación, el estado de salud, el comportamiento y el alojamiento. Para superar las exigencias del sello en este último aspecto, es necesario que los animales tengan acceso a un lugar al exterior donde moverse con libertad y, de forma adicional, deben disponer de un espacio cubierto donde resguardarse de las inclemencias metereológicas y destinado también al descanso. Estos son los requisitos que se deben cumplir:
- Estructura de la zona: Se observa si el área de descanso presenta estrecheces que puedan llevar al animal a rozarse o chocar con los elementos de separación de los establos.
- Facilidad de movimiento: Se puntúan de manera positiva las estabulaciones libres y aquellas que permitan el libre acceso de las vacas a pastos y áreas de descanso.
- Tiempo para que la vaca se acueste en su estancia: Si el cubículo está correctamente adaptado, desde el inicio del movimiento, se estima que no deberían pasar más de cinco segundos hasta que el animal esté tumbado confortablemente.
- Limpieza del animal: Los problemas en este área se suelen dar por carencias en el manejo del animal o un mal cuidado de las instalaciones. Para evaluar la limpieza se valoran tres zonas corportales: parte inferior y superior de las patas de atrás y las ubres.
- Comodidad higrotérmica: Es necesario poner especial atención a la humedad y temperatura de las instalaciones para mantener un ambiente fresco y seco.
‘Camas’, ambiente fresco y la última tecnología
El comportamiento de los animales también influye en sus necesidades de descanso y las vacas, que mantienen estrechas relaciones sociales, “se organizan en una jerarquía en la cual encontramos vacas líderes y otras seguidoras. Aunque son muy amigables, se ha de asegurar que cada una disponga de su cama para evitar cualquier rivalidad, garantizando así que se encuentren cómodas y cada una tenga la posibilidad de tener su propio espacio”, explica Félix Díez, veterinario y responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual.
Como se trata de animales de gran tamaño, los cubículos deben tener espacio suficiente. A su vez, las camas pueden ser de diversos materiales atendiendo a diferentes necesidades. “Las de arena tienen una gran capacidad de drenaje, lo que permite tener una cama fresca y seca, además de impedir la proliferación de microorganismos y agentes patógenos por tratarse de un material inorgánico”, detalla Díez. Por otra parte, una cama de paja o serrín “requiere un mantenimiento más complejo, pero favorece la absorción de los desechos, siendo recomendable para vacas preñadas”.
Para evaluar la comodidad de estos espacios, se comprueba si las vacas tienen algún tipo de lesión. Zonas sin pelo, heridas o inflamación podrían ser indicadores de que la cama no está bien mullida y, “al final, se trata de que las vacas estén lo más cómodas posible y descansen a gusto”, apunta Díez.
Otra de las variables que influyen en el bienestar general es la temperatura: “Prefieren un ambiente más bien fresco, llegando incluso a soportar los -10ºC. Sin embargo, a partir de los 25ºC y una humedad relativa normal, empiezan a sufrir el llamado estrés por calor”, comenta el responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual. De este modo, para disminuir la temperatura en los establos, hay instalados ventiladores y vaporizadores de agua que les ayuden a reducir la temperatura corporal. Uno de los indicadores de que esta es adecuada, señala Díaz, “es que la nariz de las vacas está más seca”.
Finalmente, se ha dado un paso más allá en el cuidado de los animales de la mano de la tecnología. Y es que los ganaderos se han hecho con unos wearables -una especie de Fitbit para vacas- que miden sus constantes vitales, pudiendo medir el estrés o el confort. Estos datos proporcionan al ganadero información en tiempo real de las vacas desde la entrada del ordeño (hora, tiempo, producción, flujo de leche, salud de la ubre) e incluso podría advertir de posibles enfermedades por la alteración de las vitales. Para el responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual, sin duda, “la tecnología ayuda a tener la máxima información para salvaguardar su bienestar, pero también observar sus acciones y reacciones, entender qué quieren y controlar su estado de salud y su entorno”.
En el último spot de Pascual, Buenas Noches, se muestran por primera vez todos estos cuidados y cómo es el descanso de las vacas en las granjas de la compañía. Una visión del animal completamente diferente a la que estamos acostumbrados. De esta manera, se ponen en valor todos los detalles que toman parte en el bienestar global de las vacas y en última instancia, de la calidad de la leche que producen. Cuidar el descanso es una forma más de garantizar día a día la comodidad de estos animales, que son el primer eslabón de una cadena de valor sostenible.